Economía

La conexión local con los nuevos Premios Nobel de Economía

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Ministerio de Hacienda
POR Marcela Gómez |

Entre los economistas nacionales hay exautoridades que tuvieron a Paul Romer como contraparte en el Banco Mundial y también un exalumno de William Nordhaus en Yale.

A diferencia de lo ocurrido en años anteriores, los dos economistas recién designados Premios Nobel de la especialidad no son conocidos en Chile sólo por sus aportes teóricos. Esto porque en su trayectoria profesional han tenido contactos con economistas locales.

Es el caso del exministro y exvicepresidente del Banco Central Manuel Marfán, quien fue alumno de William Nordhaus cuando estudiaba su doctorado en la Universidad de Yale (Estados Unidos) en la década de los 80. Los exministros de Economía y Hacienda, Luis Felipe Céspedes y Rodrigo Valdés, respectivamente, tuvieron a Paul Romer como contraparte en el Banco Mundial.

El aporte de Romer

En el caso de Romer, quien ocupó el cargo de economista jefe de la entidad internacional entre junio de 2016 y enero de 2018, tanto Luis Felipe Céspedes como Rodrigo Valdés se reunieron con él en el marco de las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, Estados Unidos. En estos encuentros, el foco está en compartir análisis sobre la marcha de la economía y los riesgos que se vislumbran. Aunque en esas reuniones no hubo mucho espacio para análisis teórico, ambos economistas destacan el aporte de Romer en este ámbito

“En su paper del Journal of Political Economy de 1986, Romer fue pionero en estudiar la mecánica del crecimiento más allá de la acumulación de factores y así ponerle contenido a la llamada productividad, que hasta ese momento era algo que se suponía exógeno”, comentó el hoy académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica Rodrigo Valdés. Agregó que el Premio Nobel “mostró en un modelo teórico que el crecimiento se podía sostener con acumulación de conocimiento, el que suponía estaba ‘incrustado’ en el capital que se acumulaba. Con este avance comenzó una etapa en la discusión académica conocida como crecimiento endógeno”.

Aterrizando  las lecciones para Chile, Luis Felipe Céspedes, académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, comentó que las contribuciones de Romer en materia de crecimiento económico “están en el centro del desafío que tenemos como país en esta materia: la generación de nuevas ideas, que se traduzcan en nuevos modelos de negocios y de esta forma permitan generar una economía más diversificada y sofisticada”. Sostuvo que en la teoría de Romer (1990), el crecimiento del PIB per cápita “viene del crecimiento del stock de ideas en la economía. Es decir, mientras más personas aporten a la generación de nuevas ideas, más crecimiento tendremos. Y ciertamente ese crecimiento tendrá la virtud de ser más inclusivo”.

El rigor de Nordhaus

El investigador senior de Cieplan y director del programa Cieplan-UTalca, Manuel Marfán, tuvo a William Nordhaus como profesor cuando comenzó a cursar su doctorado en Yale en 1981. “Era muy dedicado a sus alumnos, muy riguroso y siempre ponía ejemplos de la vida real.  Era estricto, pero a la vez cercano, muy disponible para conversar. Me llena de satisfacción que le hayan dado el Nobel”, comentó.

Recordó que él tuvo que asumir todo el peso del curso, ya que el otro profesor, James Tobin, recibió el Premio Nobel en 1982. “Ya en esa época Nordhaus era un economista muy reconocido por sus aportes, que lo situaron como un economista ‘de carne y hueso’; o sea, que podía hacer aportes no sólo en el plano teórico sino también aplicado”, detalló.

Entre éstos cita su tesis doctoral, donde exhibió evidencia de que, así como un ciclo económico, en Estados Unidos existía un ciclo político. También que los índices de precios están mal calculados porque en los mejoramientos en los bienes se sobrestima la inflación y se subestima el crecimiento económico. También sumó el hecho que el texto de economía “con el que aprendimos todos fue el de Paul Samuelson y, cuando ya tuvo sus años, le pidió a Nordhaus que fuera su coautor para actualizarlo. Muchas generaciones de economistas han estudiado con ese texto”.

De hecho, ese texto se ha actualizado en español con “aplicaciones para América Latina” y se mantiene como manual de cabecera para cursos en economía en diversas carreras académicas.

Marfán destacó que en 2016 Nordhaus publicó el trabajo que lo hizo acreedor el Nobel, ya que es el único modelo en teoría económica que ha permitido relacionar medio ambiente con crecimiento económico. Comentó que sobre la base de ese modelo se desarrolló el Índice de Desempeño Ambiental que lista a 180 países (Chile ocupa el lugar 84), según la salud de su medioambiente y la vitalidad de sus ecosistemas.

También comentó los aportes de Paul Romer en su análisis de los vínculos entre crecimiento, conocimiento y mejoramientos de productividad como consecuencia de mejor organización, tecnología e innovación.

Recordó que Romer “no es el primer economista que le dan el Premio Nobel tras renunciar al Banco Mundial”, aludiendo a Joseph Stiglitz, que ocupó ese cargo entre 1997 y 2000, cuando renunció por su postura crítica a las condiciones que esa entidad y el FMI imponían para el “rescate” de países en desarrollo que enfrentaban crisis. Al año siguiente recibió el Nobel. “Esto muestra lo difícil que es para los economistas que tienen altos cargos en los organismos internacionales expresar lo que realmente piensan”, concluyó Marfán.