El debate pendiente que deja la Ley de Identidad de Género

Desde Iguales valoran que no exista distinción entre sexo biológico y de género, pero el IES plantea que podría haber problemas en la forma en que los ciudadanos se relacionan.

La promulgación de la Ley de Identidad de Género fue valorada por la Fundación Iguales. En conversación con Primera Pauta, el presidente del organismo, Juan Enrique Pi, aseguró que esto marcó un día importante para los derechos humanos en el país, aunque reconoce que la normativa para menores de edad no es lo que buscaban.

“Efectivamente la aprobación de esta ley viene a resguardar el derecho a la identidad de todas las personas, independiente de su identidad de género y, por lo tanto, estamos resguardando la dignidad de las personas, especialmente de la comunidad trans, históricamente discriminada en este país”, dijo.

El proyecto sostiene que los mayores de 14 años podrán solicitar un cambio registral ante el tribunal de familia, mientras los mayores de 18 años podrán hacerlo con una solicitud al Registro Civil. “De las cosas que no nos gustan está que los menores de 14 años están absolutamente excluidos de la ley, que bajo ninguna circunstancia van a poder iniciar un cambio de nombre y sexo registral. Para ellos todas las puertas están cerradas en el caso de querer iniciar un tránsito de género. Nos llama la atención, porque en la Comisión Mixta fueron varios padres y madres de niños trans que decían ‘mi hijo no puede esperar a los 14 años'”, siguió Pi, aunque considera la norma para los mayores de edad como “uno de los grandes triunfos”.

Mire la entrevista a Juan Enrique Pi en Primera Pauta:

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La distinción entre el sexo biológico y el de género

Debate ha generado un punto en particular: que el cambio de sexo registral no tenga la distinción entre sexo biológico y género. En el panel del día de Primera Pauta, Claudio Alvarado, director del Instituto de Estudios de la Sociedad, aseguró que esto generará problemas en cómo se relacionan los chilenos.

“El problema de la ley es que su alcance es mucho mayor. Lo que hace es confundir sexo con género y eliminar el primero de los registros públicos con una simple solicitud. Eso es curioso, porque nuestras relaciones sociales de diverso tipo se fundan en la diferencia sexual: las competencias deportivas, las prestaciones de salud. Nosotros suponemos para muchas cosas la diferencia sexual”, sostuvo.

“No era la única alternativa disponible. Si quisiéramos diferenciar sexo y género una alternativa coherente hubiera sido establecer dos menciones, manteniendo el sexo y otra para el género. Otra posibilidad habría sido reconocer de frentón la categoría trans”, añadió Alvarado.

Por el contrario, para Juan Enrique Pi esto es positivo, pues existían “ideas que buscaban perpetuar la indicación de que estamos en presencia de una persona trans y no solo ante un hombre o mujer”.

La directora de Incidencia de Espacio Público, María Jaraquemada, señaló que ve esta normativa como un gran avance: “Es una legislación muy necesaria para muchas personas y que va a ir llevando de a poco un cambio cultural. […] Son personas que arriesgan su vida, que son asesinadas”.

Mire el debate de la ley de identidad de género en el panel del día en Primera Pauta:

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