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Qanon, la conspiración que moviliza electores en Estados Unidos

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POR Administrador |

Comenzó como un post anónimo en un foro y ahora en los medios ya se habla de un fenómeno.

“Es la calma antes de la tormenta”, dijo Donald Trump frente a un grupo de periodistas hace más de un año. Una frase en tono cómico, una de las muchas que ha dicho durante su mandato, pero para algunas personas fue la confirmación de lo que ya sabían: la Operación Tormenta está en marcha y Trump va a liberar a la humanidad de la mafia de millonarios pervertidos que manejan el mundo”.

Ese es el resumen de Qanon, la teoría conspirativa que sigue sumando adeptos en Norteamérica. Comenzó como un posteo anónimo en el foro 4chan y comenzó a rodar como una bola de nieve. Decenas de miles de personas comenzaron a creerlo y en Twitter y Youtube ahora abundan los testimonios de quienes están convencidos de que Q existe y dice la verdad. Sería un oficial de los servicios de inteligencia de Estados Unidos con acceso a información privilegiada nivel “Q”. Esta persona decidió transparentar lo que realmente ocurre en el mundo. Al menos eso piensan todos quienes han sido vistos en mitines políticos del Partido Republicano, luciendo poleras y letreros en que se ve la Q.


 

Si bien las teorías conspirativas han existido siempre (reptilianos, illuminatis y alienígenas en el sur de Chile incluidos), la forma en que usamos internet para comunicarnos es terreno fértil para que ideas que no tienen asidero en la realidad abunden. Cristián Huepe, doctor en Física, publicó en 2012 un trabajo en que  predijo que las dinámicas de opinión que se dan en la web podían generar estas teorías. Su predicción se basó en el estudio de sistemas complejos: “La interacción de distintos elementos genera fenómenos nuevos, que son más que la suma de las partes. Desde cómo las moléculas se unen en células y las células forman cuerpos, la misma dinámica se aplica a la comunicación”. 

Cristián Huepe

Dentro de los sistemas, la red de opiniones “se va reorganizando e incluso puede desconectarse de las demás redes del sistema y se transforma en profecía autocumplida. Los integrantes de la red solo conversan entre ellos y, así, es muy fácil crear teorías de conspiración. Internet no solo nos da la posibilidad de comunicarnos con cualquier persona, también nos da la posibilidad de escuchar a los que solo están de acuerdo con nosotros. Esta fragmentación produce subcomunidades que no se comunican y por lo tanto pueden creer cualquier cosa, porque se convencen entre ellos. No son conversaciones. No te doy información a ti y tú me das información de vuelta, sino que yo recibo información y después la propago y eso es mucho más lo que sucede hoy en día en internet que lo que sucedía antiguamente cuando hablábamos en reuniones sociales o cuando escuchábamos medios masivos.”

A esto contribuye el algoritmo con que funcionan Google, Facebook y Twitter, entre otras plataformas, que buscan entregarle al usuario contenido y opiniones que sean de su agrado. De esa forma se hace más fácil la segmentación con fines comerciales.

Una opinión similar tiene Thomas Cooper, autor de numerosos libros sobre comunicación, consultor de la ONU sobre el tema, profesor de Harvard y Emerson College: “Hay muchos factores que permiten amplificar información falsa, entre ellos el uso de bots, la propaganda disfrazada de noticias y, principalmente, el perspectivismo“. Cooper explica esto último como la conducta humana de crear perspectivas “no de acuerdo con la verdad, sino en línea con lo que favorece la supervivencia, aumentar el poder o dominar. Así es como los romanos justificaban sus acciones con ‘el poder da la razón´, o los cristianos se imponían en la ‘guerra moral’ con ‘poner la otra mejilla’. Así es como un grupo termina pensando que su creencia es la verdad y la de los demás un mito”.

Thomas Cooper

¿Se trata de mitos inofensivos?

No son mitos inofensivos. Para nada. En junio pasado un hombre armado paralizó el tráfico en la represa Hoover durante 90 minutos, amenazando con disparar si no se hacía público el informe en que se explicaría cómo Trump va a desbaratar la ya mencionada red de poderosos pedófilos y el Deep State, o Estado profundo, un grupo de funcionarios de los servicios de inteligencia y el Ejército que buscaría perpetuarse en el poder.

Y los efectos pueden ser aún más profundos. Según Huepe, estas posverdades no solo permitieron el triunfo de Trump y el Brexit, sino que son el sustento para quienes creen que la tierra es plana o que el hombre no llegó a la luna. También, y más peligroso, están detrás de la propagación de que las vacunas son parte de una conspiración de las farmacéuticas, lo que sin embargo ha resultado en niños muriendo hoy en día.

Estas muertes son el resultado de un sistema que se desajustó y que está alcanzando un punto crítico: “No es que yo crea que la civilización se vaya a acabar, pero habrá desde las más pequeñas hasta las más grandes avalanchas y pasos hacia atrás. Habrá sufrimiento humano y muertes y enfermedades mucho peores de lo que podríamos haber logrado hacer si no hubiéramos tenido una visión irracional del mundo”, plantea Huepe.

Según el físico chileno avecindado en Estados Unidos, las plataformas con tanto alcance y conocimiento de sus usuarios como Google y Facebook “deben regularse como servicios públicos (…) uno puede hacer la analogía de cuando se comenzó a instalar la electricidad en el mundo. Si bien el desarrollo se hizo con empresas privadas, el marco regulatorio era muy fuerte porque había que cuidar que todo el mundo pudiera acceder a ellos. Entonces, por ejemplo en Estados Unidos, hay ciertas legislaciones que obligan a que las aerolíneas tengan rutas a pequeños pueblos, a pesar de que puedan no ser convenientes económicamente. Pero para tener el derecho a circular tienen que hacerlo. En ese mismo sentido es importante de que se le requiera a buscadores online y a las redes sociales que nos muestren una visión más pluralista del universo”.

A lo anterior Thomas Cooper agrega que “Facebook y las demás redes sociales debieran aumentar sus estándares éticos y vigilar más qué reciben y publican de terceros”. Pero con eso no basta, ya que “la solución definitiva es educar. Los niños deben aprender que lo que ven en internet no es necesariamente verdad y por eso deben exigir saber quién es la fuente y qué autoridad tiene”. Esto es parte de las habilidades que deben tener los nuevos ciudadanos de la sociedad digitalizada: distinguir qué es cierto, qué ha sido sacado de contexto y qué es solo una absurda conspiración.

Primer post de Qanon en 4chan. En él se dice que Hillary Clinton sería arrestada en una determinada fecha y que tanto los militares como la Guardia Nacional habían sido alertadas ante posibles protestas masivas. Incluso sugiere chequear con cualquier miembro de la Guardia Nacional para comprobar que estarían en actividad en ese momento. Todo lo allí afirmado es falso, y la sugerencia final corresponde a una vieja técnica usada por delincuentes en todo el mundo para dar apariencia de verosimilitud a un relato espurio.