Economía

La boleta electrónica será la gran recaudadora de impuestos del proyecto de Hacienda

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POR Eduardo Olivares |

El ministro Felipe Larraín adelantó a PAUTA que esa boleta operará “en un plazo de algo más de un año”.

“Puedo garantizar que está plenamente compensado el costo”, aseguró el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al programa Primera Pauta, de PAUTA100.5. Así, tajante, descartó que el proyecto de modernización tributaria que se ingresó este jueves a la Cámara de Diputados genere menores recursos para el Estado, dados los beneficios que otorga por la reintegración del sistema y las facilidades que promueve para las pymes y la clase media.

Por el contrario: en régimen, los cálculos de Hacienda proyectan que el Fisco percibirá US$ 428 millones adicionales, medidos en moneda de 2023. De todas las medidas que permitirán ese incremento fiscal, hay una más importante y veloz que las otras: la introducción de la boleta electrónica.

Todos los números están contenidos en los informes financiero y de productividad que acompañaron al proyecto de ley, todos los cuales quedaron inmediatamente disponibles para revisión de los parlamentarios y la ciudadanía. El trámite de la iniciativa en la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja se iniciará en septiembre.

Existen medidas que podrían provocar un alza relevante de la recaudación en 2019 y 2020, tales como el impuesto sustitutivo al FUT, el proceso de declaración de activos en el extranjero e incluso el avenimiento extrajudicial transitorio. Ninguno de ellas, sin embargo, se mantiene en el largo plazo como fuente de recursos.

A continuación se presentan las únicas tres medidas que, en régimen, permitirán un aumento en la recaudación fiscal por la vía impositiva de la iniciativa del Gobierno en materia de modernización tributaria.

Boleta electrónica

De las distintas medidas que buscan generar ingresos tributarios, la más contundente es la que introduce la boleta electrónica. Ello, porque su aplicación permitirá reducir la evasión tributaria, según los análisis del Gobierno.

De acuerdo con el informe financiero, en 2019 el efecto recaudador de las boletas electrónicas para consumidores finales (es decir, mediante la cual se cobra el IVA) sumaría US$ 263 millones. A partir de 2023, cuando entre en régimen, alcanzaría los US$ 1.181 millones, medidos en moneda estimada para ese año. Es tan relevante, que este solo ítem representa el 80% de toda la parte recaudadora de esta iniciativa de Hacienda.

En el informe de productividad, Hacienda recuerda que la Ley 20.727 ya estableció la obligatoriedad de las facturas electrónicas y esa medida permitió reducir la evasión tributaria en casi US$ 1.700 millones anuales en el período 2014-2017. La propuesta de modernización actual generaría esas mismas ventajas: “De acuerdo con información provista por el Servicio de Impuestos Internos, la introducción de la boleta electrónica incrementará el monto de las ventas declaradas de las micro y pequeñas empresas en 9,9% y 12,1%, respectivamente. De esta forma, se avanzará en la formalización de la economía y se tendrá un efecto positivo en la recaudación tributaria”, dice el reporte. Las cifras mencionadas aquí están reseñadas también en el informe financiero, donde aclara que tales porcentajes de reducción ya se han apreciado gracias al actual uso de vouchers emitidos por Transbank como boletas en comercios.

De acuerdo con los datos de Hacienda, en las casi 320 mil microempresas registradas en el país la tasa de evasión llega al 33,3%, que luego de aprobado este cambio en la emisión de boletas podría bajar al 26,7%. En el caso de las 61 mil pequeñas empresas, la tasa de evasión se reduciría desde el 26,6% al 17,7%, según estas proyecciones.

Esta tabla 4 del informe de productividad muestra el nivel de evasión del IVA estimado en las micro y pequeñas empresas, y la proyección de Hacienda de esas tasas de evasión si la reforma estuviera aprobada. 

En entrevista con PAUTA100.5, el ministro Larraín le puso plazos a la instauración de la modalidad electrónica, que en la práctica implicará el fin de las boletas de papel.

Estamos mirando al futuro. Se va a terminar la boleta de papel y vamos a tener boleta electrónica obligatoria. En un plazo de algo más de un año. Hay que recordar que la boleta electrónica obligatoria viene después de haber tenido factura electrónica, que fue aprobada a fines del primer gobierno del Presidente Piñera, a comienzos del año 2014, y que ya ha generado en los cálculos más recientes que hemos hechos US$ 1.700 millones de mayor recaudación por reducción de evasión. Y eso para las empresas y aquellas sociedades que ya transitaron a factura electrónica, el tránsito a boleta electrónica mucho más fácil”, explicó el ministro Larraín.

“Para las demás que no lo han hecho y que solamente emiten boleta, hemos conversado con SII para instalar una aplicación gratuita en los teléfonos celulares de los pequeños empresarios que están, por ejemplo, en un pequeño comercio para apoyarlos en el proceso de tránsito a boleta electrónica“, agregó.

Esa boleta electrónica tendrá una transición diferenciada según el tamaño de las empresas. “Esto en el orden de un año: hay un plazo menor para las empresas más grandes y uno mayor para las pymes”, informó la autoridad.

En esa boleta electrónica se innovará, además, en cómo se presentan los impuestos. 

“Las facturas hoy día separan lo que es el precio neto, el IVA y el costo total, pero eso no ocurre en las boletas”, reflexionó el ministro de Hacienda. “Las personas no observan de forma directa el impuesto que pagan y yo creo que es importante que las personas lo conozcan y que los chilenos sepan que, cuando están pagando 119, están pagando 100 de precio neto y 19 de IVA. Es una idea que además contribuye a la transparencia tributaria”, declaró.

Ese sistema ya existe en países como Estados Unidos, donde los consumidores conocen el precio neto del producto y luego, en caja, se suma el valor del impuesto respectivo (en ese país, sin embargo, hay tributos distintos por estado). Por otra parte, esta idea es bien recibida por sectores que buscan que los ciudadanos vean cuánta es la carga que le impone el Estado a través, en este caso, del IVA.

Impuestos digitales

El proyecto también incluye un nuevo cobro tributario, que aplicará un cargo de 10% al consumo de ciertas plataformas digitales tales como Netflix y Spotify. Según los cálculos de Hacienda, realizados a partir de datos de la Comisión Nacional de Productividad, de eMarketer y de información pública de las mismas empresas, en un primer año se recaudarían por la denominada economía digital y el comercio transfronterizo US$ 219 millones; en régimen, sumarían US$ 251 millones. 

En el informe de productividad, Hacienda agrega la justificación tras este gravamen, que por lo demás aparece recomendado por las mejores prácticas de la OCDE y de la Comisión Europea: la tributación en estas áreas responde a que la norma actual “les otorga ventajas, ajenas a la lógica económica, respecto de empresas que operan bajo métodos tradicionales. Así, se vulneran los principios de neutralidad y equidad tributaria”.

Impuesto verde

La legislación actual obliga al pago de un impuesto especial a las empresas en función de las emisiones contaminantes que causen. Si su potencia es mayor a 50 megavatios térmicos, tributan.

La propuesta del Ejecutivo determina que tales emisiones deben ser diferenciadas según el grado contaminante que tengan. No son todas iguales. “La nueva normativa establece umbrales de cuantificación mínimos de emisiones, ayudando a reducir los costos de empresas poco contaminantes y aumentando los de las más contaminantes”, se argumenta en el informe de productividad.

Dado que el objetivo final de este tipo de impuestos es desincentivar la emisión de contaminantes, al principio se genera una recaudación mayor y, en régimen, debería decaer como consecuencia de la adquisición de tecnologías más limpias. De este modo, Hacienda prevé que en 2020 recaudarían unos US$ 54 millones, pero en régimen obtendría en torno a US$ 40 millones.

Cuadro resumen del informe financiero sobre los ítemes de recaudación y egreso fiscal del proyecto de ley de modernización tributaria.