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La extraña soledad de un diputado

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POR Juan Manuel |

Los únicos apoyos que recibió Ignacio Urrutia por sus dichos contra víctimas de derechos humanos llegaron de ex militantes UDI.

“Es una excelente noticia que haya retirado el Gobierno este proyecto que es nefasto porque no es la única vez que se entregan estos beneficios, sino que ya es como décima vez que se entregan estos regalitos a gente que, más que exiliados, fueron más que nada terroristas (…) Así que en buena hora que este gobierno retiró este aguinaldo que le querían entregar nuevamente a esta gente”. Esa fue la frase del diputado UDI Ignacio Urrutia que encendió al Congreso este jueves 19 de abril. 

El debate original se centraba en la decisión de La Moneda de retirar el proyecto de ley presentado por la administración de Michelle Bachelet para reparar económicamente a víctimas de violaciones a los derechos humanos de la dictadura. El aporte, avaluado en $3 millones por víctima, tenía un costo fiscal por $91.498 millones, de acuerdo con el informe financiero de la Dirección de Presupuestos. De ese monto, un tercio debía desembolsarse con cargo al erario en 2018. La Moneda apuntó que el motivo del retiro es la cuantía fiscal de esa iniciativa, que estaría desfinanciada y sería muy superior a las prioridades en otras áreas.

Esa discusión quedó desplazada por la forma.

Los dichos de Urrutia tuvieron las réplicas esperables. La diputada Pamela Jiles (PH) lo encaró, la oposición se retiró de la sala de la Cámara, el Frente Amplio difundió una declaración repudiando el hecho y un diputado RN pidió perdón

La diputada Pamela Jiles fue la primera en encarar a Urrutia.
Crédito: Agencia Uno

La condena fue amplia. Lo hizo la oposición completa, pero también los partidos de Chile Vamos como RN, Evópoli y el PRI.

En la UDI hubo dos miradas. Una de condena abierta a Urrutia, otra de dejar que él se explicara. Pero ninguna lo suficientemente mayoritaria. Al menos este jueves, la mayoría de la UDI buscó respuestas en el silencio.

La incómoda posición de la UDI

Hubo voces, con micrófono abierto, que confrontaron en la plaza pública al polémico diputado. La más dura provino del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín. A través de un tuit, expresó que la frase del parlamentario “refleja su profundo descriterio, odioso y contumaz”.

La reacción de Hernán Larraín, expresidente de la UDI, causó sorpresa. Cuando el hoy ministro era senador, trabajó en numerosos proyectos de ley con el diputado Urrutia. Era común ver a ambos compartiendo ideas e iniciativas legislativas en sus oficinas en el Congreso.

Urrutia ha sido diputado desde 2002. En su primera elección fue escogido con la primera mayoría (37%) y en los dos comicios posteriores (2005 y 2009) salió segundo con el 27% en cada uno. En 2013 obtuvo la tercera mayor votación del entonces distrito 40, con el 22%, pero el método de asignación de escaños del sistema binominal le permitió quedarse con el segundo cupo. Ya con el nuevo sistema electoral aplicado desde 2017, y en un distrito ampliado en el mismo Maule (ahora con el número 18), Urrutia recibió el 15% de las preferencias y logró el primer lugar entre los cuatro representantes de la zona.

El diputado es conocido en el partido por representar, sin tapujos, al sector más conservador de la UDI junto con parlamentarios como el senador Iván Moreira. Su historial ha estado marcado por controvertidas polémicas. En 2012 insultó la figura del expresidente Salvador Allende durante un minuto de silencio realizado en la Cámara y en 2014 solicitó realizar un minuto de silencio en memoria de Augusto Pinochet. 

Tras la declaración de Hernán Larraín, y también vía Twitter, diputados como Issa Kort (secretario general de la UDI) y Javier Macaya (jefe de la bancada) optaron por la condena doble a la violencia “verbal” (de Urrutia) y la “física” (de la cual se acusa a Jiles).

Sin embargo, el dibujo tradicional de reacciones a la frase polémica del día tiene una segunda página. En este caso, en la UDI. Las palabras del diputado Urrutia volvieron a poner sobre el debate un asunto que suele incomodar a un sector de su colectividad. A pesar de los intentos partidistas por aunar una posición sobre los derechos humanos con la publicación en 2003 del documento “La paz ahora”, el partido está lejos de mantener el orden en sus filas en ese tema tan sensible. 

Así lo reconocieron varios diputados y senadores de la UDI consultados por PAUTA.cl. No uno ni dos ni cinco, sino más de una decena optó por no referirse al tema. Fue el silencio lo que habló, al menos este jueves. En privado, algunos reconocieron que la situación les producía incomodidad y por eso preferían respaldarse en la postura publicada por Kort. Urrutia, entonces, parece quedar solo, pero no tanto como para que la mayoría adopte una frase condenatoria explícita por su opinión.

En entrevista con Canal 13, el diputado Jaime Bellolio, representante del ala más liberal del partido, deslizó el mismo discurso: que no se puede insultar la memoria de quienes han sido violentados en el pasado y que espera que Urrutia “recapacite”. Y luego añadió dos elementos relevantes sobre el partido: primero, que no está por pasar a su colega al tribunal supremo de la colectividad y, segundo, que la “mayoría” de la UDI no acepta las violaciones a los derechos humanos.

El diputado Urrutia representa al sector conservador de la UDI.
Crédito: Agencia Uno

De hecho, a pesar de todo el revuelo causado por las declaraciones de Urrutia, el partido no emitió ninguna declaración y su actual presidenta, la senadora Jacqueline van Rysselberghe, se mantuvo en silencio durante toda la jornada. La ex intendenta del Bíobio también es conocida por representar al sector conservador del gremialismo. 

El silencio de unos y la prudencia de otros evidencian, además, la distancia que existe en la UDI entre las nuevas y las viejas generaciones del partido. Bellolio ha manifestado en reiteradas ocasiones que no está conforme con el curso que ha tomado la colectividad, ha dicho que es necesaria una modernización de sus ideas e incluso ha expresado que ha pensado en renunciar a la UDI. 

En cambio, no hubo silencio de algunos ex UDI emblemáticos, como José Antonio Kast y Cristián Labbé. El ex candidato presidencial escribió en su cuenta de Twitter que Urrutia “dice una gran verdad”.

La defensa de estos también gremialistas se dio justo el día en que Kast lanzó su nuevo movimiento político, el cual cuenta con el apoyo de varios dirigentes de la UDI. Este nuevo espacio le ha puesto presión al partido que lidera Van Rysselberghe. El mismo ex diputado UDI ha dicho que su movimiento representa de mejor manera las ideas de Jaime Guzmán que dieron origen a la UDI. 

La defensa del partido

El secretario general Issa Kort desdramatiza el hecho de que la directiva como tal no se manifestara al respecto y dijo que “el silencio de la presidenta no implica una postura disonante con respecto a la mía”. 

El dirigente, que llegó a la directiva en marzo de este año en reemplazo de Pablo Terrazas (subsecretario de Minería), dice que la posición de Urrutia “no representa a la UDI” y recalca que “la UDI es un partido que tiene diversidad y libertad de opinión y de pensamiento, y respeta las posturas que tiene cada uno de los militantes y las autoridades”. 

Una posición similar tiene Gonzalo Müller, militante UDI y analista político. Dice que no cree que “una frase desafortunada de un diputado ponga en cuestión una posición histórica de la UDI de condena a las violaciones a los derechos humanos”. Müller también opta por restarle importancia a que la mayoría de los parlamentarios UDI no se pronunciaran rechazando las palabras de Urrutia. “Esto no es un examen, no hay que pasar lista a todos los parlamentarios. No veo por qué los silencios se deben interpretar como un apoyo o como un rechazo”, espeta. Con todo, acepta que hay una línea de incierto trazo: “No puedo afirmar que la posición del diputado Urrutia es minoritaria o no es minoritaria. Lo que sí sé es que ha habido varias voces diciendo que no la comparten y no he escuchado a nadie decir que sí las comparten”.

Van Rysselberghe preside la UDI desde enero de 2017.
Crédito: Agencia Uno

La figura de Urrutia en la UDI representa un equilibrio precario con el que tiene que convivir a diario la colectividad. El debate se volverá a encender pronto. Van Rysselberghe ya anunció que pretende actualizar este año la declaración de principios de la UDI redactada en 1983 por Jaime Guzmán, en donde se hace alusión al 11 de septiembre de 1973 de la siguiente manera: “La Unión Demócrata Independiente destaca el patriotismo y espíritu de servicio de las Fuerzas Armadas y de orden de Chile, incluida su acción liberadora del once de septiembre de mil novecientos setenta y tres, que salvó al país de la inminente amenaza de un totalitarismo irreversible”. 

Ante la opción de modificar esa parte del texto, el partido ya se ha mostrado dividido y una vez más evidencia la misma tensión que dejó al descubierto un diputado en una sesión ordinaria de la Cámara.