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¿Cómo afecta la baja inflación a la economía?

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PAUTA
POR Francisco Ibañez |

Una baja inflación no es algo necesariamente bueno. El economista de BCI Antonio Moncado analiza el actual escenario inflacionario y su impacto en la rentabilidad de los fondos de pensiones, entre otros.

La nueva canasta del INE para calcular el IPC, que debutó el viernes 8 de febrero mostrando un crecimiento de 0,1% en la inflación mensual de enero, establece 2018 como base 100, por lo que recalcula las inflaciones hacia atrás con esta nueva medida. 

El nuevo pack de productos y servicios, que busca reflejar de mejor manera nuevas tendencias de consumo, incluye Netflix, Spotify, iTunes y Estadio CDF como algunas de sus principales innovaciones, y da mayor prevalencia al ocio, mientras el peso específico de los bienes y servicios decae.

Con esta canasta, la inflación acumulada en los últimos 12 meses ha subido 1,8%, muy por debajo de lo que se pensó hasta diciembre (en torno a 2,6% con la base 2013). Ese desacople genera un impacto mayor para la política monetaria e instrumentos de inversión, especialmente de renta fija, como los papeles en UF, en pesos y créditos hipotecarios, entre otros.

En PAUTA Bloomberg, el economista de BCI Antonio Moncado analiza las implicancias de este cambio y proyecta el impacto que tendrá en diversas variables macroeconómicas.

“El IPoM del mes de septiembre fue un mensaje bastante claro del Banco Central, en la intención de ir subiendo tasas para llegar a niveles de neutralidad”, expresa Moncado, la que según lo publicado por el propio ente emisor está entre 4% y 4,5%, lo que en su opinión permite inferir una tasa en 4,25%. Sin embargo, el economista destaca una disonancia entre esa visión de neutralidad y lo que el mercado está capturando. “Chile hoy día enfrenta una tasa de interés neutral que probablemente es algo más baja”, explica.

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Moncado señala que la reunión del Central en junio será importante. “El Banco Central reevalúa sus variables de largo plazo, entre ellas la tasa de interés neutral, y probablemente hará una revisión hacia un rango más coherente entre 3,75% y 4,25%, con lo que uno inferiría que la tasa neutral se sitúa cercana al 4%”, dice. “Esta visión de elevar las tasas por parte del Banco Central consideraba una base de inflación distinta a la que tenemos hoy día”, profundiza, y añade que “hay que empezar a analizar cuáles son los impactos de tener esta canasta nueva sobre las mediciones de IPC”. La recomposición de la canasta y los cambios de las ponderaciones tendría un sesgo a la baja de la inflación, comenta.

Las expectativas de inflación, luego del dato conocido el viernes, “han cambiado bastante”, dice Moncado. Explica que los forwards -instrumentos financieros que, en este caso, apuestan a la inflación futura- apuntan a una inflación bajo 3% incluso para 2020. “Eso es muy bajo”, dice, y agrega que, si se toman como referencia instrumentos a más largo plazo como bonos a 10 años, es incluso menor, llegando al 2,6%. “Es una expectativa completamente desalineada de la meta de 3%”.

Moncado destaca el trabajo realizado por el INE durante 2018, que recolectó paralelamente datos para la canasta anterior, vigente desde 2013, y para la nueva composición, lo que permite comparar cuál sería la inflación con cada base. “Terminamos el año pasado con una inflación de 2,6%, pero si la hubiésemos medido con la nueva base, con la base 2018, esta inflación podría haber sido un 0,4% menor, es decir, hubiéramos terminado con una inflación del orden de 2,2%”, señala. El economista explica que esta situación también se da en el caso de la inflación subyacente, por lo que “nos encontramos hoy día con un Banco Central que tiene un discurso más bien de subir tasas, que es algo incoherente con este escenario”.

Moncado explica que la proyección que hacen es que el Banco Central no realizará tres alzas durante 2019, como estaba previsto, sino solamente dos. “El Banco Central ha ido transmitiendo hacia el mercado este mensaje de mayor gradualidad y cautela. Probablemente refugiándose en esos dos adjetivos va a cambiar un poco el discurso durante la próxima reunión, y en ese sentido esperamos que no se gatillen tantas alzas durante este año”, explica. “A ver si esta idea que tenía el Banco Central de converger hacia niveles neutrales durante el primer semestre de 2020 se ve algo más postergada por esta menor inflación”.

El economista de BCI descarta de momento una eventual baja de tasas motivada, por ejemplo, por la baja en el consumo. “No creemos que haya necesidad de mayor estímulo monetario del que hay hoy día”, señala. Considera que el Banco Central debe ir retirando los estímulos para evitar presiones inflacionarias a dos años, “quizá no a la velocidad que se había propuesto antes, pero sí es necesario un ajuste en términos de no generar presiones inflacionarias adicionales”.

“Es un año muy desafiante en términos de esta menor inflación. Hay que entender que parte importante de los objetivos que tiene el sistema financiero como un todo, en términos de utilidades y otras variables, está definida por la inflación”, dice Moncado sobre 2019. “Mientras haya menor inflación hay mayor dificultad de gestionar los portafolios que tienen los bancos”, agrega, aunque afirma que el mercado de renta fija ha ido recogiendo con bastante rapidez las menores presiones inflacionarias.

En opinión de Moncado, el escenario inflacionario no debería influir mayormente en el tipo de cambio. Para el economista, más relevantes son el precio del cobre y el hecho que Chile se haya convertido en un mercado atractivo para inversionistas extranjeros, atrayendo divisas.

Moncado destaca que con la baja inflación los instrumentos en UF a corto plazo pierden atractivo, pero no sucede lo mismo con los de largo plazo, dadas las expectativas inflacionarias. “Podría haber atractivo en posiciones en UF más bien de largo plazo, en torno a 10 años o siete años, podría ser algo muy razonable”, afirma.

Los fondos de las AFP más expuestos a la renta fija, como D y E, no preocupan a Moncado, dadas las presiones inflacionarias que espera a mediano plazo. “Aquellos portafolios que estén intensivos en renta fija, y particularmente en la AFP, que tienen predominantemente en sus portafolios instrumentos en UF y de larga duración, podrían ver algún retorno favorable en la medida que la actividad económica repunte y eso genere mayores presiones inflacionarias que las que tenemos hoy día”, explica.

Vea el video de la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: