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El destino incierto de los fondos espejo del Transantiago

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YVO SALINAS/AGENCIAUNO
POR Periodista Practicante |

Los denominados fondos espejo destinan un presupuesto idéntico al que se entrega a Transantiago, pero para el transporte regional. Pero parte de estos fondos no está llegando a los proyectos para los cuales se creó.

“No más abusos con las regiones. Que los fondos espejo no se destinen a obras, que son legítimas, pero para las cuales estos fondos no están destinados, para eso están los fondos sectoriales. Los Fondos de Apoyo Regional (FAR) están destinados naturalmente a mejorar la conectividad y el transporte público regional”, señaló el senador Francisco Chahuán, luego de que el pasado 27 de enero se entregaran los informes parciales donde se expone que parte de estos montos no se ha dirigido al área de transporte.

Centros de salud familiar, cuarteles policiales, sedes sociales e incluso canchas de fútbol han sido financiandos mediante el Fondo de Apoyo Regional.

La “Ley Espejo” encuentra sus orígenes en el año 2009, luego de que una serie de parlamentarios regionalistas exigieran un financiamiento idéntico al que realiza el Estado para el Transantiago, pero destinado a sus regiones. A raíz de esto se creó un presupuesto, en igual monto, pero dirigido a mejorar las condiciones de transporte y conectividad en regiones.

Un tercio de estos fondos lo administra el Ministerio de Transportes, mientras que los dos tercios restantes son distribuidos por los respectivos gobiernos regionales. El problema es que esta parte del dinero, que debería prioritariamente financiar proyectos de transporte, en muchas ocasiones se esta desviando a otras áreas.  

“Si bien se establece que estos fondos se destinen a movilidad, hay al final de la ley una mención que dice algo así como: ‘grandes proyectos de impulso regional’. Esto se ha transformado en la causal que utilizan muchos gobiernos regionales para priorizar en otros temas”, explica la exministra de Transportes Paola Tapia.

Efectivamente. En el decreto 146, “Aprueba reglamento del fondo de apoyo Regional”, capítulo II, artículo 4, se especifican cuatro opciones para el uso de estos fondos. Mientras que las primeras tres hablan específicamente de transporte y aspectos relacionados, el cuarto punto señala que con este presupuesto se puede financiar “cualquier otro proyecto de inversión, distinto a los señalados anteriormente, los que se deberán fundar en la relevancia de dichas inversiones para la región o regiones”. No hay mención al transporte.

No es la primera vez que el desvío de estos fondos causa revuelo. Ya en julio de 2018 el centro de estudios Espacio Público había revelado en su informe “Desarrollo del transporte en regiones: Radiografía del uso de fondos espejo y propuestas” situaciones como que, en Valparaíso entre 2013 y 2017, un 45% del FAR derivado de ley espejo, no había sido destinado a transporte.

Sobre esto estuvo conversando la actual ministra de Transportes, Gloria Hutt, en el programa Primera Pauta del jueves 24 de enero, quien lamentó el hecho de que una parte importante de estos montos se estén destinando a otras áreas que ninguna relación tienen con el transporte. “A mi juicio esto es una distorsión, porque el costo es que el sistema de transporte público no recibió esos recursos”, expresó Hutt.  

“La preocupación más grande que tenemos es cómo hacer que estos recursos de verdad se vean reflejados en mejoras en la calidad del transporte público. Mejoras como las que estamos tratando de instalar acá en Santiago, con los buses eléctricos y de mejor calidad”, agregó la ministra. Además, comentó que desde el ejecutivo tienen la intención de que el despliegue en materia de transportes que ha experimentado Santiago, llegue también a las regiones.