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De miedo o tranquilidad: los posibles rivales de Chile en Copa Davis

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POR Periodista Practicante |

Después de ocho años, Chile vuelve al grupo mundial en busca de la ensaladera de plata. ¿Qué países son los más fáciles y complejos para el equipo que dirige Nicolás Massú?

En menos de cinco horas el estado de ánimo recorrió el camino desde el éxtasis en su estado más puro, hasta el nerviosismo. Ambos disfrazados de confianza absoluta por parte de las miles de personas presentes en la cancha. Parado y jamás calmo, quien nunca se puso una capa de superhéroe, pero cuyas palabras terminaron convirtiéndolo en uno, alentaba más que en sus años como jugador.

Nicolás Massú, capitán del equipo chileno de Copa Davis, era simplemente él. Caminando de un lado al otro, inquieto pero con seguridad, agitando los brazos y gritando ánimo en un lenguaje propio. Sus pies querían traicionarlo. La raqueta dejó de moverse hace años, pero las extremidades inferiores rogaban por entrar a la cancha y decir que la clasificación, esta vez, sería de la visita.

Con el primer punto para Chile, la confianza aumentaba. Con el segundo, esquivo ante un Christian Garín que no pudo desarrollar su mejor juego y acabó perdiendo, bajaba un escalón. La incertidumbre cobraba protagonismo. Pero jamás en la mente del capitán. Categórico y conocedor del juego propio y de los rivales, puso fin a la ansiedad del número 1 nacional: el dobles lo jugarían Hans Podlipnik y Tomás Barrios

Derrota dura. La caída puso cuesta arriba la clasificación, pero Nicolás Jarry se agigantó. Se creyó el mejor y lo fue. Y lo es. Aquel 6-4, 3-6 y 7-6 emparejaba la cancha y obligaba a Garín a obtener una revancha si Chile quería lograr la clasificación.

¿Indecisión? ¿Errores? ¿Poca efectividad? Nada. Fue certero, no desvió la atención en ningún momento y la confianza se convirtió en combustible para ponerse 4-0 en el primer set, y no parar hasta abrochar la llave. Una hora y media le tomó concretar la tarea. Un 6-1 y 6-2 a Jurij Rodionov trajo consigo una escena que recuerda el oro olímpico de Atenas 2004: Massú corre, salta y se lanza a la arcilla. Solo que esta vez bajo él no estaba Fernando González.

Con el pase en las manos y el término de ocho años sin formar parte del grupo mundial de Copa Davis, el tenis chileno enfrenta uno de los desafíos más grandes de su historia en la última década. El desempeño en noviembre, cuando a tres sets se jueguen los partidos que definirán, en final única, al mejor equipo de tenis en el mundo, podrían sentenciar que el recambio en el tenis es más que un sueño. Pero la tarea no será fácil.

A la espera del sorteo que se realizará este 14 de febrero en la capital española, en PAUTA adelantamos cuál sería el grupo más complejo que podría tocarle al equipo chileno y cuál sería el más abordable.

Casi todos los croatas con nivel de top 10

Segundos en el ránking por equipos de Copa Davis (solo a 238 puntos de Francia), Croacia (uno de los seis cabezas de serie y parte del bolillero 1), es el equipo con mayores fortalezas grupales e individuales del circuito, y la principal amenaza para Chile. Con una de sus figuras metidas entre los 10 mejores del circuito, y una segunda raqueta a poco de hacerlo, los croatas se llevaron la ensaladera de plata en 2018 y son los actuales monarcas del torneo internacional.

Con este resultado, que les entregó el segundo torneo después del obtenido en 2005 por Ivan Ljubicic, Mario Ancic, Goran Ivanisevic e Ivo Karlovic (3-2 a Eslovaquia), se consolidó un referente del recambio: Marin Cilic.

Singlista número 1 de Croacia, su camino comenzó en 2007 y no ha parado desde entonces. Actualmente completa los 10 mejores del mundo, pero llegó mucho más lejos: fue n° 3 en enero de 2018. Dueño de una de las mejores derechas del circuito, acumula 18 torneos en su etapa como profesional, y solo en 2019 alcanza un 78% de puntos ganados con el primer servicio y 86% de los juegos sin quiebres.

Otra de las figuras de los actuales campeones es Borna Coric. Derecha de 22 años que el año pasado derrotó a Roger Federer en la final del Masters 1000 de Shanghai, es el n° 13 del mundo, pero su juego dice lo contrario. Inminente es su entrada a los mejores 10 del ATP si mantiene el rendimiento de 89% de efectividad en su servicio y el 72% de puntos de quiebres salvados.

Pero no solo en singles los croatas son una bomba de tiempo. Mate Pavic es el 7° del mundo en dobles y durante el año pasado levantó las copas de Chengdu, Doha, Auckland, Ginebra y el Abierto de Australia. Su compañero habitual, Ivan Dodig (35°), acumula 11 títulos en su carrera, entre los cuales se encuentran un Roland Garros y cuatro Masters 1.000.

El quinto en cuestión es Franko Skugor, tercera raqueta croata que debutó en Copa Davis durante 2018, y que puede desenvolverse sin problemas en dobles. Es el n° 28 en la modalidad.

A España lo quiere el capitán

No habían pasado más que horas desde la histórica vuelta de Chile a la élite del tenis mundial, y Nicolás Massú ya se adelantaba a lo que serían los partidos a disputar en Madrid. En su mente no se encontraban los croatas. “Ojalá nos toque España”, le decía a Marcelo “Chino” Ríos, con esa hambre y garra que lo llevaron al ser n° 9 del mundo en 2004.

Entre risas y la euforia del momento, el capitán del equipo chileno se adelantaba a uno de los escenarios más complejos que podría enfrentar el país el próximo 14 de febrero. Bien podría ser una exhibición del mejor juego de los singlistas chilenos o el peor regalo de San Valentín para el equipo.

La escuadra que en semifinales de la Copa Davis pasada no contó con su máxima figura, Rafael Nadal, por una lesión en su rodilla, es parte del bolillero n° 2 (junto con Serbia, Australia, Italia, Alemania y Kazajistán), y es uno de los potenciales rivales más complejos para Chile.

A pesar de estar en el séptimo lugar de los cuadros más competitivos en la actualidad, España debiera ser una carta segura para revalidar el título de 2011 obtenido a manos de Argentina.

Registran, a nivel grupal, la mayor cantidad de victorias consecutivas como local en Copa Davis desde la creación del torneo en 1981 (27). Ese número aumenta a 29 si se trata de eliminatorias como invicto en tierra batida, y cuentan con el jugador con más puntos ganados en la historia. Quién más que él, ese que algunos llaman el mejor después de Roger Federer: Nadal, con 23 triunfos entre individuales y dobles.

Uno de esos lo lograba con apenas 18 años, ante el entonces n° 2 de mundo, Andy Roddick. Ese punto, que daría el 3-2 para los europeos ante Estados Unidos, daría inicio a la relación de Nadal con las ensaladeras de plata.

Actualmente n° 2 del mundo, solo ha bajado del top 3 por lesión. En lo que va del año acumula un 92% de efectividad en los juegos con su servicio, un 71% de puntos de quiebre salvados y un 69% con el saque. Al margen de las estadísticas, los 80 títulos a sus espaldas desde su debut, las cuatro Davis, los récords en arcilla y un nuevo saque (más rápidos y letal), lo convierte en el individual a vencer si las bolillas que determinan los tríos los sitúan junto a Chile.

Al mallorquín lo acompañan Pablo Carreño (23° en el ATP y 23 años) y Roberto Bautista (18°), ambos singlistas que disputaron la edición pasada de Copa Davis. El primero viene de un año un tanto irregular, con 31 victorias y 18 derrotas en partidos oficiales, mientras que Bautista suma 25 duelos ganados, 14 perdidos y dos torneos ATP, en tres finales disputadas.

La dupla que se enfrentaría a Hans Podlipnik y Julio Peralta, o Tomás Barrios (dependiendo de las condiciones físicas de Peralta), se compone de Feliciano López y Marcel Granollers, 36° y 28° en dobles, respectivamente. A pesar de que perdieron el duelo decisivo ante Francia por el paso a la final de la Copa en 2018, la experiencia de ambos en la modalidad los alza como una de las duplas más fuertes entre los 18 equipos que disputarán la fecha única en Madrid.

Con Croacia como cabeza de serie y España como el segundo mejor posicionado, este grupo sería el más complejo y de mayor intensidad al cual Chile podría enfrentarse en noviembre.

La esperanza es argentina

Diecisiete veces se han enfrentado Chile y Argentina por Copa Davis. Nueve triunfos para los trasandinos y ocho para el equipo local. Uno de los encuentros más recordados es el de Patricio Cornejo contra Guillermo Vilas en 1973, cuando las voces decían “vengan a ver cómo Vilas le gana a Chile”. Pero con cinco sets sin tiebreak, la historia inclinó 3-1 la serie a favor de los chilenos.

De ese ese año a la fecha, un título y el ránking en la Copa Davis es lo que separa a los chilenos del equipo encabezado por Diego Schwartzman (20°). Mientras los trasandinos están en el 3° lugar, Massú y compañía están 22°.

Sin Juan Martín del Potro, que en 2017 renunció afirmando que “es un ciclo terminado. Tener como último recuerdo ese título, todo lo que se ha formado y el mensaje que dimos, para mí es como un cierre”, la mejor carta de los capitaneados por Gastón Gaudio, Guillermo Coria y Guillermo Cañas es Schwartzman.

El segundo singlista de los argentinos es Guido Pella (59°), a quien Nicolás Jarry ya conoce. Los partidos disputados en el Challenger de Santo Domingo y el Open de Barcelona pueden ser un arma de doble filo, pero la altura, rapidez en el saque y el ránking de Jarry, lo convierten en un rival más que abordable. Para Christian Garín, a pesar de la derrota en el último partido entre ambos, no debiera ser tanto más complejo. El chileno se muestra más sólido en lo que va del año.

La nómina de jugadores la completarían Horacio Zeballos, Máximo González y Nicolás Kicker. Los dos primeros (23° y 41° en dobles) son la mejor dupla de los argentinos. Aunque las estadísticas hablan por sí solas, si se hace un repaso por el historial de ambos en la competición, el balance no es positivo. Zeballos tiene seis victorias y cinco derrotas (55% de rendimiento), mientras que González no supera el 33% (una victoria y dos derrotas).

El clasificado de Asia Central que no sorprende

A pesar de que Kazajistán disputó Copa Davis por primera vez en su historia en 2011 (antes lo hicieron con la Unión Soviética), su participación en la final de noviembre está lejos de ser una sorpresa. Han alcanzado los cuartos de finale en cinco ocasiones, la última de ellas en 2018, y se impusieron con propiedad ante Portugal para sellar su paso a la instancia final del torneo.

Llegan con Mikhail Kukushin (55°) como principal figura. Durante esta temporada acumula solo un 57% de juegos ganados con su servicio y el 45% de los puntos de quiebre salvados, números muy inferiores a los que registran todos los chilenos que forman parte del equipo nacional de Copa Davis para la edición 2019.

El equipo lo completan Alexander Bublik (172° singles), Aleksandr Nedovyésov (407°), Timur Khabibulin (154°) y Dmitry Popkó (573°), todos en dobles. De ellos, ninguno ha logrado posicionarse entre los tres mejores del circuito. El mejor ránking lo ha tenido Nedovyésov, que llegó al 115° del ATP en dobles hace cinco años.

Argentina, rival que más pierde con la salida de su mejor tenista en la última década, completaría junto con Kazajistán y Chile el grupo menos exigente y con mayor probabilidades de éxito para el combinado nacional.