Los triples en la NBA: de “marketing” a zona preferida de lanzamientos

Desde la década de los 80 hasta ahora, el juego en la liga más importante de básquetbol ha mutado: el 38% de los lanzamientos son desde la zona de triples.

Lo llamaban “truco barato”. Lo calificaban como copia y enemigo de la NBA en una época en que figuras como Larry Bird y Magic Johnson comenzaban a hacerse un nombre en el deporte. Pero el lanzamiento llegaba para quedarse en la NBA. Chris Ford (base de los Boston Celtics) cerraba la década de los 70 anotando el primer triple de la historia en la victoria por 114-106 ante los Rockets (Rick Barry se inscribió como el segundo en hacerlo).

Ford cerró la temporada con un total de 70 triples, que lo alzaron como uno de los especialistas en el lanzamiento (que tenía una efectividad del 42,7%). Si bien esa temporada el promedio por partido era de 2,8, con los San Diego Clippers anotando 177, el año siguiente los Celtics hicieron crecer los números considerablemente: en 1980-81 se coronaron campeones tirando 241 triples (2,9 por partido), el tercer número más alto luego de los 249 de los Cavaliers y los 407 de San Diego.

Ampliamente criticado en un comienzo, el lanzamiento de tres puntos rápidamente fue adoptado por la liga a partir de la década de los 80. Tal vez esa es una de las principales diferencias con la FIBA, que no fue sino hasta después de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 que lo instauró dentro de su reglamento oficial.

Hacia la temporada 1986-1987 se produjo un cambio. Sin quedarse con el título de la NBA, que finalmente levantaron los Lakers con 447 triples totales y una media de 5,4 por encuentro, fue Larry Bird, quien rehusaba considerar el lanzamiento como algo legítimo, comenzó a aceptarlo. Y cómo no: ya en su octava temporada (fueron 13 con los Celtics) rompió su propia marca y superó los tres triples por partido.

Lo que nació como una estrategia de marketing de la American Basketball Association (ABA), y que bien pudo cumplir su objetivo, hoy es una de las principales variantes del juego. Por eso PAUTA y La Catedral Deportiva reunieron algunos de los principales números en torno a los tres puntos.

El juego en dos décadas

La personificación de la estadística es Stephen Curry. Entre 2013 y 2017 anotó 1.272 triples. Dejando de ser tendencia, los tiros de tres y las jugadas terminadas en la pintura tomaron terreno en los últimos 20 años de la NBA. La realidad hoy es que los ataques suelen estar divididos entre triples y tiros por debajo (incluso con centros Anthony Davis, Joel Embiid o Nikola Jokić incorporándolo a su juego).

Con un buzzer beater ante los Clippers, que les dio la victoria por 135-133 a los Mavericks, Luka Doncic anotó los tres puntos definitivos (que le permitieron además ser el segundo jugador más joven con triples dobles consecutivos, solo por detrás de Magic Johnson).

A nivel de equipos, los Houston Rockets no tienen rival si la discusión es sobre los intentos. Hasta la fecha, cuentan con cinco partidos con 50 o más triples intentados en playoffs. ¿El resto de las franquicias en la NBA? Cero. De hecho, el jueves 20 de agosto terminaron con su propio récord: de los 52 triples lanzados en esta instancia, pasaron a intentar 56.

“Odio los triples desde hace 20 años, es muy aburrido”, dijo hace algunos años Gregg Popovich, entrenador de los San Antonio Spurs. Esta campaña, por primera vez en 23 temporadas, el equipo quedó fuera de los playoffs. Su estilo conservador y enfocado en la tenencia del balón, que ha despertado algunas críticas, debió no obstante adaptarse al nuevo juego. Y vaya qué manera de incorporarlo: en la temporada 2019-2020 fueron el cuarto equipo con mejor porcentaje de aciertos en triples.

Consolidación de los tres puntos

El triple doble es otra estadística en consolidación. Wilt Chamberlain tenía desde 1968 el récord como el jugador con más partidos consecutivos anotando un triple doble. Pero en 2019, Russell Westbrook superó la marca convirtiendo 10. Al final de esa misma temporada, se anotaba como el primero en la historia en promediar un triple doble en temporada regular por tres campañas consecutivas.

Esta burbuja ha sido testigo de otro de los factores determinantes de la temporada: la irrupción de nombres como Devin Booker, Luka Doncic, Michael Porter Jr y TJ Warren. Algunos de ellos forman también parte del grupo de jugadores que a su corta edad han promediado más de 23 puntos por partido.

Es un periodo que ha tenido la palabra récord como compañera. Una NBA que se ha mostrado cambiante en su modo de juego y equipos cada vez más competitivos. La liga vive un punto de inflexión: el manejo de los jóvenes no es contraparte de las estrellas, sino complemento.