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El verde desde el suelo al cielo: el nuevo fervor por terrazas y azoteas

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Oirealtor
POR Periodista Practicante |

Hoy solo se puede usar un 20% de las azoteas en edificios. Una modificación impulsada por el Minvu busca que en nuevos edificios se pueda ocupar el 100% de su quinta fachada.

Hoy la imagen satelital de Santiago muestra la ciudad como una gran mancha gris en medio de los distintos tonos de verde y café del resto de territorio aledaño a la urbe metropolitana.  

La situación pronto podría cambiar. Esto gracias a una modificación en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) que está impulsando el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), y con la cual se busca ampliar el porcentaje de espacio utilizable en las azoteas de los nuevos edificios que se construyan.

“Este proyecto surgió por la propia demanda de la ciudadanía”, comentó Paz Serra, jefa de la Dirección de Desarrollo Urbano del Minvu, en Voces de la Gran Ciudad. “Teníamos una normativa que era bien restrictiva respecto del uso de la quinta fachada. Solo estaba permitido el 20% en edificaciones y se restringía el uso del resto de la superficie”, dijo.

El proyecto

Básicamente los cambios que se espera realizar a la normativa son dos. Primero, el aumento en un 5% del espacio disponible para edificación en las azoteas de nuevos edificios que se construyan, el que actualmente es de sólo un 20%. En este 25% de la quinta fachada se podrán instalar baños, salas de máquinas, ascensores, entre otros.

El aumento en este aspecto es menor, según comentó Paz Serra, ya que es importante cuidar que la nueva normativa no se preste para interpretaciones, ni que las inmobiliarias busquen “aprovechar” este espacio agregando un piso extra en los edificios. Algo que, según Serra, ya había ocurrido antes de la ordenanza que actualmente se busca modificar.


Pero es en el resto del espacio donde este proyecto busca poner su foco. La habilitación del restante porcentaje de la superficie permitirá la implementación de terrazas propiamente tales. “Aquí se incluye todo tipo de vegetación, piscinas, incluso paneles solares”, explicó la jefa de la Dirección de Desarrollo Urbano.

Los beneficios

Para la ciudad son múltiples los beneficios que desencadenan las cubiertas verdes, según señaló Serra. “Estos van desde el cambio climático y la posibilidad de enfriar en estos periodos de calor, hasta el simple hecho de generar los espacios de recreación que todos los seres humanos necesitamos, especialmente en ciudades tan densas y sobrepobladas como la que vivimos nosotros”, comentó.

En el caso nacional, la ordenanza no estipula para qué deben ser usadas las azoteas. “Hay que pensar que estas azoteas verdes pueden ser colectivas o individuales, pueden ser del último piso o del conjunto del edificio”, explicó Paz Serra.

Por este motivo los metros cuadrados vegetales que aporten estas azoteas a la ciudad no se podrán sumar a la cantidad de áreas verdes de las comunas al momento de contabilizar la cantidad de metros cuadrados por habitante.

El panorama internacional

“Siento que en Chile estamos normando tarde. Pudimos haberlo hecho mucho antes y muchos edificios lo podrían haber incorporado”, señaló la jefa de la Dirección de Desarrollo Urbano. Por ejemplo, en 2015, el parlamento francés aprobó una ley con la cual se obliga a que en todos los nuevos edificios comerciales que se construyan se instalen paneles solares o se cubra de vegetación su quinta fachada.

Además, según información entregada por la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), en Francia cada año se instalan aproximadamente 1,3 millones de metros cuadrados de techumbres vegetalizadas, una superficie incluso mayor a la que ocuparían seis Parques Forestales de Santiago.

Copenhague es otra ciudad que se ha vuelto pionera en esta materia, donde desde el 2014 es ley que cada edificio nuevo construido venga acompañado de un techo verde. Según la organización internacional EcoHabitar, la capital danesa “pretende con esta ley mejorar el hábitat y ahorrar el consumo de energía. También existen planes para cubrir de vegetación las viejas azoteas de la cuidad con el fin de llegar a ser carbono neutral al 2025”.

Pero la primera ciudad que implementó legislaciones al respecto fue Toronto. En abril de 2012 se dictó una ordenanza con la cual se obligó a que todos los edificios que se construyeran, de más de 2.000 metros cuadrados, contaran con techos verdes.

Pero en Santiago “no hay obligatoriedad, sino que se amplía la posibilidad. Antes era al revés. Tú querías hacer un techo verde y no podías. Pero obviamente pasa por la voluntariedad del inmobiliario, los vecinos, el diseñador, y de la gente detrás de cada proyecto”, señaló Paz Serra.

“Contraloría no tiene plazos. Ellos estimarán cuándo harán el dictamen de aprobación. Nosotros estamos totalmente disponibles para colaborar en lo que sea con la finalidad de poder acelerarlo, pero no está en nuestras manos”, contó Serra.

Revise la entrevista completa con Paz Serra en Voces de la Gran Ciudad:

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