Carta abierta al ministro de Energía
"Se siente olor a gas en el aire, gas populista, hay que ir a encontrar la fuente desde donde se está emitiendo, hay que cerrar la llave rápida antes que reventemos todos", reflexiona Cristián Warnken.
"Se siente olor a gas en el aire, gas populista, hay que ir a encontrar la fuente desde donde se está emitiendo, hay que cerrar la llave rápida antes que reventemos todos", reflexiona Cristián Warnken.
"¿Dónde están nuestros héroes de hoy? ¿Quiénes son? Mientras nos hacemos la pregunta, usted siga saltando al vacío, porque ese salto es también vuelo, ese arrojo nos enseña que "patria" no es una abstracción", reflexiona Cristián Warnken.
"El pueblo quiere y merece paz. Una política de calidad y una izquierda responsable, serena y prudente. Su tuit claramente, don Camilo, no contribuye a ello", asevera Cristián Warnken.
"¿Quién eres? El que llenó las calles de las ciudades en octubre del 2019 o el que votó masivamente en septiembre del 2022?", se pregunta Cristián Warnken.
"Nos enfrentamos hoy a desafíos que pueden colocar en jaque la democracia, la educación y la convivencia entre nosotros. ¿Nos entregaremos a esta nueva realidad, sin hacernos, al menos, algunas preguntas, sin cuestionar sus posibles consecuencias para la humanidad?", dice Cristián Warnken.
"Si tuviéramos más intelectuales como usted en este país, habría habido un mejor muro de contención a la destrucción y deconstrucción que hemos vivido", escribe Cristián Warnken, al recientemente fallecido académico e intelectual, Óscar Godoy.
"No dejes de soñar que la ciudad volverá a ser nuestra", nos dice Cristián Warnken.
"No están solos, estas muertes terribles no serán en vano. Esto debiera despertar del letargo a muchos que han jugado demasiado tiempo con fuego y que se hicieron cómplices del inaceptable 'ninguneo' (el verbo es de Mistral) de Carabineros de Chile", dice Cristián Warnken.
"Que la pandemia que hemos superado sea reemplazada por una epidemia de sonrisas", dice Cristián Warnken: "Que nos contagiemos de sonrisas".
"Y el alma de Chile también tiene música y poesía: “puro Chile es tu cielo azulado/puras brisas te cruzan también”. La pureza de esos cielos del norte, de esas brisas y vientos del sur la han cantado los poetas, Neruda, Mistral, y tantos otros", señala Cristián Warnken en su carta de hoy.
"Ellos creen, en una parte de sí mismos, y lo han creído desde hace tiempo, que son superiormente moralmente a tu generación y confían en su propia pureza con una convicción que estremece" dice Cristián Warnken en esta carta.
"La campaña ha empezado y usted nos ha notificado, con estos actos y gestos, que asumirá un rol activo en ésta", dice Cristián Warnken.
"Mientras los otros se destruyan en odiosos foros televisivos unos a otros, nosotros démosle la lección a los fanáticos e intolerantes de que es posible convivir y ser amigos más allá de las diferencias", dice Cristián Warnken.
"El Gobierno parece un gobierno de adolescentes llenos de discursos buenistas, sin sentido de la realidad, dispuestos a conversar con los mismos que ahora te están expulsando de tu campo por medio del terror", escribe Cristián Warnken.
"Llenamos los gimnasios y hacemos culto de nuestros propios cuerpos, no nos gusta ya hacernos las grandes preguntas que tienen que ver con el sentido; no queremos descender", dice Cristián Warnken en esta Pascua.
"A veces a ti te dan ganas de llover, de llorar, pero no puedes", escribe Cristián Warnken: "Te dan ganas de dejar esta ciudad de mierda, este barrio que ya no es tu barrio y que cada vez más se parece a una cárcel o campo de concentración. Qué ganas de escuchar, en vez de las balas, los cantos de los pájaros".
"Creo, Presidente, y sin ser experto sino un ciudadano interesado en la historia e identidad de sus propio país, que la Convención se está 'pasando varios pueblos', aunque habría que decir, en este caso, 'varias naciones'".
"Que los que tienen el poder, que los que gobiernan, los que legislan, los que redactan constituciones, o sea nuestras 'élites', lean a Montaigne y que entiendan que ganar a veces es perder", escribe Cristián Warnken.
"El Rechazo del Plebiscito de Salida si el texto presentado es un engendro o un imbunche será antes que nada amarillo. Es de esperar, por supuesto, que no lleguemos a ese fatídico escenario", dice Cristián Warnken.
"Sin Banco Central (con su autonomía que algunos quisieran morigerar) y sin Mario Marcel, es probable que el país hubiera caído rápidamente en el abismo de la decadencia, mediocridad e irresponsabilidad", dice Cristián Warnken.
"Abundan hoy entre nosotros muchos Bolívares en versión "millennial", que prefieren la revolución a la reforma: les ha tocado vivir tiempos de abundancia excepcionales", dice Cristián Warnken: "Para tiempos de escasez e incertidumbre, necesitamos más un Bello que un Bolívar".
"Si cada uno de nosotros, al mismo tiempo, en miles de jardines del mundo, nos sentamos debajo de un árbol a esperar, ¿acaso no pude suceder algún milagro? ¿De volver a nacer, de volver a creer? ¿Por qué no?", dice Cristián Warnken.
"Los indecisos como tú han obligado a los extremos —en esta segunda vuelta— a recalibrarse, centrarse, abandonar delirios refundacionales o regresivos. Tú produjiste ese milagro, esa evolución", dice Cristián Warnken.
"Recibamos con los brazos abiertos a los miles de amarillos que están apareciendo. Mira, hasta ese político comunista está haciendo ahora declaraciones amarillas: ¡Bienvenido, rabanito, de vuelta a casa!", escribe Cristián Warnken.
"El proceso de canonización de Karina Oliva, de Rojas Vade y de todos los 'santos' de nuestra izquierda jacobina ha terminado y el veredicto es definitivo: ellos no son santos", escribe Cristián Warnken.
"Ha llegado la hora del descenso de la centroizquierda chilena: esta debe hacer una larga travesía autocrítica y reflexiva, y preguntarse por qué destruyó su mejor capital político: su propia historia", lamenta Cristián Warnken.
"¿Es el ascenso de Kast el efecto búmeran de la "revuelta"? ¿Le pasará lo mismo que a Jiles, y llegará 'tan alto / tan alto' para luego desplomarse en caída libre? Se desfondó Sichel. ¿Se desfondarán Kast y Boric?",pregunta Cristián Warnken.
"El pensamiento de Mistral sobre educación debiera ser nuestro evangelio, a él debiéramos volver una y otra vez, como quien vuelve a la fuente", dice Cristián Warnken en esta carta.
"Por favor, no nos defrauden", pide Cristián Warnken en esta carta: "Chile no aguanta ni un fraude ni una mentira más. Necesitamos con urgencia ser de verdad".
"El texto constitucional también es una ficción que se construirá entre todos sus miembros, un relato, pero un relato que está parado sobre otro relato mucho más fuerte y atávico: Chile", dice Cristián Warnken.
"Mario Marcel representa lo mejor de la seriedad, rigor científico y sentido de la responsabilidad pública en Chile, y su preocupación genuina son los más pobres", dice Cristián Warnken en su epístola en PAUTA.
"Me acordé mucho de usted y de Voltaire cuando vi caer la ciudad de Kabul", dice Cristián Warnken: "Qué paradoja: talibanes chilenos celebrando la recuperación de los talibanes afganos del poder en Kabul".
"Este debiera ser un momento de menos "selfies", twitters, canales de Instagram y más de estudio y, sobre todo, diálogo", escribe Cristián Warnken. "Debemos superar la conversación de matinal y ponernos a dialogar de verdad".
"La socarronería chilena es mucho más astuta que el tontogravismo de los inquisidores buenistas", dice Cristián Warnken tras el cambio de la marca "Negrita" de Nestlé: "No está lejano el día en que a Kramer lo pasen a control de cuadros".
"Esta Constitución no debe ser pensada para borrar el pasado", dice Cristián Warnken. "No puede surgir del sentimiento de venganza, sino de un genuino espíritu de creación. O nacerá muerta".
"No se puede hablar de situaciones 'excepcionales': el paso de la izquierda radicalizada por el poder, en nuestro continente, ha dejado detrás suyo demasiada ruina y división", escribe Cristián Warnken.
"Entre tanto vómito, performance gritona, pintura con discurso, estar cerca de un cuadro tuyo nos expone a una luz tibia, amable. Ahí están todos esos hombrecitos y mujeres viviendo una segunda vida", escribe Cristián Warnken.
"Te escribo esta carta de invierno para pedirte que te quedes más tiempo con nosotros, porque necesitamos hibernar para encontrarnos con nosotros mismos.", dice Cristián Warnken.
"He pensado mucho en usted", relata Cristián Warnken. "Y le escribo porque creo que usted es la poeta del desconfinamiento. Y del confinamiento también".
"Hoy la situación de Perú por primera vez en mucho tiempo se está acercando a la nuestra: la decadencia de los partidos, la fragmentación de los 'proto-partidos'", le dice Cristián Warnken al reconocido analista chileno. "Está de moda denostar a los grandes partidos".
"La miro y no veo a una anciana embarcándose: es la misma niña, con los ojos curiosos y brillantes de asombro que llegó esa tarde de 1939", dice Cristián Warnken.
El veto del PC y sus aliados "tiene un valor simbólico muy grande y prefigura tal vez uno de los riesgos que enfrentará nuestra democracia en los próximos meses", plantea Cristián Warnken.
"La farándula se lo ha tragado todo", le dice Cristián Warnken al votante chileno: "Ahora te señalo con el dedo y te digo: 'La farándula te ha tragado también a ti'".
"Usted fue esencialmente libre", dice Cristián Warnken al fallecido biólogo chileno, y "por eso llegó a afirmar que incorporaría entre uno de los derechos humanos más fundamentales el del derecho de cambiar de opinión".
"Al preguntarle al espejo: 'Espejito, espejito, ¿quién de estos chilenos es la más popular?', el espejo les responde. 'Pamela Jiles'. ¡Y ustedes tiemblan al oír ese nombre, como si fuera la bruja del cuento", dice Cristián Warnken.
Quiero "salirme de las pantallas, nunca más asistir a una reunión Zoom, nunca más ver películas en plataformas digitales vacías de gente. En Lisboa, todo eso es posible", dice Cristián Warnken.
"Te lo advierto: no me voy a convertir en un liberal de la noche a la mañana. No me gustan esas conversiones súbitas", dice Cristián Warnken. "El taoísmo, en cambio, es pura flexibilidad y tolerancia".
"Da la impresión que las autoridades abandonaron 'su' Isla Negra, don Pablo, a su propia suerte. Isla Negra -lamentablemente- ya no es titular en la página de cultura sino en la crónica policial", denuncia Cristián Warnken.
"Tú, yo, la Iglesia, todos tenemos que morir para esperar una posible resurrección. No hay resurrección sin muerte, tú lo sabes. No hay escapatoria", dice Cristián Warnken en esta carta.
"Veo miles de pancartas con rostros de candidatos sonrientes, rostros que quieren ser sinceros, pero que en realidad no miran sino al vacío", dice Cristián Warnken en su nueva carta.
"No solo el Estado les ha fallado a los ancianos (eso ya lo sabíamos, eso se gritó con fuerza en octubre del 2019) ni el mercado (de él no podemos esperar nada), sino que es la comunidad la que les ha fallado", dice Cristián Warnken.
"No digan que Tomás Vidiella murió de virus; él murió de teatro", dice Cristián Warnken tras el fallecimiento del destacado actor chileno. Y clama: "Ministra de Cultura: decrete estado de catástrofe espiritual".
"Escribir cartas hoy es un acto de resistencia", dice Cristián Warnken: "Es muy fácil encerrarse en un mundo autoabastecido de verdades hechas, sin jamás enfrentarse al riesgo de cruzar la vereda opuesta".
"¡Hasta comienza a generarse un mercado para los obesos!", critica Warnken: "Es un tema que la élite económica autocomplaciente no sufre y que descuida con su desconexión de la realidad popular".
"¿Quién mató el Squadritto?", se pregunta Cristián Warnken en esta carta: "Hay que decirlo con todas sus letras, aunque las furias nos funen: también el 'estallido social' mató a nuestros lugares sagrados".
"A veces violenta, a veces dulce. La ciudad que estalló en octubre, y que ahora la peste asedia", dice Cristián Warnken sobre Santiago en esta nueva carta en PAUTA.
"Ellos formaron parte de la 'revuelta' (así llama al 'estallido' del 2019). ¿No serviría ese tipo de argumentación para amnistiar a los que entraron en el Capitolio?", dice Cristián Warnken en esta nueva carta en PAUTA.
En su columna de opinión en PAUTA, Cristián Warnken dice: "Acabo de colocar la palabra 'intolerancia' en el mono gigante que vamos a quemar (ese mono eres tú, 2020), y escribí al lado 'la verdadera peste'".