Economía

Aranceles de Trump a China afectarían a compradores de EE.UU.

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Bloomberg
POR Francisco Ibañez |

La guerra comercial podría afectar directamente el bolsillo de los estadounidenses.

Las empresas estadounidenses están luchando por coordinar fábricas y proveedores fuera de China a medida que la guerra comercial aumenta el costo de importar desde muebles hasta papel higiénico. Pero para algunos productos, no es tan fácil.

Las parrillas, el equipaje y los colchones se encuentran entre una larga lista de artículos de consumo sobre los que China tiene un gran dominio en lo que respecta a abastecer a Estados Unidos. Si bien los aranceles del presidente Donald Trump son una ventaja potencial para los rivales manufactureros desde el sudeste asiático hasta México, la realidad es que cambiar lo que a menudo puede ser una producción altamente especializada y capacitar a nuevos trabajadores cuesta tiempo y dinero.

“La gente se está mudando de China porque está presa del pánico”, dijo Rick Helfenbein, presidente de la American Apparel & Footwear Association, en una entrevista realizada en Hong Kong el martes. Pero “ciertas cosas son realmente muy difíciles de trasladar”.

Eso ha hecho que retailers desde Walmart Inc. hasta Target Corp. estén preocupados por los aranceles anunciados el mes pasado sobre US$ 200.000 millones en exportaciones chinas, que según Trump aumentarán del 10% al 25% en 2019. La Retail Industry Leaders Association, que cuenta a Apple Inc. y Home Depot Inc. como miembros, está buscando exenciones a los impuestos sobre una serie de productos, mientras las compañías advierten que, sin una exención, es casi seguro que pasen los costos a los compradores de EE.UU.

Ese aumento ya se está sintiendo en el mercado del equipaje: Samsonite International SA notificó a los compradores mayoristas de un aumento del 10% en el precio incluso antes del anuncio de septiembre de los aranceles. La compañía ha dicho que probablemente traspasará los costos de los aranceles a los consumidores.

Hay algunos productos donde China es aún más dominante. El año pasado, EE.UU. importó US$ 353 millones en bicicletas con ruedas de 25 pulgadas o menos, y el 92% de ellas provino de China, según la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. Alrededor del 90% de la iluminación LED del mundo proviene de China, según Morgan Stanley, y el 85% de las importaciones estadounidenses de filetes de tilapia congelados proviene de pisciculturas chinas.

Trump dice que las compañías estadounidenses preocupadas por los aranceles deberían trasladar su producción a casa, mientras que varias de ellas –desde el fabricante de convertidores de energía Vicor Corp. hasta la compañía de sistemas de control de clima Lennox International Inc.– están considerando cambiar sus cadenas de suministro a otros lugares. Pero es difícil encontrar otros lugares para establecer la producción de artículos que han estado tan dominados por los fabricantes chinos, según Helfenbein.

Algunas compañías no pueden trasladarse debido al desafío de encontrar fabricantes fuera de China que estén dispuestos a soportar los estrechos márgenes y los estrictos requisitos involucrados en su producción, dijo.

De acuerdo con la American Apparel & Footwear Association, si Trump extiende los aranceles establecidos para cubrir otros US$ 267.000 millones en productos chinos, los zapatos para niños, la ropa para bebés y los suéteres se encontrarían entre los artículos cuya producción u origen sería difícil de cambiar.

Los grandes retailers, incluidos J.C. Penney Co. y Dollar Tree Inc., advirtieron antes del aumento de los aranceles de septiembre que las compañías carecen de alternativas viables a los proveedores con sede en China. Trasladar cadenas de suministro de décadas de antigüedad podría demorar años, argumentaron.

Si bien el arancel del 10% puede ser manejable para muchas compañías, incluso aquellas que operan con márgenes de ganancia reducidos, el aumento el próximo año hará que las compañías pierdan la flexibilidad para proteger a los consumidores de los mayores costos, dijo Kenneth Jarrett, presidente de la Cámara de Comercio de EE.UU. en Shanghái.