Economía

La agenda tributaria que busca impulsar la Sofofa

Imagen principal
POR Marcela Gómez |

Bernardo Larraín planteó rebajar el impuesto corporativo y compensarlo eliminando exenciones y renta presunta. También es partidario de bajar el tramo exento para las personas de menores ingresos.

Quienes pensaron que los empresarios abandonarían la pelea por rebajar la tasa de impuesto corporativo porque el gobierno no la incluyó en su reforma tributaria, se equivocaron. Esa demanda es parte de una estrategia que busca instalar, desde ya, la necesidad de definir también hacia dónde debe moverse el sistema tributario.

Así lo planteó el presidente de Sofofa, Bernardo Larraín, en un seminario sobre la modernización tributaria organizado por la Universidad Adolfo Ibáñez, en el que también participaron otros expertos. “Hay que estar siempre compatibilizando este horizonte de corto plazo marcado por dinámicas políticas y, al mismo tiempo, estar vislumbrando el destino final del sistema tributario a largo plazo. Es nuestro deber mostrar cómo vemos ese destino final”, comentó.

El dirigente enfatizó que reducir el impuesto corporativo (hoy en 27%) no es un asunto que “pueda abandonarse”, ya que el componente tributario “es un pilar importante para aumentar el crecimiento en Chile”. Recordó que “el 100% de los países de la OCDE han bajado su tasa de impuesto en los últimos 15 años, (mientras) el único que lo ha subido es Chile y eso me parece un retroceso”.  E insistió que en un escenario de competencia con otros países que tienen tasas corporativas más bajas, no es comprensible que “este tema esté ausente del debate”.

Pero a lo que el máximo líder de la Sofofa apunta no es, necesariamente, a revivir ahora un debate que el gobierno clausuró prematuramente. Más bien planteó un conjunto de ajustes tributarios que pueden ser políticamente complejos, pero que tarde o temprano habrá que discutir. “Otros países han encontrado caminos para procesar temas que parecen difíciles”, dijo, expresando su confianza en que Chile también podría hacerlo.

Revisar exenciones

En la agenda de Sofofa, los temas van mucho más allá de la rebaja tributaria para las empresas, aunque ésta es sin duda una de las banderas más conocida. “El orden de magnitud de la recaudación actual hay que mantenerlo, nadie plantea bajarlo. En general, me parece más sano un impuesto a las empresas más competitivo, con menos exenciones, salvo aquellas que estén explícitamente justificadas”, afirmó.

Agregó que mantener exenciones y regímenes especiales “es poco moderno” y planteó que “cada décima que se baja el impuesto a las empresas podría financiarse con la eliminación de exenciones, asimetrías, que finalmente están beneficiando también al sector empresarial”. 

Dijo que el régimen de renta presunta debería eliminarse “de una vez” y que deberían abordarse situaciones que generan distorsiones, como el impuestos específico a los combustibles y las exenciones en materia de servicios en general, transporte aéreo y servicios profesionales (donde diferenció si son prestados por una persona o una corporación).

“No tengo una postura respecto de todas las exenciones y regímenes especiales que eliminaría, pero me parece pertinente revisar la lista y ver cuánta recaudación nos está costando”, planteó.

Ampliar incentivos

En la agenda de Bernardo Larraín también figuran incentivos específicos a la inversión. “Hay que combinar una rebaja de impuestos a las empresas con créditos respecto de materias que se quieren incentivar, como investigación y desarrollo (I+D), capacitación y también inversión en activo fijo”, dijo.

Reafirmó que le parece positiva la depreciación acelerada e instantánea que plantea el proyecto de ley, pero sugirió ajustes. “Creo sería mejor que fuera ‘usable’ en un período más lago de tiempo. Encuentro que dos años es poco, ojalá fuera permanente para activar proyectos que, de otra forma, no se hubieran hecho. Quizá cuando se pone el límite de dos años solamente se están anticipando proyectos que se hubieran hecho de todas formas”, comentó.

Además, y en línea con lo que ya está estudiando Corfo, dijo que es conveniente ampliar el incentivo tributario que hoy existe para las inversiones en I+D. “Eso hay que ampliarlo y hacerlo elegible también para inversiones no solo en desarrollos internos de la empresa, sino también en compras de desarrollos hechos por terceros. Si otro emprendedor hizo la investigación y el desarrollo ¿por qué no se puede reconocer como crédito tributario al igual como se reconoce el desarrollo interno?”, argumentó.

Planteó que “si la idea es tener una economía con más Cornershop”, hay que impulsar la inversión en capital de riesgo. Para ello, propuso asimilar el tratamiento tributario de esa actividad con la que ya se da a la ganancia de capital al invertir en acciones con alta presencia bursátil, que está exenta de pagar impuestos.

¿impuesto a las personas?

En materia de impuesto a las personas, el presidente de Sofofa fue cauto con sus palabras. Nada que permitiera revivir la controversia que se generó cuando el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alfonso Swett, planteó a “título personal” que debido a la importancia de reintegrar el sistema tributario, “si hay que sacrificar el que los dueños tengan que pagar más impuestos, yo estoy disponible”. La oferta no fue secundada desde la Sofofa ni desde las otras ramas de la CPC.

Pero sí hay un aspecto que Bernardo Larraín tocó. Basándose en comparaciones internacionales, afirmó que en Chile las personas pagan pocos impuestos y que el umbral a partir del cual deben tributar por sus rentas es más alto que en los países de la OCDE.

Aunque admitió que sabía que se trataba de una idea que generaría resistencia, planteó que sería interesante estudiar fórmulas para avanzar hacia “un sistema de impuestos a las personas con un tramo exento más bajo e incluso con impuesto negativo, que permita una rebaja del IVA”. El impuesto negativo es un mecanismo que emplean países como Estados Unidos para transferir recursos a personas de bajas rentas y que ha sido estudiado en Chile.

Viabilidad política

El presidente de la Sofofa dijo que la discusión sobre la modernización tributaria que propuso el gobierno “es necesaria y se debe cerrar más pronto que tarde”. Pero advirtió que “eso no debe inhibir la discusión más larga, que yo propongo que se canalice de alguna forma”.

Admitió que desde el punto de vista de la viabilidad “es políticamente difícil hacer estos cambios”, pero insistió en que se debe seguir el ejemplo de otros países, que decidieron armar equipos transversales de reflexión, analizaron los costo y beneficios de las medidas y diseñaron caminos que redujeron muchas asimetrías que beneficiaban a sectores particulares. Sostuvo que esto fue lo que hizo Inglaterra, “que está ya en implementación y lleva diez puntos de baja (del impuesto empresarial)”.

Planteó que algo “tan difícil políticamente, como subir el impuesto al diésel o bajar el impuesto a las empresas” requiere un piso político que surge de este tipo de ejercicios de reflexión trasversales.