Economía

Juan Benavides, el ejecutivo que masificó la tarjeta CMR liderará el directorio de Codelco

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POR jorge Román |

En el mundo privado destacan la capacidad analítica y estratégica del expresidente de Icare y de AFP Habitat, y su experiencia en gestionar empresas grandes y en procesos de crecimiento.

Al frente, el Presidente Sebastián Piñera.

Juan Benavides Feliú, 60 años, casado, seis hijos, exgerente general corporativo de Falabella, expresidente de Icare y hasta este viernes presidente de AFP Habitat, decide aceptar el desafío: encabezar el directorio de la empresa más grande de Chile.

Es jueves 24 de mayo y Codelco hará pública la designación de su nuevo presidente al día siguiente, a través de un hecho esencial enviado a la Comisión de Mercado Financiero (CMF).

El nombramiento de Benavides causó sorpresa en el mercado. No por la elección, sino porque muy pocos lo vieron venir. En los círculos empresariales, su nombre genera respeto y admiración. Y quienes han trabajado con él destacan su capacidad analítica y estratégica, su inteligencia para aprender rápido, su experiencia en la gestión de grandes compañías y la mirada integral que tiene sobre las diferentes áreas de una empresa.

“Tiene un historial de gestionar empresas importantes, como Falabella y Habitat. Y posee una mezcla virtuosa de ejecutivo con directivo”, comenta Andrés Santa Cruz, expresidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y presidente de la Asociación de AFP. 

“Es tremendamente completo. Entiende muy rápido y muy en profundidad. Y a diferencia de muchos ejecutivos, que son especialistas en una área específica, posee una mirada completa: comercial, financiera, de operaciones y de gestión”, agrega Pablo González, gerente general de Inversiones La Construcción (ILC). El ejecutivo recuerda que Benavides fue el primer director independiente de esta compañía, en 2013, y de ahí pasó a la presidencia de AFP Habitat, en 2014.

Los orígenes

Si bien la historia profesional de Benavides está marcada a fuego por su paso por Falabella, holding en el que trabajó durante veinte años, su experiencia laboral y empresarial es mucho más extensa. Tras egresar del colegio Verbo Divino, entró a estudiar ingeniería comercial a la Universidad Católica. Por razones familiares, durante ese período trabajó ayudando en Plásticos Mapoleno, de propiedad de un tío materno. Esta veta industrial la retomaría tres décadas después, cuando en 2013 asumió el control de la propiedad de la empresa de vidrios industriales Glasstech, a través del fondo privado Altinum, en el que participa junto con el ex SMU Juan Pablo Vega. Benavides y Vega adquirieron ese año el 100% de la cadena de panaderías y restaurantes Le Fournil, hasta entonces controlado por la familia Ugarte.

Durante los ochenta, Benavides se desempeñó en los grupos BHC y Pathfinder. Y tras unos años en Anagra, arribó a Falabella. En 1994 asumió la gerencia de CMR Chile, cargo que lo perfiló como un ejecutivo de grandes ligas. Primero, porque convirtió el plástico de esta multitienda en la tarjeta de crédito más masiva de Chile. Segundo, porque lideró la expansión de la empresa hacia otros negocios, como los seguros y los viajes. Y tercero, porque exportó el modelo a Argentina y Perú.

En 2004, las familias Solari y Cúneo le confiaron el cargo más importante del holding: gerente general corporativo de Falabella. Reemplazó a Pablo Turner, quien tuvo una polémica salida hacia uno de sus competidores más acérrimos, Paris.

Bajo su gestión, la compañía ingresó al negocio bancario (creando Banco Falabella) y al de supermercados en Chile (con la compra de San Francisco por parte de Tottus). Además, encabezó las negociaciones con la familia Ibáñez de la fallida fusión con DyS (Líder).

Hay, sin embargo, un punto oscuro en ese currículo relacionado con su participación como director de Fasa, en el caso de la colusión de las farmacias. En su calidad de director fue multado, junto con otros siete miembros de la mesa, con UF 300 por la ex Superintendencia de Valores y Seguros, “por no haber ejercido debida y oportunamente su derecho legal a informarse, como debieron hacerlo en virtud de los antecedentes con que contaban, tanto públicos como internos, del proceso que culminó con la firma del Acuerdo Conciliatorio”. La sanción de 2009 fue ratificada después, en 2015, por la Corte Suprema.

Sin embargo, le es reconocida su capacidad de gestión y las horas que dedicaba a sus tareas.

Quienes compartieron en esa época en Falabella recuerdan que trabajaba seis días a la semana. “Partía planificando la semana el domingo en la tarde y no paraba hasta el sábado al almuerzo, porque habitualmente tenía alguna actividad en terreno ese día”, confidencia un cercano.

“Tiene una enorme experiencia gestionando grandes empresas y, especialmente, compañías en crecimiento”, asegura Guillermo Tagle, presidente de IM Trust-Credicorp Capital. Ambos coincidieron en Icare. Tagle presidió este organismo entre 2014 y 2016 y cedió su cargo a Benavides, quien lo dejó en enero pasado en manos de Claudio Muñoz. 

La persona para Codelco

Tagle destaca que el ahora presidente de Codelco encabezó por varios años el influyente Círculo de Marketing de Icare. “Él hizo el círculo más activo y más diverso de todos lo que hay”, dice Tagle, quien valora la concepción moderna que tiene Benavides del rol de la empresa en la sociedad. “Fue muy activo en cambiar el foco de la responsabilidad de la empresa en su relación con la comunidad. Y ese es un link muy importante con los desafíos en la minería”, complementa.

Esta visión más moderna del rol del sector privado es reforzada por Ignacio Briones, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, con quien compartirá en el directorio de Codelco. “Me parece un gran nombre, porque mezcla una dilatada experiencia en distintas industrias con una mirada moderna de los negocios. Es un ejecutivo con harto carrete y con una mirada muy amplia”, dice el economista y militante de Evópoli.

¿Y las aprensiones por su nulo conocimiento en minería? “En Codelco hay mucha gente que sabe de fierros y minería, pero él aporta una mirada de gestión y estrategia. Además, Óscar Landerretche hizo una excelente labor y tampoco sabía de minería en un comienzo”, opina Briones.

A nivel de debilidades, en el mercado comentan que posee una personalidad poco dúctil y, a veces, algo intransigente, lo que puede jugarle en contra en su rol político en Codelco.

Actualmente, la minera estatal lleva adelante el proceso de inversiones más cuantioso de su historia. En total, está previsto un plan de obras por US$ 20 mil millones entre 2017 y 2021, precisamente el grueso del período en el que Benavides encabezará el directorio. Dentro de este programa de inversiones destaca la transformación de Chuquicamata desde una mina a tajo abierto a una subterránea, extendiendo su vida útil por cuarenta años; el proyecto de nuevo nivel mina de El Teniente; las operaciones para viabilizar el futuro de Andina y Rajo Inca (El Salvador), y la adecuación de las fundiciones a los estándares ambientales actuales.

Al primer trimestre, la compañía reportó un Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) de US$ 1.273 millones, con un margen del 36%. Además, entregó excedentes por US$ 537 millones.