Economía

Netflix, gimnasio y el boom del sándwich: los cambios en la nueva canasta que mide el IPC

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PAUTA
POR Cristián Rodríguez |

Los restaurantes y hoteles son la categoría que aumenta más su ponderación, al igual como lo hacen los paquetes turísticos y viajes en avión. Caen vestuario, calzado y algunos servicios.

Netflix llegó al IPC chileno. Y también Spotify, iTunes, Estadio CDF o Deezer.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) comenzó a aplicar en enero de este año la nueva canasta que medirá la inflación en la economía, la que se construyó de acuerdo con los nuevos hábitos de consumo de productos y servicios que tienen los chilenos.

El IPC de enero, que aumentó en 0,1% mensual y estuvo acorde con las expectativas del mercado, es el primero que se mide con la nueva muestra, que fue elaborada sobre la base de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), publicada en junio del año pasado. En total incluye 303 productos, agrupados en 12 divisiones. La muestra este año actualiza la canasta de 2013, que incluía 321 productos, y es mucho menos extensa, pero más representativa, que la que había hace dos décadas: en 1998 se consideraban 483 bienes para medir la inflación.

Una de las principales novedades de la nueva canasta es incorporar por primera vez los servicios de suscripción en línea, como streaming de música y video, los que tendrán una incidencia de 0,028% en el total del presupuesto familiar promedio. Asimismo, aumentan su peso los productos vinculados a los viajes y las vacaciones. Por ejemplo, si se suman los ítem de transporte aéreo y servicios de turismo, se tiene que ambos superan el 1,5% de ponderación en la nueva canasta.

Más ocio, menos servicios

La división que más crece en la nueva muestra respecto de 2013 es la de restaurantes y hoteles. Si hace seis años pesaba 4,37%, hoy llega a 6,38%, superando a categorías como vestuario y calzado, que ahora cae.

Bienes y servicios diversos es la división que pierde más protagonismo. En ella se incluyen temas tan distintos como cuidado de belleza, desodorantes, joyería, anteojos de sol, seguros y pañales. Mientras en 2013 pesaba 7,15%, ahora lo hace exactamente dos puntos porcentuales menos. ¿Significa que los chilenos ya no nos preocupamos tanto de este tipo de productos o servicios? No, simplemente que la importancia de esta categoría dentro del gasto mensual de las familias ha descendido en términos relativos.

Según la información proporcionada por el INE, la división “alimentos y bebidas no alcohólicas” sigue siendo por lejos la más incidente en el IPC, con el 19,3% del total. Bastante más atrás le siguen vivienda y servicios básicos, con 14,8%, y  transporte, con 13,1%. De todas formas, la suma de estos tres grupos explica casi la mitad de la ponderación de la nueva canasta.

Los hábitos alimenticios cambian

Otro de los cambios más significativos, y que captura de mejor manera el nuevo estilo de vida de los chilenos (y su consecuente incidencia en la inflación), es el de los alimentos consumidos fuera del hogar. Este ítem es hoy, después del arriendo de la vivienda, el que tiene la ponderación más alta de la muestra (3,1%). En 2013, se ubicaba en el décimo puesto, con un peso específico de 2,05%.

Si a esto se le suma la categoría “sándwich y completo consumido fuera del hogar”, que pesa 0,5%, se tiene que la alimentación en restaurantes, carros, fuentes de soda o la misma calle pondera hoy 3,6%.


El gimnasio, los alimentos para mascotas y los servicios de arriendos para fiestas de cumpleaños son otros productos que pese a no debutar en la canasta, aumentan su peso específico, dada la masividad que tiene su demanda en la población.

La cerveza, por ejemplo, desplazó al vino como la bebida alcohólica más relevante en la muestra, en línea con el mayor consumo entre la población adolescente, la mayor diversidad de marcas y envases, y la creciente presencia de marcas artesanales y premium. Hoy, pesa 1,39%, mientras que el vino llega a 0,86%.

Una situación curiosa es la de los cigarrilos: pese a toda la campaña en su contra, pasó de ser el decimoquinto producto con mayor ponderación en la canasta (1,51% en 2013) al undécimo (1,9% en 2018). ES muy probable que el aumento de impuestos, con la consecuente alza en su precio, explique este ascenso. Y que desde la demanda, su consumo tampoco se haya debilitado.

En la medición de la nueva canasta trabajan mensualmente cien encuestadores del INE, quienes registran 120.000 precios desde 7.800 comercios distribuidos en ciudades de las 16 regiones del país.

Nota: este artículo fue actualizado este viernes 8 de febrero para informar cuánto aumentó el IPC de enero (0,1% mensual).