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Los otros campamentos de los que poco se habla

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Agencia UNO
POR Periodista Practicante |

Según cifras del Minvu, las tomas ilegales han aumentado 25% desde 2011. Quienes no pueden acceder a una vivienda en las condiciones adecuadas deben optar: residir en campamentos o vivir de allegados.

Hay 46.000 familias que se encuentran hoy en día, en este preciso momento, viviendo en alguna de las 822 tomas ilegales que recorren Chile de norte a sur. Según el último Catastro Nacional de Campamentos presentado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), a finales de diciembre de 2018, en los últimos 7 años se han sumado 165 asentamientos ilegales al panorama nacional. 

Antes de esta medición, la última vez que el Minvu había realizado el Catastro fue el año 2011, y en el periodo que transcurrió, la cantidad de campamentos aumentó cerca de un 25%. Pero las cifras en términos humanos son aún mayores. El porcentaje de familias que viven en tomas ilegales creció en un 70%, pasando de 27.378 familias en 2011 a 46.423 hoy en día.

Luis Eduardo Bresciani, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica, señaló que este aumento se debe a un cambio en el problema, ya que antes la gente que se tomaba un terreno, incluso a veces con anuencia del propietario, básicamente lo hacían para presionar por una vivienda, donde fuera, y así dejar de estar invisibilizados en condiciones marginales.

Hoy el problema es otro, ya que sí existen las oportunidades para acceder a subsidios, pero según Bresciani las razones para que sigan proliferando los campamentos han cambiado. La localización es una de ellas, ya que mucha gente no quiere vivir en cualquier parte. También influye la necesidad de tener una casa y no un departamento por temas de espacio. Otro factor que cambia el panorama en estos días es la actual situación migratoria.

Los campamentos invisibles

Ante temas como la alta llegada de extranjeros y su asentamiento en campamentos, el arquitecto José di Girolamo enfatizó en la necesidad de buscar alternativas y soluciones creativas. “Si bien se está posicionando el tema del arriendo, como intención de política habitacional, aún no ha logrado agarrar fuerza como política pública y es en ese sentido que se generan ciertos arriendos abusivos”, señaló di Girolamo.

Para el director de la Escuela de Arquitectura, el problema que hoy origina de raíz los campamentos no es el mismo que hace años. No es la falta de un techo, sino que es producto de la segregación social y las políticas de suelo. Por esta imposibilidad para algunas personas de vivir en un lugar que les ofrezca las condiciones laborales, sociales y educacionales a las que aspiran es que deben optar por vivir en campamentos o de allegados.

“Muchas personas no están disponibles para irse a vivir a la periferia. Esto implica un cambio: ya no es tan necesario como antes entregar subsidios, sino que se deben hacer políticas para acceder a suelo, para comprar terreno y construir proyectos por ejemplo de arriendos”, comentó Luis Eduardo Bresciani.

Según la encuesta Casen 2017, en Chile el déficit habitacional alcanza las 497.560 viviendas. A su vez, este déficit mide, según el Ministerio de Desarrollo Social, el número de viviendas requeridas para dar alojamiento a hogares allegados, núcleos secundarios hacinados y reemplazar viviendas irrecuperables.

Si anteriormente mencionamos que la cantidad de familias que vive en campamentos es de 46.423, la cantidad de hogares que viven allegados, según el Censo 2017, supera los 143.000. Si a esto le sumamos la cantidad de viviendas receptoras, 102.000 aproximadamente, obtenemos que un 4,3% de las familias en Chile vive en condición de allegamiento.   

Un problema que crece

Yesenia Olguín es dirigente activa de la Coordinadora de Allegados de La Pintana (CAP), una organización creada en el año 2008 para dar solución habitacional a cerca de 700 familias de la comuna. La mesa de trabajo actualmente está compuesta por 13 personas, quienes planifican y llevan a cabo “Talleres de Buen Vivir” y “Talleres del Buen Construir”, abordando temáticas de índole social y generando actividades para compartir en comunidad.

Hoy la CAP agrupa, en alrededor de 30 comités, a más de 2.500 familias pintaninas que buscan esa misma solución habitacional.  

“A muchos allegados no se les considera en estadísticas. Hay jóvenes, ya adultos, que viven con su pareja y sus hijos en la casa de los padres, con otros tíos e incluso abuelos; o madres solteras que no se pueden ir de la casa de sus papás por motivos económicos y tienen problemas a la hora de criar a sus hijos. Pero claro, son familia, así que muchas veces no se les considera como allegados”, comentó la dirigente.

“Últimamente cuando vamos a eventos, a nuestro stand llega mucha gente a inscribirse, mucha más que antes”, agregó.

Mire la entrevista completa con José di Girolamo y Luis Eduardo Bresciani en Voces de la Gran Ciudad: