Economía

Alejandro Fernández: “El Estado va a tener que ser más grande”

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Agencia Uno
POR Maria del |

El economista también sostuvo que nadie debería sorprenderse si en 2020 el déficit fiscal es mayor al previsto, dadas las actuales circunstancias del país.

La tarde del miércoles 23, mientras Santiago enfrentaba el primer día de huelga general en medio de las manifestaciones, el consejo del Banco Central sostuvo –como estaba previsto– su reunión de política monetaria. Y aunque hasta la semana pasada el consenso del mercado esperaba un recorte de 25 puntos base en la tasa, el nuevo escenario político generó que algunas voces –como JPMorgan– pidieran un recorte mayor.

Finalmente el Central optó por una baja en la Tasa de Política Monetaria de un cuarto de punto, llevándola a un nivel de 1,75%. La decisión, a ojos del gerente de estudios de la consultora Gemines, Alejandro Fernández, fue la correcta. 

“El escenario para el Banco Central es complicado porque por un lado está el hecho evidente de que la actividad económica se ha deteriorado producto de los acontecimientos de la última semana, y que los datos de actividad van a ser peores en el último trimestre del año. Cuánto dure eso no lo sabemos todavía, pero claramente van a ser peores de lo que se había pensado antes. Y, por lo tanto, eso permitía argumentar que era necesario un recorte mayor. Sin embargo por otro lado, la incertidumbre, la mirada desde el exterior, el aumento en el riesgo país, la posibilidad de una salida de capitales, o sea, una situación financieramente más compleja, también hacía pensar que podía ser conveniente esperar a ver cómo evolucionaban los acontecimientos y eventualmente en diciembre actuar en función de lo que hubiese ocurrido”, argumenta Fernández.

“Pero yo estoy de acuerdo con lo que hizo el Banco Central, me parece que se justificaba un recorte […] Creo que es la decisión correcta. Creo, y esto lo pensaba antes también, que es probable que en diciembre haya otro recorte”, comenta el economista. 

Una nuevo ajuste en la tasa de política monetaria durante la reunión de diciembre podría dejar la tasa en 1,5%, que es actualmente el valor que proyecta el consenso de mercado. En conversación con PAUTA Bloomberg Fernández comenta que incluso el Central podría ir más allá y concretar un recorte de 50 puntos base en la última reunión del año. “Creo que no se puede descartar”, sostiene el economista. “Las consecuencias del vandalismo, de la quema de locales comerciales, la pérdida de puestos de trabajos –que inevitablemente se originan con esa situación–, van a impactar la actividad económica hacia adelante”, asegura. 

Déficit mayor al previsto

Una de las interrogantes que también planteó el Banco Central en su comunicado del miércoles, es el impacto que eventualmente podría tener la reconstrucción de los bienes destruidos por el vandalismo en la economía. Fernández sostiene que si bien en eventos similares como el terremoto de 2010 ese efecto se notó, en este caso el efecto neto podría no ser tan significativo, porque su financiamiento vendría de la reasignación de recursos. “Es decir, gastos que se iban a hacer en otras cosas ahora se van a destinar a la reconstrucción. Por lo tanto, [puede] que no sea un efecto neto de mayor inversión, o por lo menos no muy significativo el que observemos”, dice. 

Precisamente el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se refirió a las reasignaciones que se tendrán que hacer para cubrir esos arreglos, como también a la agenda social planteada por el Presidente Sebastián Piñera, la cual tendría un costo de US$ 1.200 millones, de los cuales la mitad se financiaría con déficit adicional. Esos US$ 600 millones, según cálculos de Fernández, equivalen a 0,2% del PIB, lo cual incrementaría la deuda efectiva prevista para 2020, que se proyectaba sería un 2% del producto. 

“Creo que es evidente que el déficit o la trayectoria de déficit comprometida por el Gobierno en sus inicios para el período presidencial completo no se va a cumplir, por lo menos el año 2020”, asegura Fernández. “Hay muy buenas razones para que eso sea así. Creo que nadie debería sorprenderse de que el déficit sea mayor el 2020 en las circunstancias actuales. La pregunta relevante creo yo es qué pasa después del 2020 por una parte, y si este desvío de la meta comprometida tiene algún impacto en la percepción externa de Chile de los clasificadores de riesgo”, complementa el economista. “Pero yo creo que nadie puede criticar el hecho de que el déficit fiscal vaya a ser mayor que lo que se había comprometido. Aquí lo que estamos experimentando es un cambio de coordenadas total, la cancha en la que estábamos jugando cambió y cambió para siempre. O deberíamos pensarlo de esa manera”, afirma. 

Mayor Estado, mayores ingresos permanentes

Uno de los temas que no se pueden poner en riesgo dado el actual contexto, según Alejandro Fernández, es la estabilidad macroeconómica del país. “Lo último que hay que pensar es en abandonar las metas fiscales”, plantea el economista a propósito de un eventual impacto que pueda tener el país en las clasificaciones de riesgo por parte de agencias crediticias. “Lo último en lo que hay que pensar es en incumplir o eliminar la estabilidad macroeconómica. La sanidad de las cuentas fiscales hay que preservarla de todas maneras”, plantea.

En lo que hay que pensar es que a partir de lo que ha ocurrido vamos a tener que tener un Estado más grande. Nos guste o no nos guste. Necesitamos un Estado más grande. Eso es lo que surge de las demandas que hay, de la instisfacción que hay”, asegura el experto. Según Fernández, esto se requeriría porque son muchas las demandas en distintos sectores, como la salud, las pensiones y la educación. “El Estado va a tener que ser más grande y necesitamos ingresos permanentes para el fisco mayores que los que hay hoy día. Lo que se ha anunciado, que es un aumento en el impuesto de segunda categoría para un segmento de la población es insuficiente. US$ 160 millones no arreglan nada. Va a ser necesario buscar otros mecanismos, que pueden tener que ver con impuesto a la renta”, sostiene Fernández, al tiempo que agrega que la reintegración prevista en el proyecto de modernización tributaria que actualmente se discute en el Congreso “está muerta para las grandes empresas”. “Es un tema que no tiene ninguna lógica, ningún sentido en estos tiempos”, concluye.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: