Economía

El desembolso fiscal se disparará este año si no se contienen las “presiones de gasto”

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POR Marcela Gómez |

Hacienda estima que el gasto fiscal 2018 subiría 5,1% si no logra manejar el sobregasto que se centra en Salud. En ese caso, el alza del gasto de 3,2% que prevé el presupuesto se reduciría incluso a 1,5%, prevén analistas.

El jefe de asesores de Hacienda, Hermann González, admitió que si no se logran contener las “presiones de gasto sin financiamiento” definidas al comienzo de la actual administración, este año el gasto público crecería muy por sobre lo proyectado. De ocurrir, ello reducirá la proyección de alza del gasto para 2019 establecida en el Presupuesto, de 3,2%. 

Al intervenir en una actividad de análisis organizada por Itaú, el economista admitió que si se consideran las “presiones de gasto”, éste crecería 5,1% real este año, por sobre el 3,3% previsto en el Informe de Finanzas Públicas e incluso superior al 4,5% estimado en julio. Pero dijo que se trabaja para contener tales presiones, de modo que al finalizar el año el crecimiento del desembolso fiscal esté más cerca del 3,3% previsto que del 5,1%. 

“Vamos a hacer todo lo posible porque este año el [aumento del] gasto sea 3,3% y el próximo sea 3,2%. Si nos va mal con la contención del gasto, el gasto 2018 va a ser mayor y en 2019 va a ser menor [que lo proyectado]”, explicó el también coordinador macroeconómico de Hacienda.

El efecto que esto tendría en 2019 no está tan claro: la única proyección de gasto para 2019 es el 3,2% del presupuesto, que incluye parte de las presiones de gasto en Salud. ¿Cuánto menor podría ser si finalmente el gasto este año es de 5,1%?. Según sostuvo en una columna el economista de Santander Fabián Sepúlveda, podría llegar a 1,5%. Es decir, menos de la mitad de lo anunciado. Más aún, el mismo economista indicó que “las cifras de déficit, tanto efectivo como estructural, proyectadas para el actual ejercicio (1,9% y 1,8% del PIB, respectivamente) se basan en la estimación de gasto que sí incluye las presiones”.

El cálculo que hacen otros agentes de mercado consultados es que usando el crecimiento de gasto “con presiones” de 5,1%, el déficit efectivo para 2018 estaría entre 1,4%-1,5% (en lugar del 1,9% estimado) y el estructural 1,4% (versus 1,8% estimado). Para 2019 el déficit estructural sería de 1,6%, la misma cifra estimada por Hacienda, pero en este caso implicaría incumplir la meta fiscal, ya que no habría la reducción de 0,2% prevista en la convergencia fiscal.

Manejando presiones

Según se precisó en el Informe de Finanzas Públicas, el gasto de 3,3% previsto para el año en curso refleja la variación real del gasto del Presupuesto 2018 con el ajuste fiscal, leyes especiales y contención de gastos sin las llamadas “presiones de gasto”.  

Tales presiones se concentran en la permanente sobreejecución de Salud, que según el informe de la Dirección de Presupuestos suma US$ 1.273 millones para el periodo 2018-2021, principalmente por déficit del sistema hospitalario.

Hacienda y Dipres están trabajando con Salud para reducir ese gasto en 2018 y para el año próximo reconocieron en el presupuesto el 40% de dichas presiones, inyectando US$ 400 millones y creando un mecanismo que se discutirá con los parlamentarios para manejar el sobregasto en 2019 y los años posteriores.

Hermann González comentó que el crecimiento del gasto de 3,3% este año y de 3,2% el próximo es lo que se requiere “para cumplir con el compromiso de convergencia al balance estructural, es lo que puede crecer el gasto fiscal en el macro de nuestra regla”.  Destacó lo positivo que sería si ambas proyecciones se cumplen, ya que “hay pocos bienios en la historia en que el gasto público haya sido de este orden de magnitud”. Enfatizó que ello es clave para los objetivos del gobierno de convergencia fiscal y estabilización de la deuda como porcentaje del PIB, lo que permitiría recuperar la clasificación soberana.