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Las razones de la posible salida de Héctor Tapia de Colo Colo

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POR Bruno Sampieri |

La racha de ocho partidos es uno de los factores que dejan en el abismo al entrenador.

La paciencia se perdió en Macul y Héctor Tapia estuvo al borde de dejar de ser el entrenador de Colo Colo. La tarde de este lunes, tras una reunión extraordinaria del directorio de Blanco y Negro, se optó por confirmar a Tapia en su cargo, aunque parte de la mesa no quería que el entrenador continuara en el club.

Tapia asumió el 24 de abril de este año tras la salida de Pablo Guede, también por malos resultados. Desde ahí, el rendimiento de los albos fue de menos a más, logró una impensada clasificación a los cuartos de final de Copa Libertadores, pero eso lo llevó a dejar de lado la Copa Chile y el Torneo Nacional, competencias donde los resultados de los albos estuvieron por debajo de lo esperado.

El termino anticipado de contrato, que está firmado entre ambas partes hasta fines de este año, se podría dar por finalizado antes de tiempo y estos son los principales motivos que tienen a Tapia colgando de un hilo en Macul.

Resultados

Desde su arribo a Macul, sólo ha obtenido 22 puntos en 17 fechas del torneo nacional, equivalentes a un 43.1% de rendimiento. A eso hay que sumarle que de sus últimos ocho partidos dirigidos, incluyendo las dos derrotas ante Palmeiras, Colo Colo no ha sabido de triunfos. Esto tiene a los albos en la séptima ubicación del Torneo Nacional con 38 puntos, último puesto que da cupo para la Copa Sudamericana 2019. El problema radica en la escasa diferencia que posee con Unión Española, equipo al que solo superan gracias a los partidos ganados en este torneo.

Los cuartos de final alcanzados en Copa Libertadores no fueron un colchón suficiente para que Héctor Tapia asegurara su permanencia en Macul, a pesar que esta fue la mejor actuación de los albos en la competencia desde 1997, cuando alcanzaron las semifinales.

La eliminación temprana de Copa Chile también fue factor. En esa serie, Tapia planteó un equipo alternativo ante Ñublense, pensando que con eso le bastaría. El entrenador erró y quedó fuera de la competencia tras caer por 2-3 en el marcador global ante los chillanejos.

Dominio de camarín

Este se le ha ido de las manos y se ha notado. En el momento que tuvo que dar golpes de timón, se mantuvo fiel a su idea de juego, la que claramente no estaba dando resultados. No varió la línea de tres que venía desde la época de Pablo Guede, tampoco se la jugó con alinear extremos, cuando claramente el equipo no le estaba funcionando con Barrios y Paredes centralizados en ofensiva.

Mantuvo en su lugar a jugadores como Damián Pérez, Jaime Valdés, Gonzalo Fierro y Lucas Barrios cuando estos no estaban en su nivel. Tuvo la oportunidad de reemplazar a estos jugadores con gente de la casa, pero tampoco ha tenido el coraje para hacerlo.

Promoción de juveniles

A diferencia de lo hecho en su primera etapa en Colo Colo, donde jugadores como Juan Delgado, Luis Pavez, Claudio Baeza y Esteban Pavez se transformaron en parte fundamental de equipo que terminó siendo campeón, en esta ocasión pareciera que ha hecho jugar los juveniles por la regla del sub 20 y no por convicción. Según consigna el sitio oficial de Colo Colo, el equipo campeón del 2014 fue el que más jugadores formados en casa ha tenido desde el 2006.

En esta ocasión, los albos ni siquiera han logrado cumplir con la regla de minutos sub 20. A la fecha, suman 1.126 de los 1.350 que la regla los obliga a cumplir. En los cuatro partidos venideros, Tapia (o quién lo reemplace en caso de salir) debe alinear 56 minutos en promedio por partido a un juvenil para evitar una sanción por no cumplir con la normativa.

La comparativa aún es más dura si cruzamos los minutos de los juveniles que más sumaron en los distintos períodos. En 2014, cuando aún no existía la regla del sub 20, Luis Pavez, quien por ese entonces tenía 19 años, jugó 1.421 en 17 partidos. Desde la llegada de Tapia, el juvenil con más participación fue Iván Morales, quien sumó escasos 404 minutos en 10 partidos jugados.

Autotraición

El Héctor Tapia que fue campeón en su primera etapa en Colo Colo no fue el mismo que dirigió a los albos en esta pasada. No fue un entrenador revolucionario que trajera ideas distintas, que se la jugara por los jugadores de la casa o que sentara en la banca a los jugadores con más trayectoria. 

No mostró una actitud ni una filosofía de vida que contagiara a los jugadores. Tomó una actitud tibia, dónde permitió que le trajeran jugadores veteranos, como el caso de Lucas Barrios.

Al final de cuentas, agarró lo bueno que quedó de Pablo Guede, le logró sacar trote por algunas fechas del torneo local y en algunos partidos de Copa Libertadores. Después de eso, el equipo comenzó a entrar en una racha de malos resultados que Tapia no ha logrado controlar.