Actualidad

Una senadora de oposición se proclama presidenta interina de Bolivia

Imagen principal
Twitter Jeanine Áñez
POR Maria del |

Desde México, el renunciado presidente Evo Morales calificó a Jeanine Áñez como una senadora de derecha y golpista, cuestionando su autoproclamación.

Una senadora de la oposición boliviana se declaró presidenta interina del país después de que la destitución del líder socialista Evo Morales sumergiese a Bolivia en una crisis constitucional.

La senadora Jeanine Áñez dijo al Congreso que asumiría el liderazgo del Senado, y que ello la convierte en jefa de Estado interina después de que Morales huyera del país.

Morales, que renunció al cargo el 10 de noviembre, dijo por Twitter que Áñez es “una senadora de derecha golpista” que carecía de autoridad constitucional para tomar el poder.

Carlos Mesa, contendiente en las disputadas elecciones del 20 de octubre, felicitó “a la nueva Presidenta Constitucional de Bolivia Jeanine Añez”.

Pacificar el país

Ante una cámara semivacía, que fue boicoteada por el partido mayoritario Movimiento hacia el Socialismo, de Morales, Áñez dijo que asumía la presidencia de inmediato y que prometía tomar todas las medidas necesarias para pacificar el país.

La nación ha estado sumida en un vacío de poder desde que Morales renunciase bajo la presión de los militares. El vicepresidente de Morales y los jefes de las dos cámaras del Congreso también renunciaron, dejando a Bolivia sin un reemplazo constitucional para ocupar el cargo de jefe de Estado.

“Ahora hay una incertidumbre total sobre lo que sucederá después y un riesgo muy alto de más violencia”, dijo Oliver Stuenkel, profesor de relaciones internacionales de Fundaçao Getulio Vargas en São Paulo.

Los seguidores de Morales se manifestaron por el centro de La Paz el martes mientras el Ejército y la policía vigilaban la plaza principal de la ciudad. Edificios y autobuses fueron incendiados mientras manifestantes que empuñaban palos y piedras se enfrentaban a la policía el lunes. Residentes cerraban las calles para proteger sus hogares.

Morales llegó el martes a México, cuyo Gobierno le ha otorgado asilo. Su partido dijo en un comunicado que huyó para escapar de un complot de la policía boliviana para asesinarlo.

Solución constitucional

En un comunicado el lunes, el partido MAS de Morales dijo que Adriana Salvatierra, que fue líder del Senado hasta que renunció el domingo, debería dirigir un Gobierno de transición.

La crisis alcanzó un punto crítico el domingo, después de que los observadores de la Organización de Estados Americanos dijeran que era poco probable que Morales realmente hubiera ganado las elecciones del mes pasado por un margen lo suficientemente amplio como para evitar una segunda vuelta. En un principio Morales ofreció celebrar nuevas elecciones, pero renunció al cargo posteriormente después de que el Ejército retirara públicamente su apoyo.

La marcha de Morales después de más de diez años en el poder ha dividido a los Gobiernos de América y de otras regiones. Rusia se unió a los Gobiernos de izquierda en la región, entre ellos México, Venezuela y Cuba, al denunciar lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores en Moscú dijo el lunes que parecía haber sido “un golpe de Estado orquestado”.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la renuncia fortalecía la democracia en la región y elogió a los militares por defender la Constitución de Bolivia.

Luis Almagro, secretario general de la OEA, dijo el martes que Morales había tratado de permanecer en el poder mediante fraude electoral, y ese era el verdadero golpe.

El comando conjunto de las Fuerzas Armadas de Bolivia dijo que se desplegarían fuerzas por todo el país para ayudar a la policía a mantener el orden público.

Morales asumió el cargo en 2006 y permaneció en el poder más tiempo que cualquiera de los líderes izquierdistas que reformularon la política del continente durante la década de 2000.