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Las otras debilidades del informe de competitividad

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Agencia Uno
POR Maria del |

Chile se mantuvo –al igual que el año pasado– en la posición 33 del ranking,líder entre los países de América Latina. Empresas con posición dominante y falta de diversidad laboral son algunas de las debilidades.

En el lugar 33 entre 141 países se ubicó Chile en la nueva edición del Índice de Competitividad Global, encabezando por lejos el desempeño de la región. La medición, que año a año realiza el Foro Económico Mundial en colaboración con la Universidad Adolfo Ibáñez para el capítulo chileno, también sitúa al país en el primer lugar –junto con otras economías– en estabilidad macroeconómica. Sin embargo, así como el informe tiene de dulce, también tiene de agraz, y entre esos puntos está la falta de competencia en determinados sectores, así como la poca diversidad laboral. Esto, sumado a las deficiencias en innovación, las cuales son la gran tarea pendiente para el país según el documento. 

Ignacio Briones, decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibañez, participó de la elaboración del informe y en conversación con PAUTA Bloomberg analiza los resultados del reporte, que por lo demás situó a Chile en la misma posición que en el año anterior. Según comenta Briones, una de las fortalezas que destaca el documento es la estabilidad macroeconómica del país, aspecto en el cual nuestra economía obtiene puntaje perfecto. “Uno da por hecho que la estabilidad macro que hemos experimentado en los últimos 20 a 25 años es como un dato, es algo con lo que nacimos, hemos vivido y nos acompaña como si fuera algo normal. Y basta ver lo que sucede y ha sucedido en países desarrollados, en Europa por ejemplo, para darse cuenta de que no es algo normal y que es bastante valioso tener ese activo”, afirma el economista. 

Otra de las fortalezas del mercado local reside en su sistema financiero, no solo en cuanto a su solvencia, sino que también a su cada vez mayor accesibilidad. “Nosotros hace un buen rato tenemos amplio acceso a créditos hipotecarios, a tasas largas y competetitivas, y eso nos parece obvio. Pero basta darse una vuelta por la región, a un país como Brasil, para darse cuenta de que eso no es tan obvio, que la gente no puede acceder a comprarse casas y tiene que vivir arrendando”, comenta Briones. 

Los sospechosos de siempre

Por el contrario, entre los aspectos más débiles que recoge el reporte aparecen la innovación y la adopción de tecnología: el país aparece en la posición 53, lejos del 33 que obtiene en el ranking general. Esa posición, según Briones, si bien es mediocre, no es “horrorosa”, sobre todo si se considera que el documento evalúa a un total de 141 economías. Por esto, más que como una debilidad, Briones lo ve como un espacio de mejora para futuras mediciones. 

El decano también plantea que el problema de trabajar con mediciones que se realizan anualmente es que es difícil observar grandes cambios de un informe a otro, ya que precisamente lo que el índice evalúa son procesos estructurales. “En materia de adopción de tecnología y de innovación esto hay que mirarlo como una película larga más que como una foto puntual”, dice Briones. Y agrega que existen razones para mantener cierto optimismo al respecto. Entre ellas menciona la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, como una forma de darle un impulso al tema.

“Acá mucha gente piensa que solo basta con aumentar el monto de inversión en I+D, y es mucho más complejo que eso. El desafío es crear ecosistemas y ahí viene la pata empresarial: cómo se inserta el mundo empresarial en esta lógica de innovar, de generar valor, de adoptar tecnologías disruptivas, de generar nuevos productos. Yo tengo la sensación de que vamos bien encaminados y de que vamos a ver los frutos de esto en algunos años más”, asegura Briones. 

Las otras flaquezas

Que la innovación y la adopción de tecnologías es un saldo pendiente para nuestra economía, es algo que frecuentemente aparece en este tipo de análisis. Sin embargo, el informe recoge otras debilidades que también ofrecen oportunidades de mejora. Entre estos otros puntos está la extensión de los mercados dominantes, algo que según Briones se refiere a la percepción de la existencia de empresas que tienen una posición dominante en la economía. Briones afirma que este es un punto que debiera plantear la pregunta sobre cómo se combaten los riesgos asociados a la concentración económica, sobre todo si se tiene en cuenta que Chile es una economía pequeña, donde es menos probable que existan demasiados competidores para cada industria. 

Aquí nuevamente el economista muestra cierto optimismo, sobre todo porque considera que los futuros avances en este tema vienen de la mano de una institucionalidad robusta en materia de  protección de la libre competencia, que entregue los castigos cuando uno se desvíe de esa libre competencia que se espera. Este, según Briones, es un aspecto en el que Chile ha hecho grandes progresos, creando una institucionalidad en el tema que a su juicio es de talla mundial, por lo que las mejoras debieran notarse en el ranking a futuro. 

Otro punto negro tiene que ver con la falta de diversidad en las fuerzas de trabajo, en donde Chile aparece en la posición 88 del listado. “Uno lo que espera en un mercado profundo y competetitivo es que las contrataciones sean ciegas a las condiciones adsccritas de las personas. Me refiero a la raza, la orientación sexual o su sexo. En un mercado competitivo lo único que te interesa son las competencias de esa persona, el valor que te va a agregar a tu empresa”, comenta Briones, y agrega que si bien esto en Chile no ocurre tanto, sí podría ir mejorando por la mayor inmigración que ha llegado al país y por la creciente incorporación de la mujer al mundo del trabajo. 

El principal cuello de botella

Si hay una variable que consistentemente se revela como un cuello de botella dentro de los 12 pilares que mide el informe, ese es el mercado laboral. Esto por un aspecto que es bien sabido a nivel local: la falta de flexibilidad del mismo. Según Briones, tal como a menudo nos recuerda la OECD, Chile es un país con un mercado laboral rígido, en donde los despidos son gravosos. 

Según el economista, este informe vuelve a subrayar lo mismo: lo caro que es despedir a los trabajadores, particularmente producto de las indemnizaciones por años de servicio. Esta mayor rigidez del mercado laboral le significó a Chile una de las mayores caídas en esta medición, ya que en este aspecto en específico registró un retroceso de ocho puestos, lo que según Briones vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de un debate con altura de miras en pos de lograr una mayor flexibilidad laboral. 

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: