Economía

Otra cara del ajuste: se restringe el poder negociador de los trabajadores

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Fiscalización de permisos en la cuarentena, centro de Santiago. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

La fuerte caída de las remuneraciones en abril revela ajustes transitorios a la baja en los contratos, en un escenario en que la prioridad es mantener el empleo.

Las medidas para contener el Covid-19 están teniendo un negativo efecto en el mercado laboral. A pesar de las medidas excepcionales para evitar despidos, el desempleo subió a 9% en el trimestre febrero-abril, según en INE; aunque el centro de Microdatos de la Universidad de Chile detectó que en el Gran Santiago la desocupación se empinó a 15,6% a fines del primer trimestre.

Sin embargo, para los trabajadores que aún se mantienen empleados, el panorama también se ha vuelto más adverso. Sus remuneraciones han visto una caída relevante, avanzando 2,6% nominal en el mes de abril en la medición en 12 meses y pero retrocediendo -0,8% real al descontar la inflación acumulada. 

“No se habian visto caídas de esta magnitud en un mes en los últimos años. Esto es un indicador de la gravedad de la crisis económica que enfrentamos, que está superando por lejos la intensidad de las crisis de 2009 y 1999 en cuanto a destrucción de empleo. Está en un nivel de gravedad comparable a la crisis de 1982”, afirma el analista macroeconómico senior de Clapes UC, Juan Bravo.

Prioridad: mantener el empleo

El economista explica que en una crisis económica el poder negociador de los trabajadores se ve gravemente afectado. “Cuando se dice que el crecimiento económico es importante para todos, no es un discurso bonito. Cuando la economía crece se abren oportunidades y si a un trabajador no le gustan las condiciones que tiene en un empleo, tienen oportunidades de cambiarse”, explica.

Por el contrario, cuando el crecimiento es bajo y, peor aun, si hay recesión, “obviamente el poder negociador del trabajador se difumina”. Esto, dice, porque en un escenario como el actual es difícil tratar de negociar aumentos salariales o mejores condiciones laborales. “La prioridad está en mantener el puesto de trabajo”, agrega.

Bravo afirma que en muchas empresas hoy se están negociando cambios de contrato con bajas de remuneraciones. “Estos acuerdos son transitorios y su objetivo es que la empresa se mantenga a flote y no tenga que cerrar. Ante la gravedad de la crisis hay esta disposición excepcional a menores remuneraciones por un tiempo. Esta es la otra cara del ajuste”, dice.

Trabajos de mayor calidad

La rebaja de remuneraciones que revela el indicador del INE considera a los trabajadores que están en la cúspide del mercado laboral: los dependientes formales, aquellos que tienen contratos y seguridad social, y que en este caso además se desempeñan en empresas con RUT propio que emplean al menos a cinco trabajadores.

Metodológicamente, excluye a quienes están con sus contratos suspendidos al amparo de la Ley de Protección del Empleo, pero no a aquellos que pactaron rebajas de jornada. Sin embargo, como la remuneración se calcula por hora, no afecta la medición y así el indicador refleja genuinamente a personas que aún están trabajando en los difrentes sectores de la economía.