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Los fracasos de la gestión de Carlos Heller en la Universidad de Chile

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Agencia Uno
POR Periodista Practicante |

El período del presidente del directorio se ha caracterizado por los malos resultados internacionales, una rotativa sin sentido de directores técnicos y la promesa incumplida del estadio.

Lunes 07 de abril, 2014. El mandato de José Yuraszeck en Azul Azul llegaba a su fin. Las peleas con directivos, tanto del club como rivales, eran reemplazadas por las promesas de un hincha que se volvía controlador del segundo equipo de fútbol más grande del país. Carlos Heller, con la palabra estadio como principal recurso y la obligación de dar a conocer al próximo entrenador, asumía el desafío de la presidencia del directorio tras convertirse en controlador de Universidad de Chile.

La tarea de unificar al camarín, luego del interinato de Cristián Romero como DT, no era fácil. Una derrota los dejaba fuera de Copa Libertadores y más aún, los estancaba en el campeonato nacional. Soluciones había muchas; buenas decisiones muy pocas. Comenzó a vociferarse el nombre de Martín Lasarte, que luego terminaría convirtiéndose en uno de los seis mejores técnicos de la era Heller. Sí, seis en cinco años

De rendimiento bajo, la U ha estado lejos de levantar cabeza y volver a sus épocas doradas, como la de Jorge Sampaoli en la banca. Durante los años en que el dueño del club ha ejercido como presidente del directorio, en el campo nacional la tarea ha sido discreta. En el plano internacional, desastrosa.

La historia ya es cuento repetido para los hinchas: una institución se refuerza, pero despide al técnico que armó un plantel completo. Llega un reemplazante, y se van los nombres contratados. Todo el proceso más de una vez por año. 

Hoy el panorama es similar, pero con un nuevo actor como punto de discordia: el gerente deportivo del club, Sabino Aguad. Las pugnas con el actual estratega, Frank Kudelka, por la incorporación de nombres como el de Matías Campos López (del gusto de Aguad, pero no solicitado por el técnico), no han hecho más que acentuar el mal presente de los azules. Peor es la situación con derrotas como la que les costó la eliminación de Copa Libertadores.

En el Centro Deportivo Azul se barajan opciones para reemplazar a Kudelka. De perder contra O’Higgins en el Torneo Nacional, su salida sería altamente probable. 

Una promesa vuelta utopía

Bandera de luchas de varios, pocos han estado medianamente cerca de cumplir. La localía en el Estadio Nacional se vuelve insufiente cuando cada tarde, luego de una victoria, los azules escuchan el ya cliché: ¡Pero por lo menos nosotros tenemos estadio!

Conocido hincha e identificado plenamente con el azul y el rojo, una de las promesas de Carlos Heller fue no irse sin ante dejar, a lo menos, la primera piedra de la tan soñada casa propia. Se habló de Laguna Carén, pero no. En La Pintana se hablaba de la existencia de terrenos aptos, pero no. San Bernardo fue la última y más tangible opción, pero los vecinos dijeron no.

Con la poca cantidad de terrenos disponibles y alto precio de los que quedan, las opciones del cuadro laico de disputar un partido en un estadio propio se vuelven aún más escasas. La que comenzó como una esperanza, se trasformó en un nuevo imposible.

Discordia más que refuerzos y una relación insostenible

“Frank Kudelka pidió a Edson Puch, Pablo Mouche y Luis Jiménez, que llegaron a los rivales. Claramente nosotros gestionamos mal”, dijo Johnny Herrera, capitán y símbolo de la U, en entrevista con CDF.

Diez refuerzos abrocharon en Universidad de Chile para la temporada 2019. Más que ayudar al club, sembraron las dudas sobre cómo se toman las decisiones técnicas dentro del CDA, y quién es verdaderamente el encargado de conformar el plantel y pedir nuevas incorporaciones.

Uno de ellos no estaba en los planes de Frank Darío Kudelka, y aún así llegó al plantel: Matías Campos López. Solo y sin preguntarle a nadie: esa fue la estrategia utilizada por el actual gerente técnico, Sabino Aguad, para concretar la llegada al club de una incorporación que quedó relegada a la suplencia. Junto con él, Diego Carrasco, Matías Campos Toro y Augusto Barrios fueron las otras incorporaciones que aparecieron sin ser prioridad para el DT.

Esto desató una nueva polémica entre técnico-gerente deportivo que ya es costumbre para Carlos Heller. Todo comenzó en 2010, cuando el exdirectivo de Palestino llegaba al club para, bajo su gerencia, alcanzar el tìtulo más importante en la historia de los azules: Copa Sudamericana. Sin embargo, sus diferencias con Jorge Sampaoli lo llevaron a dar un paso al costado, solo dos años más tarde.

De la mano de Carlos Heller, Aguad vuelve al romántico viajero para dar a conocer la incorporación de nuevos refuerzos. Mathías Corujo, Gonzalo Espinoza, Guzmán Pereira y nuevamente Gustavo Canales, fueron anunciados por la dupla dirigencial. Pero no cumplieron el objetivo y a pesar del título levantado con Martín Lasarte, Aguad volvió a partir.

Luego de él asumió el puesto Andrés Lagos, quien ejerció por cerca de un año hasta que  Ronald Fuentes , símbolo de la U como jugador, dejó la Universidad de Concepción para ser el puente entre Ángel Guillermo Hoyos y Carlos heller. Luego le corespondió mediar entre el presidente de Azul Azul y Frank Darío Kudelka.

La derrota sufrida por 7-0 ante Cruzeiro, en abril del 2018, por Copa Libertadores, provocó un cambio en la banca, pero la relación entre Fuetes y Hoyos estaba rota hace tiempo. El deseo del gerente de poner en el banco a Miguel Ponce, fue una de las polémicas que surgieron durante su administración. Junto con la salida de Mauricio Pinilla y la indisciplina de Yeferson Soteldo, la nula capacidad de relacionarse de forma directa con el segundo hombre más importante de la institución desencadenaron su salida.

Nuevamente Sabino Aguad dijo presente. Lo acompañaría Kudelka, un técnico que nunca fue de su gusto. En ese momento comenzó la polémica que hoy está en un punto clave de decisión: se va uno o el otro, pero los dos no siguen, a lo menos cuando termine el primer semestre de este año.

Sin peso internacional

Carlos Heller asumió en la U cuando el equipo disputaba la primera fase de Copa Libertadores en 2014. La tarea era aportar continuidad, fortalecer al equipo para los desafíos fuera del país, trabajar de la mano con técnicos que fomentaran la inclusión de canteranos en el primer equipo, para tener recambio en caso de lesiones de las figuras. ¿Cuánto de eso logró? Nada.

Los resultados no llegaron, ningún juvenil fue titular y la obligación de cumplir con una gestión sólida se comenzaba a derrumbar a golpes. El primero de ellos la eliminación de la Copa Libertadores en 2014, donde el 66,6% de rendimiento no fue suficiente para pasar la fase de grupos. A esa derrota le siguieron las eliminaciones en la fase de grupos en las Libertadores 2015, 2016 y 2018. Tras la reciente eliminación ante Melgar, la U no supera el 32% de rendimiento en cinco años en el máximo torneo continental.

Seis direcciones técnicas, ocho personas al mando

En 2014, Martín Lasarte asumió como el nuevo entrenador del cuadro azul. Lo más recordado por los hinchas fueron los tres los títulos obtenidos: Torneo Nacional, Copa Chile y Supercopa 2015. Tras una temporada que rozó la perfección, los laicos lograban la estrella 17 en Primera A. Era el rendimiento más alto alcanzado por el equipo en el torneo en toda la historia. Pero la temporada siguiente, el uruguayo no estuvo ni cerca de repetir el rendimiento y salió del club, dejando paso a un viejo conocido de la casa: Sebastián Beccacece.

Antes había sido parte del que es considerado uno de los mejores planteles en la historia de Universidad de Chile. Logró una gesta impensada de la mano de Jorge Sampaoli: el primer torneo internacional de la historia azul. El rendimiento colectivo llevó a los dirigentes a pensar en él como primera opción para la banca, pero la historia no se repitió y el rendimiento del argentino fue desastroso, sumado a rabietas y vergonzosos papelones al borde de la cancha.

El reemplazo era doble: Víctor Hugo Castañeda y Luis Musrri, se harían cargo del equipo. Nuevamente la apuesta del presidente de Azul Azul, en conjunto con sus asesores, fracasó.

Ángel Guillermo Hoyos sería el nuevo DT, que superaba en rendimiento a sus antecesores. Pero la derrota por 7-0 contra Cruzeiro no pudo ser perdonada, a pesar del título Clausura 2017. Aunque peor aún, para los hinchas, fue no haber logrado una victoria contra Colo Colo, el archirival, durante todo su periodo al mando de la institución.

Sería el turno de Esteban Valencia y César Henríquez, de forma interina. Dos meses duró la búsqueda del nuevo entrenador de la U, hasta que Frank Darío Kudelka fue confirmado.

El rendimiento mostrado con Talleres convencía en Azul Azul. En ese entonces el gerente deportivo de la institución era Ronald Fuentes, mismo que dejaría el club entre polémica y entregaría la posta a Sabino Aguad. ¿La diferencia? El nuevo encargado de designar y poner las opciones de técnicos sobre la mesa no estaba contento con el DT. Nunca lo estuvo.

Si el sábado 23 de febrero los azules no logran imponerse sobre O’Higgins, las posibilidades de que el técnico sea desvinculado son altas. Se barajan nombres, incluido el ex técnico de Colo Colo, Pablo Guede.

Durante los cinco años de Carlos Heller en la U, la única certeza parece ser la poca continuidad de los entrenadores; los irregulares resultados en torneos nacionales y él pésimo rendimiento internacional. Culpa de los asesores. Culpa de él mismo. Culpa de los jugadores. De los únicos que no es culpa es de los hinchas, los mismos que hoy exigen respuestas.

PAUTA intentó contar con la opinión de Carlos Heller, pero no obtuvo una respuesta.