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Edmundo Olfos, el “loco” detrás de la consagración de Chile en el Rugby Seven

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POR Bruno Sampieri |

El entrenador de los Cóndores que juegan esta modalidad sueña con su equipo en el Circuito Mundial y en los Juegos Olímpicos.

Todo fanático del deporte en Chile ya ha escuchado, visto o leído lo que han logrado los Cóndores en el Rugby Seven. Han sido casi diez años de trabajo los que han llevado a la selección de esta disciplina a posicionarse como el mejor equipo sudamericano, tiempo en el que se idearon y ejecutaron las fórmulas necesarias para hacer realidad esta “locura”.

La última palabra no es casual. En diálogo con PAUTA, Edmundo Olfos, entrenador de los Cóndores Seven, la repite en reiteradas ocasiones al recordar lo que hace años se pensaba al imaginar a Chile en su estado actual: campeón sudamericano, invitado a dos fechas del Circuito Mundial y con la opción de meterse como miembro permanente en esa competencia. Una locura.

Olfos ha logrado esto sobre la base de su especialización, a la convicción de soñar en grande y al apoyo económico del Comité Olímpico Nacional desde 2010, cuando este deporte se transformó en olímpico.

Evolución y el camino al éxito

“¿Imaginármelo? La verdad es que no. Cuando empecé, hace 10 años, no me lo imaginaba. Nos proyectábamos a dos o a cuatro años, con los ciclos olímpicos, pero nunca pensamos que llegaríamos a ser los mejores de Sudamérica. Queríamos, pero no lo creíamos. Es demasiado amateur el medio”, describía Eduardo Olfos sus expectativas cuando inició su camino al mando de los Cóndores Seven en comparación al presente del equipo, que viene de ganar el Circuito Sudamericano de Rugby Seven tras quedarse con las fechas realizadas en Punta del Este y Buenos aires.

Gran parte de estos logros son gracias al trabajo de Olfos y los esfuerzos que ha encabezado para que esta disciplina crezca en Chile. “Yo no recibía mucha plata y lo que llegaba era bien insignificante al principio. Me compraba mi software de análisis, viajaba a Sudáfrica y Nueva Zelanda con los amigos que me iba haciendo en el mundo y por la experiencia que tuve como jugador, tratando de ir buscando más conocimientos e ir acercándome a las potencias, ver como lo están haciendo, como trabajan, por qué eso les resulta y qué pasa con su idiosincrasia”, asegura el entrenador de los Cóndores Seven.

Durante sus primeros años al mando del equipo, fue especializándose a través de la compra de herramientas tecnológicas de análisis y la realización de cursos que el mismo se financió. Esto porque, según sus palabras, la selección “no tenía cómo” ayudarlo.

Pero Olfos no se atribuye todo el mérito a estos logros. “Añadido a esa locura, hay un grupo de jugadores jóvenes que empieza a comprar esta locura también, que la propuse junto a los jugadores más grandes”, aseguró Olfos.

Aunque hubo fracasos en el camino, Olfos atribuye los éxitos logrados a lo aprendido en los tropiezos y a un cambio cultural. “Salió en algunos diarios el tema del tercer tiempo, el cuidarse, el saber comer. Tomar elecciones, no puedes irte al verano con amigos, con la familia. Empezamos a tomar decisiones como profesionales y que teníamos que dedicarle más tiempo que el que le dedicábamos”, indicó.

Expectativas para el futuro

“Podemos soñar a estar entre los 10 o 12 mejores del mundo, eso significa ir a los Juegos Olímpicos y lograr un cupo en el Circuito Mundial”, espera Olfos, al proyectarse con los Cóndores en el futuro.

En el corto plazo, jugarán dos fechas del Circuito Mundial de Seven (1-3 de marzo en Las Vegas, Estados Unidos, y 9-10 de marzo en Vancouver, Canadá), jornadas que servirán de preparación para el Clasificatorio de Hong Kong (5-7 de abril), el que entregará cupos para ingresar al circuito mundial en 2020, los Juegos Panamericano de Lima (26 de julio al 11 de agosto) y ganar el preolímpico de Santiago, que entrega cupos para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

A pesar de ser el principal responsable de los avances de Seven en Chile, entiende que la expectativa es lograr que lo conseguido hasta ahora pueda sostenerse en el tiempo. “Hay que trabajar en corto, mediano y largo plazo, viendo el recambio y que los chicos que vienen estén mejor preparados que los que están, independiente que esté o no esté en el cargo. Yo no voy a estar aquí toda la vida, por eso estoy pasando la experiencia y conocimientos al resto del staff. Nosotros lo hemos dejado en un gran lugar y esperamos que esto siga creciendo”, comentó.

Un tema no menor es que si Chile clasifica al Circuito Mundial de Seven, el equipo tendría constantes competencias, las que serían incompatibles con cualquier trabajo: los jugadores deberían pasarse al profesionalismo. “Es imposible participar en el Circuito Mundial con jugadores amateur, ahí se juegan dos fechas juntas en dos semanas, y eso cada tres semanas. Algunos podrían estudiar online, pero trabajar sería casi imposible. No creo que alguna pega te permita estar tres semanas y después te permita irte dos semanas. Eso va a ser un problema, pero será un lindo problema”, comentó Eduardo Olfos.

Las diez fechas entre noviembre y junio que componen el Circuito Mundial de Seven le darían una exposición mucho mayor a los Cóndores, lo que podría atraer auspiciadores para sostener la participación del equipo en esta competencia.

¿Por qué Chile brilla en el Seven y no en el XV?

Esta es tal vez la mayor interrogante para quienes no son especialistas en este deporte. Los Cóndores en Seven siguen y siguen creciendo, mientras que en XV cuesta imaginarse a un equipo nacional peleando palmo a palmo con las grandes potencias a nivel continental y mundial.

Para Eduardo Olfos, hay varios factores que explican esto. Uno de ellos es el económico, donde el apoyo proveniente del Comité Olímpico Nacional le da un plus en ese sentido sobre el XV, categoría que no es olímpica. De todas formas, Olfos advierte que no es lo único. “Para un cambio así, necesitas un grupo que esté convencido, donde mi staff y yo estábamos en esta locura que podemos llegar a lo más alto y seguir trabajando”, asegura el entrenador.

Otro hecho son las diferencias físicas con otros países, las que se pueden equilibrar en Seven gracias a los espacios que hay en la cancha, cosa imposible en el XV. “El chileno no es grande, no tenemos envergadura de samoano, isleño, de gallos de 120 kilos, pero sí tenemos gente ágil, hábil, rápida, inteligente y pícara. Es cosa que veas nuestros futbolistas, ellos tienen esas características. Si tú a ese deportista le metes más educación, cultura, una mejora nutricional, entrenamiento y le metes la locura del objetivo y convencimiento de que puedes llegar, lo puedes llevar al Seven. A eso debes sumarle que no tenemos gente grandota, de dos metros. Sin jugadores con esas características, va a ser difícil poder competir.”, indicó Olfos.

De todas formas, el entrenador de los Cóndores es optimista y piensa que, más temprano que tarde, Chile podrá equilibrar estas diferencias físicas. “Claramente, esto va a cambiar con la mezcla de las razas. Estoy seguro de que, de aquí a diez años más, vamos a tener a nuevos deportistas que nos irán ayudando en distintas disciplinas. Te puedo asegurar que en atletismo tendremos gente compitiendo en velocidad, para que decir deportes como el rugby o el básquetbol”, cerró.