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Lagarde reemplazará a Draghi como presidente del Banco Central Europeo

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Bloomberg
POR Maria del |

La abogada, que también fue la primera mujer en presidir el FMI, asumiría el cargo en octubre, manejando desde entonces la política monetaria de Europa.

Christine Lagarde se prepara para cambiar el timón del Fondo Monetario Internacional por el del Banco Central Europeo y se convertirá en la primera mujer en dirigir la política monetaria de la zona euro, justo cuando la economía del bloque parece necesitar nuevos estímulos.

Lagarde fue nominada para reemplazar a Mario Draghi como presidente del BCE cuando finalice su mandato de ocho años el 31 de octubre. Los gobiernos europeos recurrieron el martes a la abogada y exministra de Finanzas francesa de 63 años, luego de horas de negociaciones sobre un paquete de los cargos más altos de la UE.

Al mudarse de Washington a Frankfurt, Lagarde tendrá la tarea de impulsar la política monetaria en la economía de 19 estados que Draghi ya ha señalado necesitará ayuda, probablemente en forma de tasas de interés más bajas y posiblemente con la reanudación de la flexibilización cuantitativa. La inflación corre a apenas la mitad de la meta del BCE de poco menos de 2%, a pesar de años de tasas negativas y 2,6 billones de euros (US$ 3 billones) en compras de bonos.

Es probable que los inversionistas apuesten a que, como luchadora de crisis experimentada, Lagarde compartirá el gusto de Draghi por una política monetaria agresiva e innovadora. Los mercados financieros ya están incorporando en los precios el recorte de tasas del BCE para septiembre, en línea con las predicciones de los observadores del BCE en Bloomberg Economics y Goldman Sachs Group Inc.

La semana pasada, Lagarde dijo que la economía mundial se encuentra en un “punto difícil” y aconsejó a los bancos centrales continuar ajustando sus políticas en respuesta. En junio de 2014, dijo que “sin duda alguna” esperaba que el BCE realizara la flexibilización cuantitativa si la inflación se mantenía lenta, meses antes de que el Banco anunciara que lo haría.

Los arboles de Molière

También elogió el compromiso de Draghi en 2012 de hacer “lo que sea necesario” para salvar el euro y recientemente hizo eco de su llamado a los gobiernos a hacer más para luchar contra futuras recesiones. En marzo, vinculó la necesidad de fortalecer la zona del euro con las palabras del dramaturgo Molière: “Los árboles que crecen lentamente producen la mejor fruta”.

En septiembre pasado, Lagarde desestimó la especulación de que podría tomar el mando del BCE. Dijo al Financial Times que estaba “un poco molesta y harta” con la sugerencia y que no estaba “interesada” en el cargo. Solo un economista encuestado el mes pasado predijo que obtendría el puesto, y Weidmann era considerado el ganador más probable en una carrera cerrada dominada por hombres.

Francia ha conseguido dos veces la presidencia del BCE, con dos décadas de existencia. Draghi, italiano, fue precedido por el francés Jean-Claude Trichet, quien reemplazó al holandés Wim Duisenberg.

Al igual que Trichet, cuyo nombramiento fue retrasado por un juicio que involucró el rescate de Crédit Lyonnais, Lagarde tiene un historial de disputas legales. Culminaron en una condena de negligencia en 2016 por su manejo de una disputa de varios millones de euros relacionada con el mismo banco.

El nombramiento de Lagarde también significa que el BCE y la Reserva Federal de EE.UU. estarán encabezados por exabogados, un cambio de la época en que los bancos centrales eran dirigidos por economistas académicos como Ben Bernanke. Eso aumenta el riesgo de críticas de que carece del conocimiento para establecer la política monetaria.

Mente económica

“Ella es muy política, muy sabia, y asumiría que tiene los mejores economistas para ayudarla con esto”, asegura Alicia Levine, estratega jefe de BNY Mellon Investment. “Es un poco desconcertante porque no es conocida como una de las mentes económicas más importantes del mundo”.

Sin embargo, sí cuenta con un punto político que será necesario para unir a los demás funcionarios del BCE a la hora de establecer políticas, especialmente si carecen de municiones monetarias y necesitan empujar a los gobiernos para aumentar el apoyo a la economía.

“Ella tiene las habilidades políticas necesarias para lograr el consenso en el Consejo de Gobierno, es una buena comunicadora y tiene la capacidad y el coraje para defender las decisiones del BCE en el escenario europeo más amplio, aunque puede que aún despierte escepticismo en Alemania”, asegura Krishna Guha, jefe de estrategia del banco central en Evercore ISI. “Sería fuerte a la hora de pedir a los estados miembro que hagan uso del espacio fiscal”.

Junto a Sabine Lautenschlaeger, Lagarde será una de las dos mujeres en el Comité Ejecutivo de seis miembros. Es probable que sean las únicas dos mujeres participantes en el Consejo de Gobierno de 25 miembros, el cual incluye a los gobernadores de los bancos centrales nacionales de la región euro y que durante mucho tiempo ha estado dominado por hombres.

Visión más amplia

Lagarde también fue la primera mujer en ocupar el cargo de directora gerente del FMI, nombrada por primera vez en 2011 y luego para otro mandato de cinco años en 2016. Se irá más de un año y medio antes de que su período actual termine, lo que probablemente desatará una pelea entre capitales sobre si siempre debe ser un europeo quien esté al frente del prestamista o si es el momento para un candidato de un mercado emergente.

En el FMI, Lagarde ayudó a negociar el mayor rescate de la historia del fondo cuando entregó ayuda nueva a Argentina. También buscó dar a las economías emergentes como China más voz en su administración, al tiempo que ponía mayor énfasis en temas como el cambio climático y la desigualdad de ingresos y de género. Eso ayudó a ampliar la imagen del fondo más allá de su reputación como defensor de los recortes presupuestarios.

A veces se enfrentó a países cuya política monetaria ahora ayudará a establecer. Como líder de uno de los principales acreedores de Grecia, se encontró presionando al país para que aceptara la austeridad y así mantenerse en la zona euro, al tiempo que persuadía a sus socios europeos para que permitieran el alivio de la deuda. En 2018, ella y Weidmann tuvieron un desacuerdo público después de haber pedido al gobierno de Alemania que gastara más y cerrara su superávit de cuenta corriente.

Lagarde se educó en Francia y en EE.UU. y trabajó como practicante en el Congreso estadounidense durante un tiempo. Al graduarse de la Universidad de París, Nanterre, se unió a la oficina en París de la firma de abogados Baker & McKenzie LLP, con sede en Chicago. Se especializó en derecho laboral y en fusiones y adquisiciones, ascendiendo en sus filas para convertirse en socia en 1987 y luego en su presidente en 1999.

El entonces presidente francés, Jacques Chirac, lanzó su carrera política en 2005 al nombrarla ministra de Comercio. Luego sirvió como ministra de Agricultura, antes de convertirse en la primera mujer en servir como ministra de Finanzas en una economía del Grupo de los Siete en junio de 2007.

Se mantuvo en el cargo hasta que el colapso de Lehman Brothers Holdings Inc. desató una recesión global y allanó el camino para la crisis de deuda de la zona euro. Durante las conversaciones nocturnas de los formuladores de política a menudo intentó levantar la moral repartiendo chocolates M&M a su compañeros jefes de finanzas.

“Si hubiera sido Lehman Sisters (hermanas Lehman) en lugar de Lehman Brothers (hermanos Lehman), el mundo podría ser muy diferente hoy”, dijo una vez.

Exmiembro del equipo de nado sincronizado de Francia, Lagarde dice que su experiencia en la piscina le enseñó a “apretar los dientes y sonreír”.