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Facebook toma medidas, pero no son suficientes

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Agencia Uno
POR Matias Bobadilla |

Ante el robo de datos privados que sufrieron más de 87 millones de usuarios, la red social enfrenta un fuerte cuestionamiento.

El escándalo de la recopilación de datos privados de forma ilegal por parte de la compañía Cambridge Analytica y que fueron usados para la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 ha llevado al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, a declarar ante el Congreso de Estados Unidos.

Ha sido un problema mayúsculo para la red social, que ha enviado a sus usuarios una advertencia de que pudieron haber sido afectados por este hecho. A partir de este lunes, quienes tuvieron algún amigo que descargó la aplicación “This is your digital life”, que permitía recopilar datos, recibirán un mensaje con el título “Protege tu información”.

Este mensaje informa que han eliminado la aplicación de la plataforma pues “podría haber mal usado algo tu información de Facebook compartiéndola con una compañía llamada Cambridge Analytica”.

Los usuarios que no fueron afectados recibirán otro mensaje que los lleva a revisar las aplicaciones que tienen instaladas mediante el menú Configuración. Desde ahí pueden borrarlas de su cuenta, aunque esto no implica la eliminación de sus datos personales. “Son medidas que vienen a tratar de subsanar un error que ya ocurrió, y nos pide que nos hagamos cargo de entregar datos que ya consentimos”, dice Juan Carlos Lara, director de Investigación y Políticas Públicas de Derechos Digitales.

Foto: Facebook

La debilidad de la política de privacidad

El problema de la privacidad en Facebook no es nuevo. La red social ha actualizado constantemente sus políticas ante los cuestionamientos de miles de usuarios a través del mundo. “Facebook viola nuestra privacidad de maneras que ni entendemos”, advertía Solana Larsen, activista por los derechos digitales y editora de Web We Want, en 2016.

Un gran impulsor de Facebook en sus inicios fueron las aplicaciones. Muchos usuarios llegaron a la red social para jugar con sus amigos juegos como “Pet Society”, “Farm Ville” e incluso “Angry Birds”. Del mismo modo, aplicaciones desarrolladas por usuarios -aparentemente- menos avezados generaban encuestas para saber “qué personaje” de tal o cuál serie eran las personas. “Esas son históricamente las aplicaciones que recopilan información de los usuarios”, señala Lara.

En 2011, la compañía de Mark Zuckerberg obligó a los desarrolladores de aplicación a visar el acceso a la información por parte de los usuarios. “Antes Facebook no te preguntaba nada”, dice Mario Vásquez, gerente de proyectos de AltaVoz, empresa que desarrolla sistemas en internet para compañías.

Recién en 2014 el cambio en las políticas de privacidad hizo que las aplicaciones dejaran de tener acceso a la información de los amigos del usuario cuando este aceptaba. Este cambio hubiese evitado que “This is your digital life” recopilara la información de 87 millones de usuarios con solo 270 mil que instalaron la aplicación. “Lo grave de esto es que los usuarios no solo compartieron su información, sino también la de sus amigos sin su consentimiento”, sostiene Mario Vásquez.

Aunque sin el nivel de acceso que tenían antes, las aplicaciones aún pueden conocer, al menos, la lista de contactos de los usuarios. Además, se pueden comprar bases de datos a compañías que siguen utilizando Facebook como plataforma.

Aun así, Vásquez ha podido ir comprobando cómo Facebook ha endurecido sus políticas mientras ha ido desarrollando aplicaciones para la plataforma: “Han ido poniendo capas de seguridad. Fueron de los primeros en exigir que las aplicaciones que se instalaran tuvieran certificados de seguridad, cuando los navegadores ni siquiera tenían”.

¿Por qué Facebook no cierra la brecha definitivamente para evitar cuestionamientos? Porque su negocio, dice Lara, se basa en el procesamiento (no venta) de bases de datos personales, y eso no es solo de gustos, sino también de círculos sociales y cómo estos se relacionan. “Lo que Facebook ofrece no es tanto un producto para las personas sino más para los avisadores”, agrega.

¿Cómo se consiguieron los datos para la campaña de Trump?

Cambridge Analytica, empresa que recopila información digital para ocuparla en procesos electorales, capturó -de manera ilegal- información de 87 millones de personas (la mayoría en EE.UU.) a través de una aplicación que funcionaba como test de personalidad que instalaron 270 mil usuarios.

Con acceso a la actividad privada de los usuarios, la información recopilada fue tan precisa que se estableció un perfil sicológico de cada persona que aumentaba su precisión con cada like. Esto, bajo el modelo de los cinco grandes, que analiza cinco rasgos importantes para predecir la personalidad de cada persona.

La compañía Cambridge Analytica ocupó estos datos para la campaña del, entonces, candidato Trump. Así, ocupando su algoritmo, cada usuario perfilado por la empresa recibió propaganda personalizada.

Aunque en un inicio Facebook minimizó el alcance del problema, más tarde reconoció los problemas de privacidad de los usuarios, aunque culpando a Cambridge Analytica. “Esto fue un engaño y un fraude”, dijo el vicepresidente de la red social, Paul Grewal, a New York Times.

El testimonio de Zuckerberg

Este martes 10 de abril, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, se enfrenta a las preguntas del Comité Judicial y del Comercio del Senado. Al día siguiente, responderá ante el Comité de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes. 

El testimonio de Zuckerberg argumenta que su red social inicialmente no sabía de la filtración de los datos privados de más 87 millones de usuarios y que, al conocer esto, pidieron a Cambridge Analytica y al desarrollador de la aplicación para crear perfiles, Aleksandr Kogan, eliminar los datos.

Eso sí, el fundador de Facebook pedirá disculpas, al mismo tiempo que anunciará que se están tomando medidas para que esto no vuelva a suceder. “No tuvimos una visión lo suficientemente amplia de nuestra responsabilidad y eso fue un gran error. Lo siento. Yo comencé esto, yo lo ejecuté y soy el responsable de lo que sucede”, dirá antes de responder las preguntas de los congresistas.

Juan Carlos Lara cree que este hecho puede significar un punto de inflexión para la red social, lo que conlleve un cambio en el modelo de negocios: “Todavía podrían adoptar ciertas medidas. Lo que queda ver es si habrá cambio sustancial y eso va a requerir de mucho esfuerzo”.