Nueva licitación del Transantiago: “Significará una amenaza permanente al que lo hace mal”
La ministra de Transportes, Gloria Hutt, sostuvo que el aumento de los operadores del Transantiago dejará al Estado con mayor poder de negociación.
El Gobierno presentó los contenidos esenciales para las bases de la nueva licitación del Transantiago, que llevarán a una renovación de la mitad de la flota para el próximo año. Gloria Hutt, ministra de Transportes y Telecomunicaciones, señaló que el aspecto más importante es la separación de los contratos entre los operadores y los contratos de los dueños de las máquinas.
“Una de las razones por las que vemos los buses tan deteriorados es porque los contratos vigentes amarran la duración del contrato de operación a la vida útil de los buses, entonces los buses terminan muriendo -literalmente- con el contrato y se deteriora el servicio sin oposición. Al separar estos contratos podemos mantener un nivel de operación controlado por estándares de calidad y, por otro lado, buses con niveles de mantención asegurados por un contrato distinto y de más largo plazo”, dijo la ministra a Primera Pauta.
La misión de esta nueva licitación es ampliar el mercado de los operadores, cuya máxima cantidad de máquinas a ofrecer será de 300, con un contrato de duración de cinco años y que se puede renovar hasta 10 en caso de cumplir con los niveles de calidad exigidos. Esto, aseguró Hutt, permitirá un mayor dinamismo en la entrada y salida de operadores, mejorando la competencia por el hecho de que “entrar al sistema será más fácil y significará una amenaza permanente al que lo hace mal, que siempre tiene uno detrás que está listo para entrar si no cumple”.
Esta primera renovación de buses -cerca de tres mil- traerá máquinas con aire acondicionado, cargador USB y la desaparición de los torniquetes, entre otras cosas. “Se renueva la mitad de la flota en esta primera licitación y después se completa en las licitaciones sucesivas. La renovación de flota es uno de los aspectos más claves para demostrar a las personas que la calidad del sistema puede ser distinta”, añadió la secretaria de Estado.
Aunque reconoce que la aparición de más operadores -de siete a 18 en cinco años- generará complicaciones, también les permitirá más flexibilidad a la hora de negociar. “Hoy hay menos contratos, pero tenemos casi nulo poder de negociación. Con operadores muy grandes es bien poco lo que uno puede lograr finalmente, porque siguen dando los servicios y el Estado no puede caducarlos. Reemplazar una unidad de mil buses es casi hacer una licitación de nuevo”, dijo.
Con respecto a la huelga de Subus, que paraliza seis recorridos (203, 204e, 205e, 207e, 209e y 224c), Hutt espera retomar las negociaciones en el plazo más breve, mientras desde el Gobierno mantienen un plan de contingencia: “Siendo muy legal y con la normativa que regula una huelga, no es legítimo que impidan que las personas se movilicen, especialmente si los servicios están cubiertos por otras compañías”.
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