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La “desnuclearización” tiene un significado distinto para Pyongyang

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John Pavelka
POR Eduardo Olivares |

Para Estados Unidos, el proceso implica el total desmantelamiento de las capacidades nucleares norcoreanas. No así para Corea del Norte.

Cuando se habla de la “desnuclearización” de la península coreana, ¿hablan los diplomáticos de lo mismo? ¿El Presidente Donald Trump tiene las mismas expectativas sobre ese concepto que las que tiene Kim Jong-Un? ¿Se desnucleariza sólo Corea del Norte o parte del dilema es que ese objetivo es más amplio?

Mientras para los norteamericanos la desnuclearización significa una radical eliminación de cualquier programa atómico norcoreano, para Pyongyang podría tratarse de una hoja de ruta que involucre al propio Estados Unidos en su presencia militar en la península. No sólo es eso. También hay algo incluso de mayor impacto: ¿Hablan de lo mismo cuando usan la palabra ‘desnuclearización’?

Las diferencias evidentes

El 16 de mayo, el vicecanciller norcoreano, Kim Kye-gwan, señaló a través de una nota publicada por la agencia de noticias norcoreana (KCNA) que “si EEUU está tratando de arrinconarnos para forzar nuestro abandono nuclear de manera unilateral, ya no estaremos interesados en el diálogo y tan solo podemos reconsiderar nuestra predisposición de cara a la cumbre”. Si se saca de este análisis la parte de la reconsideración sobre la cumbre (que pasó de ser cancelada a reconfirmada para este 12 de junio), la palabra ‘unilateral’ cobra una importancia relevante. Corea del Norte habla de ‘desnuclearización’ en sentido más amplio, es decir, por lo menos bilateral o incluso multilateral.

De hecho, en la Declaración de Panmunjom del pasado 27 de abril, firmada por el Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, y el Líder Supremo de Corea del Norte, Kim Jong-Un, se dice explícitamente que ambos se comprometen a trabajar en la “completa desnuclearización de la península coreana”.

Parte de la respuesta podría provenir de lo que marcan los antecedentes históricos relacionados con el actuar de Estados Unidos en la península y el desarrollo de las armas nucleares.

Bombardeo de Hiroshima y Nagasaki

El bombardeo nuclear sobre Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945) le permitió a Estados Unidos obtener la rendición del emperador de Japón (15 de agosto de 1945), con lo que se puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

Esto tuvo un efecto inmediato en los territorios controlados por Japón: le otorgó a Corea la tan ansiada libertad después de más de 30 años de ocupación nipona. Como  Estados Unidos y la Unión Soviética habían anticipado una larga guerra contra las fuerzas imperiales japonesas, ambas potencias no prepararon a tiempo el terreno para una adecuada administración de la península coreana. Así, todo terminó en una ocupación conjunta que daría pie a la formación de dos estados en 1948: La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y la República de Corea (Corea del Sur).

Programa nuclear soviético

Ambas Coreas tenían aspiraciones de unificar la península bajo una única bandera, pero ninguna de las dos contaba con el respaldo de sus patrocinadores. El líder y fundador de Corea del Norte, Kim Il-Sung (1912-1994), pidió autorización y apoyo militar a Josef Stalin (1878-1953) en reiteradas ocasiones con el fin de atacar el sur, pero sus peticiones siempre eran rechazadas. Los norteamericanos poseían el poder disuasivo de las armas nucleares y frente a eso la Unión Soviética no podía hacer mucho. Sin embargo, el 29 de agosto de 1949 Stalin recibió buenas noticias. Los ensayos nucleares soviéticos en Kazajistán fueron un éxito y con ello Estados Unidos perdía el monopolio del arsenal atómico. Esto, sumado al fin de la Revolución Comunista China y la proclamación de la República Popular de China (1 de octubre de 1949), permitió que Stalin y Mao Zedong (1893-1976) dieran luz verde a las acciones militares de Kim Il-Sung.

La amenaza del general MacArthur

El 25 de junio de 1950 estalló la Guerra de Corea, dando inicio a un conflicto que se extendería por un periodo de tres años y cuyas consecuencias aún están presentes. El comienzo del conflicto fue favorable a las fuerzas de Corea del Norte, hasta que la Naciones Unidas aprobó la participación de una fuerza conjunta liderada por las fuerzas estadounidenses al mando del famoso general Douglas MacArthur (1880-1964). La destreza y el liderazgo del general permitió a las fuerzas de las Naciones Unidas recuperar todo el territorio perdido y avanzar hacia el norte del paralelo 38, que aún hoy divide a ambas Coreas. No obstante, MacArthur desestimó la importancia de una intervención del Ejército Popular Chino y en tres meses terminó perdiendo todo el terreno ganado. En su desesperación, MacArthur y las fuerzas norteamericanas llegaron a considerar un ataque nuclear en territorio chino y norcoreano.

El general Douglas MacArthur al mando de las fuerzas de la ONU en la primera parte de la GUerra de Corea.
Crédito de la imagen: PD-USGov-Military-Army

En 1951, MacArthur negó frente al Senado norteamericano haber propuesto el uso de armas nucleares. Sin embargo, en una entrevista publicada póstumamente, señaló que tenía un plan para acabar la guerra en 10 días si podía lanzar entre 30 y 50 bombas atómicas contra bases aéreas y depósitos de armamento en Manchuria y la creación de un anillo de cobalto radioactivo que impediría durante aproximadamente 60 años cualquier intento de invasión desde el norte.

Las armas nucleares en Corea del Sur

Tras tres años de lucha, la Guerra de Corea desembocó en un armisticio; esto es, un cese temporal de las acciones bélicas y no en un acuerdo de paz. Lo anterior obligó a las partes involucradas a mantenerse alertas y a invertir en la defensa. Tras la firma del armisticio, Estados Unidos tenía un contingente de fuerzas desplegadas en Corea del Sur superior a 300.000 soldados. Los costos de mantener dicho ejército estacionado eran muy altos y el gobierno norteamericano decidió reemplazar parte importante de su personal por armas nucleares.

En 1958 la prensa hizo público que en Corea del Sur había instaladas armas nucleares, lo que permitió reducir el personal a menos de 50.000 soldados. Que esta información fuera revelada es considerado un caso atípico, puesto que Estados Unidos desclasifica esos expedientes después de 30 años, y en caso de información de alto valor estratégico como el armamento nuclear se reserva el derecho de hacerlo. La idea de publicarlo en la prensa, por lo tanto, pudo tener otro objetivo: enviar un mensaje a Corea del Norte y sus aliados.

La instalación de armas nucleares en la península iba en contra de lo estipulado en el armisticio. En su artículo 13 d) se impedía la introducción de armamento nuevo a la península y solo permitía el reemplazo pieza por pieza de arsenal. Dado ese problema, Estados Unidos revocó unilateralmente dicho artículo. Como respuesta, Corea del Norte comenzó la construcción de búnkers nucleares y solicitó a China y la Unión Soviética trasladar armas nucleares a su territorio, solicitud denegada por ambas potencias.

Desarrollo nuclear norcoreano

La instalación de armas nucleares al sur de la península y la negativa de sus aliados a instalar armas nucleares en su territorio está en la base, por lo tanto, de la decisión del gobierno norcoreano por tomar lo que consideró  el único camino disponible para equilibrar fuerzas: el desarrollo de un programa nuclear propio.

A mediados de la década de los 60, un grupo de ingenieros soviéticos participó en la construcción del primer Centro Nuclear Norcoreano, ubicado en Yongbyeon, ensamblando un reactor para investigación. Diez años más tarde los científicos norcoreanos modernizaron de forma autónoma el reactor, que aumentó su capacidad desde 5MW a 50MW y a partir de la década de los 80 iniciaron las primeras pruebas de armamento nuclear, incluida la extracción de uranio.

Centro Nuclear Norcoreano de Yongbyeon
Crédito de la imagen: Stanford

La alarma en Occidente recién pareció encenderse en 1992.

La “desnuclearización” de… 1992

La espiral que se levantó con las incipientes capacidades nucleares del régimen de Kim Il-Sung le permitieron a él una notoriedad internacional importante. Sin embargo, también era un hábil negociador y consiguió beneficios a cambio de mantener sus ambiciones atómicas en espera.

En 1985 Corea del Norte se unió al Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, por su sigla en inglés) y, producto de un mejoramiento en las relaciones inter-coreanas, en 1992 se firmó la primera declaración conjunta de ‘desnuclearización’ de la península, cuyos principales puntos se detallan a continuación:

Con el deseo de eliminar el peligro de una guerra nuclear, a través de la desnuclearización de la península coreana…

* El Norte y el Sur se abstendrán de probar, manufacturar, producir, recibir, poseer, almacenar, instalar o usar armas nucleares.
* El Norte y el Sur usarán energía nuclear solo con fines pacíficos.
* El Norte y el Sur no tendrán posesión de instalaciones nucleares de reprocesamiento y enriquecimiento de uranio.
* El Norte y el Sur, con el fin de verificar el proceso de desnuclearización de la península coreana, realizarán inspecciones de objetivos seleccionados por la otra parte y acordados por ambas partes, lo anterior de acuerdo con los procedimientos y métodos determinados por la Comisión Conjunta de Control Nuclear de ambas Coreas.
* El Norte y el Sur, con el fin de implementar esta declaración conjunta, deberán establecer y operar una Comisión Conjunta de Control Nuclear dentro de un (1) mes a partir de la entrada en vigencia de la presente declaración conjunta.
* Esta declaración entrará en vigencia a partir del día en que ambas partes intercambien los instrumentos apropiados tras el término de sus respectivos procedimientos para su entrada en vigencia.


Firmada el 20 de enero de 1992
Chung Won-shik, Primer Ministro de la República de Corea
Yon Hyong-muk, Primer Ministro del Consejo de Administración de la República Popular Democrática de Corea.

Visto desde el presente, Corea del Norte incumplió la mayoría de los puntos acordados. Se retiró del NPT en 1993 y protagonizó la primera crisis nuclear coreana (1994). Luego, Pyongyang inició una escalada de ensayos que continúan hasta la fecha. 

El alcance de una palabra

El principal problema con el debate de la desnuclearización apunta, por lo tanto, a un sentido doble: el quién o quiénes se desnuclearizan, y qué entiende cada cual por desnuclearización..

¿Qué significaba la desnuclearización en los años 80 y 90 para el régimen norcoreano? Pyongyang buscó activamente la desnuclearización de la península (조선반도, Joseonbando) porque tenía plena conciencia de las más de 900 ojivas nucleares instaladas en Corea del Sur. En esos años Corea del Norte no poseía armas nucleares, solamente un incipiente programa nuclear. Por esta razón podía permitirse el lujo de firmar una declaración de desnuclearización, dado que tenía mucho que ganar y nada que perder.

De acuerdo con los registros históricos, Estados Unidos efectivamente retiró su armamento nuclear de la península coreana como consecuencia de la declaración conjunta y del mejoramiento en las relaciones inter-coreanas a principios de los 90.

Aún si Estados Unidos efectivamente ha extraído su arsenal nuclear de la península, Corea del Sur, al igual que Japón, sigue contando con la protección del Paraguas Nuclear Norteamericano.

*: Camilo Aguirre obtuvo su Magíster en Estudios Coreanos por la Universidad Nacional de Seúl.