El FMI lo hace oficial: la deuda argentina es "insostenible" y pide apoyo a los acreedores
El Fondo dijo que asegurar un superávit para hacer frente a los compromisos no es "ni económica ni políticamente viable".
El Fondo dijo que asegurar un superávit para hacer frente a los compromisos no es "ni económica ni políticamente viable".
La Casa Rosada, sede del gobierno argentino. Crédito:Bloomberg
El tango de la deuda comienza nuevamente en Argentina. Luego de que, liderado por el expresidente Mauricio Macri, en abril de 2016 el país trasandino volvió a emitir deuda en los mercados internacionales tras el default de 2001, ahora el riesgo de un nuevo incumplimiento está más cerca.
El equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) visitó Buenos Aires para discutir con las autoridades el programa económico del nuevo gobierno de Alberto Fernández y evaluar los indicadores macroeconómicos. La conclusión no pudo ser más clara, según se desprende del comunicado del Fondo emitido durante la tarde de este miércoles 19 de febrero: "El personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible".
El reperfilamiento de notas locales es, según analistas, un mal precedente, ya que otros valores bajo ley local también podrían ser reperfilados vía decreto.
En el análisis pesa el deterioro de los indicadores macroeconómicos del país. Más aun: el Fondo estima que para reducir la deuda pública y afrontar las necesidades de financiamiento, considerando niveles de riesgo manejables y que hagan posible un crecimiento económico satisfactorio, se debería contar con un nivel de recursos para solventar el superávit primario que "no es económicamente ni políticamente factible".
La declaración apela a la colaboración de los acreedores privados. El FMI les pide "una contribución apreciable" que ayude a "restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad". Esta fórmula implicaría una combinación de tiempo y de abrirse a un recorte de los montos adeudados, estiman analistas. El Fondo "hizo hincapié en la importancia de continuar un proceso colaborativo con los acreedores privados para maximizar su participación en la eventual operación de deuda", precisa el texto.
En medios argentinos esta declaración fue recibida como la señal que el gobierno necesitaba para avanzar en el proceso de renegociación de la deuda. Al dejar en claro la necesidad de reestructurar la deuda, el FMI de alguna manera se alinea con la estrategia del gobierno de Fernández y el planteamiento que viene haciendo desde la campaña electoral. El FMI es uno de los acreedores, ya que ha abrió una línea de crédito por US$ 57 mil millones a ese Estado.
El gobierno está recibiendo propuestas de asesores financieros para la gestión de la deuda, que asciende a US$ 332.000 millones hasta el 3 de enero.
La deuda argentina equivale ya al 88,8% de su PIB, según informó el ministro de Economía, Martín Guzmán. Esa autoridad se reunirá con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, durante la próxima reunión de ministros de Finanzas del G20 en Arabia Saudita para definir los próximos pasos a seguir. Allí, además, Guzmán aprovechará un encuentro con los representantes del Club de París, conjunto de 22 países acreedores con el cual Argentina tiene vencimientos de deuda en mayo por US$ 1.923 millones.
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