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El grupo estratégico de Elizalde

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POR Josefina Ríos |

Son cinco los integrantes de este acotado pero influyente equipo. Todos abogados, se conocieron en la escuela de Derecho de la Universidad de Chile a comienzos de los noventa. Hoy este círculo de hierro está abocado a apoyar la gestión de Elizalde a la cabeza del PS.

En los casi seis meses de lo que va la nueva administración Piñera, sin duda el Partido Socialista se ha convertido en la principal fuerza de oposición. Su timonel, Álvaro Elizalde, ha delineado una cuidada estrategia de cohesión interna y clara diferenciación respecto a los objetivos que el Gobierno quiere implementar. Decidió, por ejemplo, que su colectividad no participaría en las mesas de trabajo para la consecución de los acuerdos nacionales en materias como seguridad, infancia y salud. Además, los parlamentarios del PS han liderado las presentaciones a la Contraloría y el Tribunal Constitucional para frenar iniciativas del Ejecutivo y, por estos días, sus senadores han conducido la oposición al proyecto de Hacienda en torno al sueldo mínimo. 

Elizalde cuenta con el sólido respaldo de su colectividad para la concreción de este diseño, pero además tiene el apoyo permanente y estratégico de un grupo de viejos amigos, todos con vasta experiencia política y agudo olfato comunicacional. La conversación y análisis entre ellos es permanente, ya sea de manera presencial o a través de un grupo de Whatsapp, cuyo nombre nadie quiere revelar. “Es un grupo que básicamente apoya la gestión política de Álvaro, bastante operativo”, cuenta uno de sus miembros. 

En este círculo de hierro de Elizalde figuran su esposa, Patricia Roa; el exsubsecretario del Trabajo Francisco Javier Díaz, Pablo Velozo y Mauricio Muñoz, todos miembros del Tercerismo, facción del PS que nació en los patios de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile a comienzos de la década de los noventa. Es la misma época en la cual se forjó este grupo, cuya primera gran batalla política fue la campaña para la presidencia de la Fech que ganó Elizalde en 1993. 

Pero además de contención y apoyo, quienes conocen bien la interna de este club de amigos aseguran que en él abundan la agudeza y la creatividad. De hecho, a su alero han nacido las etiquetas más célebres que la oposición ha enarbolado en los últimos meses para criticar al Gobierno. “Sequía legislativa”, “motosierra administrativa” y “democracia patronal” son solo los rótulos más famosos que han surgido de las intensas conversaciones de este “equipo”.

Los protagonistas

El líder natural del grupo es Álvaro Elizalde, quien desde joven es el más político de todos. “Está dispuesto a ponerle el pecho a las balas, es muy bueno en terreno y tiene sentido de poder. Es persistente y ha hecho una carrera política”, acota un miembro del grupo.

A la presidencia de la Fech sumó años después la conducción de las Juventudes Socialistas en Chile y luego internacional. También ha tenido varios cargos en el Ejecutivo, en el que llegó a ser ministro Secretario General de Gobierno durante los primeros dos años en la segunda administración de Bachelet. En marzo de 2017 asumió la presidencia del PS.

“Álvaro es poco afiebrado en su condición de izquierdista y cree firmemente en la pragmática de la unidad. Es decir, sabe que para lograr que haya unión desde la DC hasta el Frente Amplio es necesario hacer concesiones”, explica otro integrante de esta pequeña liga. Agrega que, como buen político, Elizalde es muy propositivo y se le ocurren muchas ideas: “El concepto de la ‘motosierra administrativa’ es suyo. Nació de las conversaciones del grupo, pero fue él quien acuñó el término”.

El exsubsecretario de Trabajo Francisco Javier Díaz es otro de los miembros destacados del grupo. Díaz es abogado y participó en el Segundo Piso en el primer gobierno de Bachelet y desde ahí estaba a cargo del tema de políticas públicas, pero además redactaba discursos para la expresidenta.

“Él creó el término del ‘sello social’ de ese gobierno, idea que todos después repitieron hasta el cansancio. Y en marzo de 2010, cuando apenas comenzaba la primera administración Piñera, escribió una columna en el diario La Segunda advirtiendo que se debía poner atención a la letra chica de las propuestas de ese régimen. La expresión luego fue utilizada por Sergio Bitar y más tarde por la DC, convirtiéndose en una de las principales banderas para enfrentar a Piñera desde la oposición”, recuerda un abogado que conoce bien su carrera

A Francisco Javier Díaz le sindican la creación de la polular etiqueta “sequía legislativa”. Crédito: Agencia Uno

Hoy, en el grupo lo sindican como el autor de la “sequía legislativa”, etiqueta extrainstalada en el debate público, a propósito de la supuesta escasez de proyectos legislativos enviados por el Ejecutivo en los primeros meses de Gobierno. Díaz, sin embargo, lo niega: “El mérito lo tiene el equipo legislativo de Igualdad, con Gabriel de la Fuente a la cabeza, y los hermanos Cristóbal y Gabriel Osorio, que son los abogados del PS. Yo no participo en esas instancias, entre otras cosas, porque trabajo todo el día en mi estudio de abogados”. Pero un integrante del núcleo matiza: “Pancho es muy inteligente, culto y un gran redactor. Le pega mucho al tema de las frases y las cuñas. Es muy influyente y riguroso, pero no le gusta figurar”.

El abogado Mauricio Muñoz es en la actualidad probablemente el consejero más cercano de Elizalde en materias legislativas y en la redacción de minutas para sus intervenciones públicas. Es, además, un activo miembro de este grupo, donde aporta con su visión en materias legales y comunicacionales. Muñoz trabajó en el equipo de Pedro Güell en el Segundo Piso del segundo gobierno de Bachelet y antes acompañó a Elizalde en la Secretaría General de Gobierno. “Elizalde confía mucho en él y se apoya en su experiencia al momento de elaborar sus mensajes, aunque hay que reconocer que Álvaro improvisa bastante en sus exposiciones públicas”, asegura un miembro activo en los chats del grupo.

El abogado Mauricio Muñoz es hoy uno de los principales asesores del timonel PS.

Patricia Roa y Pablo Velozo, ambos abogados, son claves al momento de evaluar estrategias y la reflexión política. Si bien Roa está alejada de la política partidista y hoy tienen un destacado rol en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), su marido se apoya mucho en su aguda mirada a los medios de comunicación y las redes sociales. “La Pati es muy importante en este grupo, porque es creativa y entiende muy bien el mundo de las comunicaciones. Además, está muy bien conectada y maneja información muy valiosa”.

Elizalde respeta mucho la visión política de su mujer, Patricia Roa. Crédito: Twitter

Pablo Velozo, exsecretario general del PS y reconocido tercerista, también es un activo participante del grupo. Su contribución, al igual que la de Roa, se centra sobre todo en el análisis estratégico y el apoyo a la gestión política de Elizalde. El suyo es un aporte bastante operativo y táctico.

Actores invitados

A este núcleo duro se unen en ciertas oportunidades otras personas que hacen aportes específicos. Uno de ellos es Cristián Valdivieso, director de Criteria, empresa que se dedica a los estudios de opinión, y que en variadas oportunidades les entrega estadísticas y análisis como insumos para entender y prever de mejor forma los fenómenos políticos. “Cristián aporta con números y eso permite muchas veces bajar las teorías al terreno real y afinar mejor las ideas que se quieren comunicar”, explica uno de los abogados del grupo.

Otra voz que se oye con atención en este quinteto es la del expresidente de TVN y exministro del Trabajo, Ricardo Solari. “Él tiene un inmejorable olfato político y mente fría. Además, a diferencia de todos nosotros que somos abogados, él es economista y eso entrega una visión distinta y complementaria”, relata el mismo profesional. Solari siempre ha sido considerado entre los terceristas como una especie de mentor y es sumamente respetado en esa facción.

En la actualidad, cuentan sus integrantes, el grupo se comunica mucho más por Whatsapp que de manera presencial. “Los permanentes viajes de Álvaro al Maule han alejado los encuentros. Creo que el último fue hace más de un mes”, cuenta uno de ellos. Pero otro agrega: “Las conversaciones por Whatsapp son tan intensas como cara a cara. Ahí hay mucho trabajo y siempre estamos conectados”.