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La vida política de Jacques Chirac, expresidente francés

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Bloomberg
POR Maria del |

Entre otras cosas, el recientemente fallecido exmandatario adoptó el euro como su moneda y lideró la oposición internacional a la guerra de Irak en 2003.

Jacques Chirac, el presidente francés que dirigió a su país hacia la moneda común de Europa y encabezó la oposición internacional a la invasión estadounidense de Irak, murió el jueves. Tenía 86 años.

Como presidente de Francia entre 1995 y 2007, Chirac buscó más influencia para su país y para la Unión Europea, abogando por un mundo “multipolar” para equilibrar el dominio estadounidense y “anglosajón”. El presidente, quien entró al gobierno bajo Charles de Gaulle en la década de 1960, forjó, como su mentor, una reputación de desafío, primero hacia sus propios jefes y luego hacia Estados Unidos.

“Su memoria permanecerá en la historia de Francia al igual que en los corazones de todos nuestros compatriotas”, dijo en un tuit Nicolás Sarkozy, su sucesor como presidente y miembro del mismo partido conservador. “Una parte de mi vida ha desaparecido hoy”.

Chirac lideró la oposición en las Naciones Unidas a la invasión de Irak liderada por EE.UU en 2003, una operación que finalmente reveló que el país no tenía armas de destrucción masiva. Fue el primer presidente francés en reconocer la responsabilidad del Estado en la deportación de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. También acuñó una frase que se ha convertido en un hito de las políticas climáticas de Francia desde entonces: “Nuestra casa está ardiendo y miramos a otra parte”, dijo en un discurso en 2002.

Después de dejar el cargo, Chirac fue acusado de corrupción durante sus años como alcalde de París, convirtiéndose así en el primer exjefe de Estado de Francia en ser juzgado y condenado desde la Segunda Guerra Mundial. El expresidente, que no asistió al juicio de 2011 debido a una enfermedad, fue declarado culpable de malversación de fondos de la ciudad para beneficiar a sus seguidores y al partido político. Recibió una suspensión de la pena y no apeló.

“La excavadora”

Apodado “la excavadora” por sus colegas cuando era un novel ministro en la década de 1960, Chirac demostró su talento para la rebelión cuando rompió con el entonces presidente Valéry Giscard d’Estaing en 1976 y renunció como primer ministro.

Al año siguiente, derrotó al propio candidato de Giscard d’Estaing en la carrera de primer alcalde electo de París, un cargo que ocupó durante 18 años junto con otros cargos políticos.

Finalmente, al ingresar al Palacio presidencial del Elíseo, Chirac luchó para desarrollar las capacidades militares de la UE y actuar independientemente de la Organización del Tratado del Atlántico Norte liderada por EE.UU.

Defensor de la “excepción cultural” francesa, Chirac dijo en un viaje a Vietnam en 2004 que el uso creciente y sin restricciones del idioma inglés en todo el mundo conduciría a una “subcultura global”.

Comienzos políticos

Chirac estudió ciencias políticas en el Instituto de Estudios Políticos de París, donde conoció a Bernadette Chodron de Courcel. Se casaron en 1956. Se graduó de la Escuela Nacional de Administración, la escuela de élite para funcionarios públicos de Francia, en 1959. Luego trabajó como auditor para el Estado antes de ingresar al gobierno como asistente del primer ministro Georges Pompidou durante la presidencia de Charles de Gaulle.

Chirac fue elegido legislador en Correze, en una circunscripción rural del centro de Francia, en 1967. Ese mismo año, fue nombrado ministro de Empleo. En dicho cargo, Chirac creó la red de agencias de empleo para desempleados que existe hasta el día de hoy.

Durante las huelgas y disturbios estudiantiles de mayo de 1968 que sacudieron al Estado y llevaron a la partida de De Gaulle al año siguiente, Chirac ayudó a negociar un aumento del salario mínimo de 35%. Llevó una pistola en una reunión con los líderes sindicales como medida de precaución, según el biógrafo Franz-Olivier Giesbert.

Su presidencia

Chirac llegó al Palacio del Elíseo en su tercer intento en 1995, cuando Mitterrand se retiró, con promesas de recortes tributarios y de lucha contra las desigualdades sociales. Venció al líder socialista Lionel Jospin y a Édouard Balladur, compañero gaullista que había servido como primer ministro de Mitterrand en la segunda cohabitación de Francia desde 1993.

Una de las primeras medidas de Chirac como presidente fue revertir la postura de Charles de Gaulle de que el gobierno colaboracionista de Vichy había tenido poco apoyo popular y que los funcionarios franceses habían tenido poco que ver con las deportaciones de judíos en tiempos de guerra. En un discurso de julio de 1995 en conmemoración de la detención de 1942 de 13.000 judíos parisinos, Chirac dijo que “la locura criminal del ocupante había sido asistida por franceses y por el Estado francés”.

Chirac saluda a Angela Merkel, una de sus grandes aliadas.

Defensa de Sarajevo

También actuó rápidamente para persuadir al primer ministro del Reino Unido John Major de organizar ataques aéreos conjuntos contra baterías de artillería serbias que golpeaban la capital bosnia de Sarajevo. En noviembre de 1995, el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic firmó los acuerdos de Dayton, Ohio, que pusieron fin a más de tres años de guerra en Bosnia.

En sus primeros meses en el cargo, Chirac enfureció a líderes de países del Pacífico, incluidos Japón, Australia y Nueva Zelanda, cuando reanudó las pruebas subterráneas de armas nucleares en territorios franceses del Pacífico para mantener y actualizar el arsenal nuclear independiente del país.

Más adelante, Chirac fue fundamental para convencer al presidente estadounidense Bill Clinton de dirigir la intervención de la OTAN en 1999 de la provincia de Kosovo, principalmente de etnia albanesa, en Serbia. Finalmente se realizó sin la aprobación de la ONU.

Sin embargo, en Irak, donde aviones franceses habían volado junto con los de EE.UU. y Reino Unido para imponer las “zonas de exclusión aérea” establecidas después de la Guerra del Golfo de 1991, Chirac retiró su fuerza aérea después de que Bill Clinton ordenó bombardeos en Irak en 1998.

Bombardeo de Afganistán

En 2001, justo después de los ataques terroristas del 11 de septiembre contra las torres gemelas en Nueva York y el Pentágono, una visita ya programada a EE.UU. permitió a Chirac convertirse en el primer jefe de Estado en recorrer Nueva York y expresar públicamente la solidaridad y el apoyo de su nación al presidente George W. Bush.

Al mes siguiente, aviones franceses sobrevolaron Afganistán cuando las fuerzas lideradas por EE.UU. atacaron para apoyar a rebeldes que luchaban por desalojar al régimen talibán islámico, que albergaba la red terrorista Al Qaeda de Osama bin Laden, responsable de los ataques del 11 de septiembre.

En casa, la popularidad de Chirac se desplomó cuando el primer ministro Alain Juppé incumplió su compromiso de recorte tributario para cumplir con criterios de déficit necesarios con el objetivo que Francia calificara para la moneda única europea, el euro. La decisión del presidente de eliminar el reclutamiento y profesionalizar al ejército francés no fue suficiente para estimular el apoyo del pueblo.

Tradiciones seculares

En su segundo mandato, para resaltar las tradiciones seculares de Francia, Chirac aprobó la legislación que prohíbe el velo musulmán y otras señales de creencia religiosa en las escuelas estatales en 2004, a pesar de las protestas de las comunidades islámicas dentro y fuera de Francia.

Al mismo tiempo, y en conflicto con muchas figuras de alto rango en su nuevo grupo de partidos, la Unión por un Movimiento Popular, habló a favor de mantener conversaciones con Turquía para considerar la admisión del país secular pero mayoritariamente musulmán en la UE.

Al año de su reelección, Chirac se mantuvo firme en su oposición a la determinación de Bush de invadir Irak y derrocar al presidente Saddam Hussein. Francia lideró los argumentos contra una intervención en el Consejo de Seguridad de la ONU, amenazando con usar su derecho de veto.

Contratiempos domésticos

En casa, Chirac sufrió varios reveses que afectaron su popularidad en 2005. A principios de septiembre, solo 26% de los votantes franceses dijeron que confiaban en el presidente. La encuesta TNS-Sofres, publicada en la revista Le Figaro, se realizó en una muestra de 1.000 personas y no dio margen de error.

La popularidad de Chirac se desplomó cuando Francia rechazó la Constitución de la UE en un referéndum del 29 de mayo de 2005, el primer veto de un pacto de la UE por un miembro fundador. Su sucesor, Nicolás Sarkozy, impulsó la constitución en el Parlamento en 2008 sin volver a someterla a votación popular.

El presidente sufrió un nuevo revés cuando Londres inesperadamente ganó la organización de los Juegos Olímpicos de 2012, venciendo a París, el favorito. Para la capital francesa, la decisión marcó su tercer fracaso en 20 años para organizar los juegos.

El periódico francés Libération informó que Chirac había comentado que la enfermedad de la “vaca loca” era la contribución del Reino Unido a la agricultura y que “no se puede confiar en personas que cocinan tan mal como los británicos”, lo que muchos comentaristas consideraron una torpeza que irritó a algunos miembros del Comité Olímpico Internacional.

Chirac tuvo dos hijas: Laurence Chirac, quien murió de un paro cardíaco en 2016 a los 58 años, y Claude Chirac, quien lideró la campaña de su padre durante sus dos elecciones presidenciales exitosas.