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La diferencia entre ‘el candy digital’ y la ‘verdura digital’ que afecta el cerebro infantil

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FREEPIK
POR Florencia Pucci |

“Entregar un smartphone con internet ilimitado a un niño con cerebro inmaduro es lo mismo que se trague un 1 kg de azúcar”, dice la especialista Carolina Pérez.

En teoría, a través de las pantallas hay acceso a información y a conocimiento. Es también una manera de entretenimiento. Pero lo mismo haría un libro o una persona. Las pantallas lo han facilitado, pero con un costo: su uso temprano en menores de edad está afectando al desarrollo cognitivo de los niños a nivel mundial.

Según un gran número de estudios realizados y años de investigación,el sedentarismo tecnológico ha provocado una alteración múltiple de la rutina, el sueño, las habilidades de lenguaje, la creatividad y las habilidades sociales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el abuso de la tecnología genera trastornos como irritación, aumento de la agresividad e inseguridad.

Para la educadora de párvulo y máster en educación de la Universidad de Harvard Carolina Pérez, es importante saber diferenciar entre la verdura digital y el candy digital. “La verdura digital se entrega cuando un niño tiene que acceder a internet a buscar algo para un trabajo, cuando está aprendiendo. Lo ideal es que siempre esté supervisado por un adulto. El candy digital ocurre cuando yo le paso el celular a la guagua para que no me moleste”, dice en Desde el Jardín.

La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría establecen que los menores de hasta dos años no debiesen tener ningún contacto con dispositivos portátiles como teléfonos celulares, tablets y juegos electrónicos. En los niños de tres a cinco años, el uso de estos dispositivos debiese estar limitado a una hora como máximo, mientras que los de seis a 18 años a dos horas por día.

Para Pérez, el principal problema de hoy en día es que los papas están externalizando su rol de ser papás, de hablar, de leer cuentos y llevarlos a la plaza por algo mucho más fácil que es pasarle un tablet, smartphone y así el niño no molesta por un par de horas. “En Chile estamos dando pantallas a cerebros que todavía no pueden procesar la información […] Los adultos les estamos fallando a nuestros niños”.

Datos entregados por Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Ontsi), el 94,2% de los hogares con niños dispone de un computador, el 77,6% de tablets y el 95,6% tiene acceso a internet. Siete de cada diez niños de a 10 a 15 disponen de teléfono móvil.

“Entregarle un smartphone con acceso ilimitado a internet a un niño con cerebro inmaduro, a una guagüita, es lo mismo que el niño se trague un 1 kg de azúcar, porque el cerebro humano no está preparado”, expresa.

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