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Sergio Fabián Vázquez: “Diego no era dueño de su vida”

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POR Francisca Vargas |

El exseleccionado argentino y de la UC habla en PAUTA sobre su relación con Maradona, y las dificultades que enfrentó el “Pibe de Oro” una vez que la fama se cruzó en su camino.

La Bombonera está oscura. A sus afueras, banderas con la cara del 10, velas prendidas e hinchas llorando a gritos por la pérdida de su ídolo. De un momento a otro, una luz comienza a iluminar el sector. En la casa de Boca Juniors solo hay un destello: el palco de Diego Armando Maradona.

Una muerte que conmocionó a su país y al mundo entero. El alcalde de Nápoles ha propuesto cambiar el nombre del estadio de la ciudad, el San Paolo, por el de Diego Armando Maradona: es “el nombre de un santo por el de un dios”, dice. En Argentina todo se siente con más fuerza.

Con tres días de duelo, la Casa Rosada abrió sus puertas a las 06:13 de la mañana para permitir a los hinchas ver a un Diego que nunca habían visto. Les costará asimilarlo, como también será complejo para uno que vivió de cerca con Maradona.

“Diego para nosotros fue el estandarte del deporte. Diego para nosotoros fue lo que estaba bien y lo que estaba mal. Diego para nosotros fue el Don Quijote que peleaba contra los molinos […] Él era para nosotros alguien que el 100% de los jugadores de fútbol idolatraban”, comenta Sergio Fabián Váquez en conversación con Pauta Final, de Radio PAUTA.

Para quien fuera su compañero en el Mundial de Estados Unidos 1994 y exdefensa de la Universidad Católica entre 1993 y 1996, enterarse de la muerte Maradona “fue un golpe durísimo, porque estábamos acostumbrados a que, él pase lo que pase, siempre salía adelante. Entonces de golpe encontrarnos con esta realidad que a él relamente le haya pasado lo que le pasó es duro, durísimo. A mí me agarró cuando justo estaba con mi señora y fue durísimo porque no lo esperaba. Estaba por ir a entrenar y de golpe me encuentro con esto, que me dejó impactado”.

Durante los últimos años de vida del astro argentino, episodios como el del Mundial de Rusia 2018, en que terminó descompensado, causaron alerta. Los excesos bien podrían haber estado jugando una mala pasada. Pero la pelea interna el ídolo del fútbol la estaba dando hace años, e incluso décadas, cuando la fama se tomó su figura.

“Diego no era dueño de su vida, porque una cosa es pasarla bien cuando estás en el furor, en la fama, pero es distinto a lo que él pasó. Cuando vos estás en tu casa, y tenés alrededor de tu casa a 4 mil personas dede las 00:00 horas del día hasta las 23:59 gritando en tu casa en Nápoles, que no te podés mover, que para ir a comer tenés que comprar todos los asientos del restaurante […] La fama no es buena consejera si te llega en un momento en que vos, en vez de disfrutar, tenés que estar solo ante todos los problemas que están por venir”, reflexiona en PAUTA.

Seguidor de Maradona frente al museo del estadio de Argentinos Juniors. Créditos: Agencia Uno
Seguidor de Maradona frente al museo del estadio de Argentinos Juniors. Créditos: Agencia Uno

A pesar de eso, Diego era feliz si había una pelota de por medio, más allá de cualquier marcador. “Charly” cuenta que “cada vez que pisó a lo menos 10 centímetros de una cancha de fútbol, era muy difícil verlo serio”.

Y esa pasión era algo que transmitía más allá del mismo deporte: “Diego es el deportista más grande de la historia a nivel del mundo, porque hizo que cada vez estuvo en un lugar, ese lugar se acondicionara de una forma muy grande, en el sentido de que no se trataba solamente de un partido de fútbol, se trataba de que iba Diego”. 

“Me cuesta aceptar que no lo voy a ver más. Me cuesta aceptar que cada vez que vea una imagen de él, uno va a hablar en tiempo pasado”, lamenta.

Escuche la entrevista de Sergio Fabián Vázquez en Pauta Final.