¿Por qué sentimos miedo y por qué nos gusta tanto?
¿De dónde viene el miedo? ¿Por qué nos gusta asustarnos? La explicación tiene que ver con cómo las personas sentimos miedo y las bases biológicas de este.
El 30 de octubre de 1938 comenzó, a partir de las 9 de la noche, comenzó The Mercury Theatre on the Air, un programa que gozaba de cierto prestigio y que transmitía ese día el radioteatro de La Guerra de los Mundos, la novela de ciencia ficción de H. G. Wells. Los hechos de la obra fueron narrados en formato de noticiario por Orson Welles, provocando una alarma general donde muchas personas creyeron que realmente la Tierra estaba siendo invadida.
El miedo es algo innato en los seres humanos. El científico y columnista de Un Día Perfecto, Gabriel León, explicó que todas las personas nacen con dos miedos: a caer y a los ruidos fuertes. “Hay una ventaja biológica al tener ese miedo, la gente que no siente ese miedo probablemente desapareció antes. Te protege de algo, que son los peligros: esa es la ventaja evolutiva del miedo”, contó.
El resto de los miedos son aprendidos. Las personas eventualmente podrían adquirir miedo a cualquier cosa. En 1920 se hizo el experimento Little Albert, donde el hijo de una nodriza fue sometido a un experimento en el que lo condicionaron con ruidos fuertes cada vez que aparecía un animal. Después, el pequeño tenía miedo incluso a los peluches de esos animales.
Otro experimento mostró una mujer que no era capaz de percibir miedo. Esto se debía a una vida traumática. “Los investigadores tomaron a esta mujer con dos sicólogos muy experimentados que no sabían que ella no tenía esta capacidad. Determinaron que era muy resiliente y la catalogaron de ‘heroica’. Lo que ellos diagnosticaron como resiliencia y heroísmo es un desconocimiento profundo a los escenarios peligrosos”, agregó.
Pero el miedo es clave para sobrevivir, pues eleva la adrenalina y permite a los humanos estar dispuestos a hacer cosas que en condiciones normales no harían si es que la vida está en peligro.
¿Pero por qué nos gusta sentir miedo? En realidad, a las personas les gusta sentir miedo -como subir a una montaña rusa o ver una película de terror- solo en condiciones seguras, porque una vez terminada la experiencia se produce un gran placer al haber sobrevivido. De hecho, vivir experiencias de miedo con otras personas genera una unión casi indestructible con ellos.
Mire la columna de Gabriel León en Un Día Perfecto: