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El día después de mañana: las elecciones en Estados Unidos que anticipan el 2020

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House of Representatives
POR Eduardo Olivares |

Solía decirse que las elecciones para los fanáticos de la política norteamericana eran como la Navidad, pero dado lo que ha venido pasando en Estados Unidos desde la polarización, la violencia y el ascenso de Donald Trump al poder, los últimos procesos se parecen más a Halloween. Pero sin los dulces.

Este martes 6 de noviembre, los estadounidenses facultados para votar eligen a la totalidad de los miembros de la Cámara de Representantes (435) y a 35 de los 100 cupos del Senado. Suele decirse, subrayando lo obvio, que las midterm elections (o elecciones a mitad de período) son un referéndum sobre el desempeño del presidente en ejercicio, que presumiblemente estará buscando su reelección en dos años más. Pero en este caso eso es más cierto que nunca: no sólo este proceso electoral, sino la política estadounidense en su totalidad está “trumpizada”.

De no mediar grandes sorpresas, se proyecta que los demócratas recuperen el control de la Cámara de Representantes, y que los republicanos mantengan el control del Senado. Eso configuraría para el Presidente Donald Trump un panorama mejor que el que enfrentó Barack Obama en 2010, cuando a manos de la ola del Tea Party ambas cámaras del congreso se pintaron de rojo.

Perder la Cámara de Representantes sí puede tener un efecto mayor en el destino de Trump: el partido mayoritario designa a los líderes de las comisiones investigadoras. La clave la tiene el fiscal especial Robert Mueller, quien indaga la eventual colusión entre la campaña presidencial de Trump y el gobierno de Rusia, y la eventual obstrucción a la justicia por parte del presidente.

Este martes además se eligen 39 gobernadores estatales, una guerra que también tiene sus batallas emblemáticas.

A partir del miércoles, la política de Estados Unidos entrará en modo “campaña 2020”. Y en eso, hay un puñado de carreras muy interesantes para anticipar esa discusión.

Texas: Senado

Es por lejos la pelea más mirada. El senador republicano Ted Cruz, quien tuvo su momento de mayor prominencia en el rechazo al Obamacare y luego como precandidato en las primarias republicanas (donde fue humillado por Trump, quien llegó a enrostrarle que su mujer era “fea” y que su padre había conspirado para matar a JFK), encuentra una dosis de incertidumbre en su camino a la reelección. El culpable es Beto O’Rourke, una figura emergente del Partido Demócrata que se ha acercado a su rival en las encuestas (aunque sigue detrás en los pronósticos).

Esta es una carrera interesante no sólo por las figuras en disputa (O’Rourke ya ha dicho “no seré candidato presidencial el 2020”, lo que lo inscribe justamente como potencial candidato a ojos de cualquier observador político). Es particularmente atractiva porque la gran pregunta es en qué momento el cambio demográfico de Texas, principalmente debido a la inmigración hispana, transformará a este estado tradicionalmente republicano en un estado preferentemente demócrata.

Las encuestas indican que la transformación no ocurrirá ahora. Pero mirando al 2020, los porcentajes tanto de votación demócrata como de participación electoral serán datos muy valiosos.

Florida: Gobernadores

La disputa que más concentra atención en Florida no tiene que ver con los equilibrios en el Congreso de Estados Unidos, sino con la elección de gobernador de un estado que se ha ganado fama como crucial a la hora de desequilibrar las elecciones presidenciales. Y las figuras en disputa representan dos extremos que están tensionando los centros políticos de sus respectivos partidos. Por un lado está el exrepresentante republicano Ron DeSantis, quien ganó su lugar en la papeleta identificándose a rajatabla con todas las posiciones del Presidente Trump (uno de sus avisos mostraba a su hijo construyendo un muro de juguete).

Al frente, el demócrata Andrew Gillum, el alcalde de la ciudad de Tallahassee, quien ha impulsado una agenda más “radical” o progresista dentro de su partido (el mismo Bernie Sanders viajó para darle su bendición en un acto de campaña).  Si gana, la disputa sobre cómo tiene que ser el partido demócrata: si pragmático-centrista-moderado o derechamente progresista.

Gillum es el primer afroamericano que se convierte en candidato a gobernador de Florida. De ganar, naturalmente sería el primer gobernador negro allí. Todo un símbolo.

Arizona: Senado

El senador republicano Jeff Flake dejó la carrera abierta al decidir no ir a la reelección, después de agrias disputas en su propio partido tras criticar duramente al Presidente Trump. Para reemplazarlo, gane quien gane, se escribirá un capítulo de la historia: se enfrentan dos mujeres en un estado que nunca ha tenido a una senadora.

Las rivales son la demócrata Kyrsten Sinema y la republicana Martha McSally. Es de esas carreras demasiado ajustadas para predecir. Esta será además una carrera que ayudará a definir si la dura retórica y política migratoria de Donald Trump ayuda o perjudica a su partido: Arizona es uno de los estados donde el voto latino podría ser determinante.

Nevada: Senado

Si los republicanos partiendo por el muy activo y enérgico Donald Trump en modo campaña han tratado de energizar a su base agitando los ánimos y los miedos contra la inmigración ilegal, los demócratas han persistido en levantar la bandera de la atención de salud, un asunto menos sexy en los ratings pero más cercano y cotidiano para el electorado. Una causa valiosa para los demócratas después de que la icónica escena en la que los parlamentarios republicanos festejaron el rechazo a la reforma de salud heredada del gobierno de Obama, junto a un sonriente y triunfal Donald Trump.

En la práctica, eso ha significado medidas impopulares como la desprotección por enfermedades preexistentes, por lo que esa foto en el Rose Garden de la Casa Blanca se transformó en un asunto incómodo para muchos candidatos del GOP o Partido Republicano. En Nevada, según las encuestas, ese es el principal tema que preocupa a los votantes, seguido por la inmigración. Ahí se enfrentan la candidata demócrata Jacky Rosen y el senador republicano Dean Heller, que lucha por su reelección.

Las encuestas los tienen prácticamente empatados. Y el resultado ahí podría instalar una de las principales banderas de lucha de la elección presidencial de 2020.