“Corea del Norte venderá caras sus armas nucleares”
Entrevistamos al académico Soonbae Kim, experto en relaciones intercoreanas, quien analizó la histórica cumbre.
El viernes coreano tuvo hitos inolvidables: el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, cruzó caminando la frontera entre las dos Coreas hacia el sur. Es la primera vez que un gobernante de ese país hace esto desde el fin de la Guerra de Corea, en 1953. Lo hizo para iniciar una cumbre con el Presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, con el objetivo de negociar un acuerdo de paz que podría poner fin a una tensión bélica de décadas.
En Entrevista en Pauta, Soonbae Kim, académico del Magíster en Estudios Coreanos de la Universidad Central, opina sobre las diferencias entre esta cumbre y otras sostenidas en el pasado, así como cuáles podrían ser los objetivos del joven líder de Corea del Norte.
Un nuevo comienzo
En 1953 se produjo el cese de las hostilidades entre las dos Coreas, pero el único tratado que se firmó fue un armisticio. Por eso llama tanto la atención el eslogan de esta cumbre: “Paz: nuevo comienzo”. Kim explica que esto significa un nuevo paso en las relaciones intercoreanas después de 11 años desde la cumbre previa, ya que el acuerdo buscaría una desnuclearización completa, no parcial (aunque no hay detalles), y un plan de declaración del fin de la guerra para este año.
“De hecho, Corea del Norte y Corea del Sur estamos en guerra técnicamente”, dice Kim. De ahí la importancia de este acuerdo.
“Somos un país, una raza”
Si hay algo que se ha puesto en evidencia estos días es que, pese a sus diferencias, Corea del Norte y Corea del Sur comparten culturas e historia. No necesitan intérpretes, su forma de saludarse es muy similar, tienen comida común y hasta escuchan las mismas canciones tradicionales. En palabras del académico: “[Esto] nos hace recordar que sí, somos una, un país, una raza”. Esto es un paso importante para lograr la reconciliación.
Corea del Norte venderá caras sus armas nucleares
Uno de los puntos clave en este acercamiento es que Corea del Norte “habló de desnuclearización completa”, afirma Kim. Sin embargo, no ha especificado qué significa esto. ¿Van a entregar sus armas nucleares? ¿Desmantelar sus laboratorios? ¿O solo dejarán de hacer ensayos?
El académico dice que “es complicado llegar a acuerdos” en todos estos puntos en esta cumbre, sobre todo porque es Estados Unidos el más interesado en la desnuclearización. Cree que el objetivo de Corea del Norte era, diplomáticamente, “vender caro” sus armas nucleares. Por eso realizaban numerosos ensayos nucleares, aumentando la tensión en la zona. “Es el momento de cobrar eso”, afirma.
Kim Jong Un quiere mostrarse como un líder serio
El académico analiza el perfil de Kim Jong Un, un líder de apenas 35 años, que buscaría distinguirse de sus antecesores otorgando a su pueblo algo que no consiguió su padre: impulsar el desarrollo económico de Corea del Norte. Pero eso es algo difícil de conseguir en un país tan cerrado. Por lo tanto, la estrategia sería una apertura al estilo de China o Vietnam: “No libremente, pero paso a paso”.
El líder norcoreano también es consciente de la caricatura que se ha construido en Occidente sobre él. En palabras de Soonbae Kim, los medios occidentales dicen que “Corea del Norte es malo y Kim Jong Un es loco […]. Él quiere cambiar esa percepción. Él quiere mostrar […] que su país es un país regular, normal, y él es un líder normal, serio, sincero, que quiere avanzar en diálogo”.
Los acuerdos deben cumplirse
Durante la cumbre, ambas naciones hicieron énfasis en que deben “cumplir los acuerdos que han hecho anteriormente”. Kim Jong Un probablemente estará muchos años en el poder, pero lo que hizo fue manifestar muy claramente al mundo su intención de cumplir con estos acuerdos. Además, Moon Jae In está en su primer año de gobierno y tiene un gran apoyo popular (casi 70%). Esto le da a ambos gobernantes muchas facilidades para cumplir sus promesas y, en el caso de Corea del Sur, probablemente signifique una continuidad del partido progresista y, por lo tanto, de continuidad en las buenas relaciones entre las dos naciones.
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