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Decisión de Merkel subraya características de su personalidad

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Bloomberg
POR Francisco Ibañez |

Reflexiva y pausada, la canciller alemana venía pensando en su retiro desde antes de la última derrota electoral de su partido.

La decisión de la canciller alemana de renunciar a la presidencia de su partido, la Unión Demócrata Cristiana, tomó por sorpresa a los mercados e incluso a sus aliados más cercanos.

Resulta que la líder que más tiempo estuvo en su cargo del Grupo de los Siete lo venía planeando hace tiempo. En una conferencia de prensa a sala llena el lunes, Merkel reveló que ya había decidido renunciar a la jefatura del partido antes de las vacaciones del verano boreal, en julio. Su plan original era anunciarlo en un retiro el próximo fin de semana en Berlín.

Todo esto fue una novedad hasta anoche para la secretaria general del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer, una confidente a la que Merkel ha preparado como posible heredera. “En la vida hay decisiones en las que no resulta útil contárselas a muchas personas”, dijo Merkel.

Las elecciones estaduales del domingo pasado en Hesse, donde los votantes de un estado clave abandonaron a su partido en masa, la impulsaron a revelar una decisión que mantuvo bajo siete llaves un poco antes. No fueron, como sugirió en un principio la secuencia de eventos, una razón directa para dejar la presidencia.

En realidad, todo esto es otro ejemplo más de lo que el mundo aprendió sobre Merkel: es una pensadora reflexiva. Ella quiere completar su actual mandato, que termina en 2021. Esto también sugiere que Merkel está operando en un marco de tiempo cuidadoso que ella misma pensó y va paso a paso.

Mentor político

Quizá Merkel tuviese en mente el destino de Helmut Kohl, su mentor político, quien a la edad de 68 años insistió en postularse para la reelección en 1998 y fue derrotado duramente por los socialdemócratas.

“Mi deseo permanente era ocupar con dignidad mis cargos políticos en el gobierno y dejarlos con dignidad”, dijo a los periodistas.

Su discreción también se hizo evidente cuando irrumpió en la escena, en 2005. Se presentó a su primera conferencia de prensa después de que se completaron las conversaciones de la coalición y un reportero le preguntó: “¿Está feliz?” Su respuesta fue simplemente que estaba “bien”.

No exageró ante la insistencia de otro periodista: “Ya dije que estoy de buen humor, pero sé a qué nos enfrentamos”.

Merkel evocó aquel momento “en el que anuncié públicamente mi primera candidatura el 30 de mayo de 2005 aquí mismo, lo expliqué por el hecho de que quiero servir a Alemania”.

“Estoy muy agradecida de haber podido hacer eso durante tanto tiempo”, dijo. “Una vez dije que no había nacido canciller y nunca lo olvidé”.