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Super Bowl 2019: la lucha entre los avezados y los principiantes

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POR Periodista Practicante |

La versión 53° enfrentará a los New England Patriots contra Los Ángeles Rams, las duplas de entrenadores y mariscales más longeva y más joven de la NFL respectivamente. Imperdible.

“Un líder se debe identificar con el grupo, debe ser su soporte, incluso arriesgando ir contra sus superiores. Debe saber que lo que necesita el grupo de él es su aprobación. Si este sentimiento prevalece, la disciplina y moral serán altas, y a cambio de eso, podrá exigir la cooperación para promover los objetivos comunes”- Vince Lombardi.

Es el 15 de enero de 1967. Los Ángeles se prepara para acoger un hito en el deporte: la fusión de la Liga Nacional (antigua) y la Liga Americana de Fútbol. Los Green Bay Packers reciben a los Kansas City Chiefs, y el partido adquiere el nombre oficial de “Primer Partido por el Campeonato Mundial de la AFL-NFL”. Los medios, con carácter e irreverentes, lo pasan por alto y lo bautizan a gusto propio. Creen que “Super Bowl” suena mejor.

Al mando de los Packers, Lombardi se vuelve leyenda. Gana las dos primeras ediciones del torneo que premia a quienes encabezan las tablas de posiciones al final de la temporada. Esto le vale que el premio entregado a los equipos tenga su nombre.

Desde entonces, la efervervescencia del deporte se traslada a las masas. Millones ven por televisión el evento más importante del año en Estados Unidos. Si en su primera edición el Super Bowl fue visto por 18,5 millones de personas, el año 2018 ese número llegó a 103,4.

Pasan las décadas y una historia distinta, pero igualmente histórica, comienza a escribirse. Detrás de un centro, Tom Brady. En la línea ofensiva opuesta, Jared Goff. Uno tiene 41 años y es parte esencial de su equipo desde 2001. El otro, con 24 años, lleva la camiseta 16 en honor al histórico Joe Montana, y fue seleccionado en el Draft 2016 de la NFL.

A metros de ellos, con tabla en mano, se encuentra Bill Belichick. En 2000, después de 15 temporadas siendo asistente en el fútbol americano, se convirtió en entrenador jefe de los New England Patriots. Unos pasos al costado, otro hombre sigue atentamente un ataque. Se identifica como Sean Mcvay, el headcoach que cuenta con ayudante especial para controlar sus intromisiones en el campo de juego.

No es un simple partido. No es un equipo en busca del triunfo. No es solo el enfrentamiento entre los campeones de la Conferencia Americana (Patriots) y los campeones de la Conferencia Nacional (Rams). Chocan dos mundos. Un duelo generacional. La justa donde la experiencia intentará imponerse a la juventud. Aunque, cual joven sediento de gloria, puede ser la ocasión en que el atrevimiento y desfachatez propia de quien no tiene nada que perder, logre llegar a lo más alto.

El 3 de febrero de 2019, cuando el reloj marque las 20:30 horas chilenas, los ojos del mundo estarán puestos en el  Super Bowl. Ese momento en que New England Patriots busque su sexta corona para ser uno de los equipos más ganadores de la historia, y Los Ángeles Rams,que solo cuentan con una victoria en Super Bowl (cuando eran de St. Louis y vencieron 23 – 16 a los Tennessee Titans),  traten de cambiar la historia que hace 17 años, contra el mismo equipo, tuvo un final para el olvido. 

El sentido de la final

Una vez más los Patriots de Nueva Inglaterra cumplieron las expectativas al revalidar su título de campeones de la Conferencia Americana (AFC) luego de un estrecho partido contra los Kansas City Chiefs. El marcador de 37-31 en favor de los Pats los llevó a sellar su undécima participación en la historia del Super Bowl, la tercera consecutiva y la cuarta en los últimos cinco años.

En la otra mitad de cancha estarán los Rams de Los Ángeles, que se proclamaron campeones de la Conferencia Nacional (NFC) contra los Saints de Nueva Orleans. Esta es su cuarta participción en el evento deportivo más grande del año en Estados Unidos.

Un duelo con historia que se repite luego de 17 años. En 2002, la escuadra de Tom Brady logró el primer Supertazón de los cinco que tienen hasta la fecha. Desde Los Ángeles, buscarán que que la historia no se repita. A lo menos no frente a ellos.

Las ofensivas más anotadoras a la final

Uno de los aspectos más llamativos que se tomarán los 60 minutos del encuentro (a reloj parado) es el rendmiento de las principales figuras de ambos equipos. Los Patriots de Nueva Inglaterra recibían a Kansas City en octubre, y Tom Brady, una vez más, marcó el ritmo del partido. Un touchdown y  340 yardas guiaron el triunfo por 43-40. Pero eso no fue todo.

A minutos del final, el esfuerzo parecía en vano. Un pase conectado de Patrick Mahomes a Tyreek Hill, de 75 yardas, empató el marcador. Brady solo tenía 186 segundos para lograr lo imposible. Y lo hizo. El histórico quarterback de los Pats guió al equipo a un gol de campo de Stephen Gostkowski (28 yardas), cuando el reloj llegaba a cero.

Ese partido por el campeonato de la Conferencia Americana era un partido complejo. En 2014 el buen rendimiento obtenido tanto por los Pats como por los Chiefs los enfrentaba en el “Monday Night Football”. El triunfo sería entonces para el elenco de Kansas City, pero Brady y compañía se encargarían de decir que esa derrota no fue más que un traspié.

El ataque por tierra de Nueva Inglaterra volvió a marcar el ritmo de la temporada de fútbol americano con la abultada victoria por 41-28 ante los Chargers de Los Ángeles. Esta vez la figura sería Sony Michel, con 129 yardas y tres touchdowns.

A casi cinco mil kilómetros de distancia, en el extremo oeste de Estados Unidos, el panorama fue más estrecho. Los Ángeles Rams se enfrentaban en un partido tenso contra los Dallas Cowboys. El objetivo era abrir camino en el torneo que premia a los mejores de la conferencia Nacional, y lo lograron. Con 123 yardas y dos touchdown de C.J. Anderson, y las 115 yardas y el único touchdown de Todd Gurley, lideraron la victoria por 30-22 de los Rams.

A la izquierda, el mariscal de campo más exitoso en la historia de los Patriots: Tom Brady. En el otro costado, Jared Goff, quarterback de los Rams que busca hacer historia.
A la izquierda, el mariscal de campo más exitoso de los Patriots: Tom Brady. En costado opuesto, el quarterback de los Rams, Jared Goff. Créditos: Twitter NFL.

Un marcador algo más abultado lograrían en noviembre. Se enfrentaban a los grandes favoritos (y ya víctimas de los Patriots), los Kansas City Chiefs, y el 54-51 logrado por los dirigidos de McVay quedó en la historia como la tercera puntuación más alta de todos los tiempos. Jared Goff lanzó cuatro anotaciones y la buena actuación del quarterback de los Chiefs, Patrick Mahomes, no fue suficiente para cotrarrestar las 413 yardas del mariscal más joven de la NFL.

17 años desde el último enfrentamiento

El 3 de febrero de 2002 Kurt Warner no lucía feliz. Líder de los Rams y uno de los mariscales más recordados por la afición, perdía un anillo. Poco sabía en ese momento que más que la derrota, el hecho que pasaría a los libros sería el nacimiento de una dupla de antología. Un joven de 24 años llamado Tom Brady se convertía en parte central de los Patriots bajo el mando de Bill Belichick. Ambos lo siguen siendo hasta hoy.

Uno de cinco anillos que han ganado desde que comenzaron juntos en este deporte. Cientos han pasado, y con ellos, los años. Pero Brady-Belichick sigue dominando. Son 10años cosecutivos ganando la Conferencia Americana, 10 playoffs y solo están un Vince Lombardi atrás de los Pittsburgh Steelers como los más grandes.

En la otra vereda, los Rams hicieron poco y nada por cerca de una década. Hasta que “él” llegó. Proveniente de los Washigton Redskins, Sean McVay se convirtió en profeta de tierra ajena. Devolvió al equipo de Los Ángeles al puesto que por años ostentaron: una de las mejores ofensivas de toda la NFL.

Goff finalmente se consolidó como el quarterback de élite y dejó atrás un 2016 negro, con un entrenador cuya filosofía de juego defensiva hacía lucir como fraude a sus figuras. Jeff Fisher no estaba, y se apreciaba a simple vista.

Unos debutan, otros siguen en pañales

Uno prometía antes de que el otro naciera. La ofensiva de mayor antigüedad que por experiencia se impone a la más nueva de esta temporada en la NFL. Cuando Tom Brady (41) daba sus primeros pasos en el fútbol americano universitario, Jared Goff (24) celebraba su primer cumpleaños.

No fue hasta 1996 que Brady debutó para los Wolverines, equipo en el que se adjudicó la titularidad indiscutida tres años más tarde, luego de dos temporadas irregulares. Esa consolidación le sirvió al motor de los Pats para fichar en el sexto Draft de 2000 en el equipo de Nueva Inglaterra.

Esa diferencia generacional parece aún más abrumadora si el punto de comparación se sitúa en aquellos que, tabla en mano e insesantes gestos que grafican todo lo que las palabras no logran, intentan encauzar el juego.

El 12 de enero de 2017, con 30 años, 11 meses y 19 días, el entrenador más joven en la historia de la NFL llegaba a la cabeza de Los Ángeles Rams. Sean Mcvay, quien hacía su debut dirigiendo a equipos con historial en Supertazones, le quitaba el récord al excoach de los Oakland Raiders, Lane Kiffin, quien había firmado con el club a los 31 años, ocho meses y 14 días.

Logró un debut de ensueño, doblegando a los Indianápolis Colts por 46-9 en su partido debut. Bien podría haber sido considerado el entrenador rookie del año. Podría haber marcado la historia. Pero si se trata de entrenadores cuya aparición en la órbita de NFL se trata, el dueño del galardón es uno solo: Bill Belichick .

“Lo que pasa con Bill es que no solo sabe qué tipo de jugadores encajan en su sistema, sino que también puede entrar en la cabeza de la gente”, decía el periodista Michael Holley, del New York Times, en una de las páginas de su libro Belichick y Brady: dos hombres, los Patriots, y cómo revolucionaron el fútbol americano.

Con 28 temporadas dirigiendo en la Liga Nacional de Fútbol, Belichick es el entrenador más longevo de la historia, y por su historial familiar, no parece extraño. Su padre, Steve, fue también entrenador y desde que tuvo la edad suficiente le inculcó el arte del fúbol. Esa experiencia lo llevó a ganar tres veces el trofeo al mejor entrenador del año y a formar con uno de los mejores jugadores en la historia del deporte, la dupla más exitosa.

Son 107 años al sumar las edades de Tom Brady y Bill Belichick. Si la calculadora se traslada hasta el oeste, la cifra entre Jared Goff y Sean McVay es levemente superior a la mitad, 57. Una pareja que lleva más de 18 años trabajando junta, y que una mano le queda justa para los anillos logrados, se enfrenta a una que solo ha dispuesto de dos años para estudiar el funcionamiento colectivo y las fortalezas individuales, que les permiten hacer frente a las escuadras ya consolidadas.

El entrenador con más títulos en una vereda, y en la otra uno que no ha logrado niguno. Una dupla con experiencia versus los novatos del club. Más que una nueva edición del Super Bowl, los números reafirman, una vez, la teoría de masas: el 3 de febrero, la experiencia se medirá contra la juventud.