Entretención

Narcotráfico online. La historia de la Ruta de la Seda virtual

Imagen principal
POR Administrador |

En la Corte Suprema de EE.UU. se presentó la apelación para que se revise la condena a Ross Ulbricht, sentenciado a cadena perpetua por venta de drogas y delitos informáticos.

La Ruta de la Seda fue, entre el 2011 y el 2013, el equivalente a Amazon pero en la web oscura. En vez de vender libros y música, ahí se transaban drogas, entre otros ilícitos. Su creador era un joven de 27 años, estudiante de Economía y Física, llamado Ross Ulbricht.

Ross Ulbricht creció en Austin, Texas, en medio de una familia tradicional. Quienes lo conocen lo califican como tímido, retraído, pero muy interesado en temas sociales y con un gran interés por, en sus palabras, “construir algo que ayude al progreso de la humanidad”.

En la universidad, Ulbricht se obsesionó el pensamiento libertario y se convenció de que el Estado es una invención para mantener a los ciudadanos oprimidos. Por eso se propuso desarrollar un experimento online que mostrara que la teoría económica sí podía funcionar sin agentes reguladores. Con algunos conocimientos de computación, Ross desarrolló “The Silk Road“, La Ruta de la Seda, un espacio en la Dark Web -la internet que no encuentran los buscadores y en la que los usuarios son completamente anónimos- donde se transaban drogas a cambio de bitcoins, la criptomoneda que es imposible de rastrear.

La Ruta de la Seda tuvo un crecimiento explosivo. En un año llegó a tener un millón de usuarios inscritos. La droga se compraba online, era despachada por correo a domicilio y, al menos al inicio, se vendía solo a mayores de edad y en dosis preestablecidas. Eso en un principio porque el año 2013 seis personas, en distintas partes del mundo, murieron por sobredosis de drogas compradas en la plataforma de Ulrict. Fue el detonante para que el Senado de Estados Unidos pidiera cerrar “el mayor mercado de drogas de la historia” y el FBI se abocara a la tarea de dar con su creador y administrador. No sería nada de fácil.

Ross Ulbricht usaba el nombre Dread Pirate Robert -el “osado pirata Roberto”-, como su alias en la Dark Web. El nombre corresponde a un personaje de la película La princesa prometida y la elección tenía su qué. En el filme, el título Dread Pirate Robert (DPR) correspondía a quien usara la máscara, no a la persona que la llevaba. Con esto Ulricht pretendía crear la ilusión de que él no era el primer Dread Pirate Robert en la Dark Web, ni tampoco sería el último. Los agentes del FBI se hacían pasar por compradores en La Ruta de la Seda, e incluso uno de ellos le ofreció a DPR comprar la plataforma, a cambio de mil millones de dólares. La respuesta de Ulbricht fue no, arguyendo que lo que ahí se hacía “era un experimiento que pretendía mostrar cómo la economía sí puede funcionar sin una autoridad central”.

El contador

En medio de la búsqueda aparece Gary Alford, un contador que, por cuenta propia, estaba empeñado en encontrar a DPR. Su padre había sido un profesor que se dedicó a combatir el narcotráfico en las escuelas públicas, por lo que él quería seguir con su legado. Armado de su motivación, su computador y una conexión a internet, Alford se dedicó un fin de semana a buscar en Google pistas de DPR. Las encontró en un foro sobre bitcoin y luego siguió su rastreo hasta dar con un blog para desarrolladores de sitios web, en el que un usuario llamado “Frosty” hacía preguntas que el mismo Gary se “hubiera hecho si fuera el administrador de The Silk Road.” Comenzó a buscar a Frosty en distintos sitios hasta que encontró el nickname junto a la dirección de mail ross.ulbricht@gmail.com . Ese fue el gran error de Ulbricht, aunque no el único.

Gary Alford llegó hasta el FBI y les mostró quién era el DPR que ellos llevaban tanto tiempo buscando. Dieron con la dirección IP de su laptop, ubicado en San Francisco, California. En esa ciudad montaron un operativo para detenerlo, pero su arresto debía producirse mientras él estuviese logueado dentro de la Ruta de la Seda como DPR.

En una biblioteca pública de San Francisco, dos agentes de policía encubiertos se pusieron a discutir cerca de Ulbricht, quien se distrajo de su computador, momento en el que otro policía lo tomó. Ross Ulbricht fue detenido y condenado a cadena perpetua, sin posibilidad de fianza. Y aquí comienza la polémica.

La polémica

Según la familia Ulbricht, el juicio estuvo viciado. Alegan que se implantaron pruebas en su computador, como supuestos asesinatos por encargo que nunca fueron probados, y que se le dio una pena ejemplarizadora porque él había demostrado que “las estructuras de poder podían tambalear frente a la fuerza de la gente en el mundo digital”. Crearon el movimiento Free Ross y continuamente suben a YouTube videos en los que abogan por que se reconsidere su sentencia. Ahora su caso está en fase de apelación ante la Corte Suprema de Estados Unidos.

Por otra parte, hay testimonios y reportajes que dan cuenta de un personaje oscuro, que se “enamoró de su leyenda” y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para “mantener su posición de poder”.

El documental Deep Web -disponible en Netflix- ahonda en la vida de Ross Ulbricht, la historia de La Ruta de la Seda y las controversias que rodean la condena a cadena perpetua contra su creador.

Revise el video en que contamos esta historia en Un día Perfecto.