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“Diálogo” y “soberanía”: las palabras clave del duelo comunicacional Chile-Bolivia por La Haya

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Agencia Uno (composición de PAUTA.cl)
POR Eduardo Olivares |

“Todos más o menos manejamos los mismos parámetros”, admitió José Miguel Insulza en PAUTA100.5. La sentencia de la Corte Internacional de Justicia se conocerá el lunes 1 de octubre.

Por ahora, es un asunto de palabras. De palabras clave. Durante esta semana comenzó la fase de posicionamiento comunicacional de las diplomacias de Bolivia y Chile, como parte de la estrategia que los gobiernos de ambos países establecieron por el diferendo que sostienen ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya por la demanda boliviana de obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar.

Son dos las palabras fundamentales que hasta ahora marcan el punto de partida de cómo La Paz y Santiago enfrentarán la sentencia, cualquiera sea ésta. Por el lado boliviano, como ya adelantó el Presidente Evo Morales en una serie de comentarios en su cuenta en Twitter el 17 de septiembre, el nuevo objetivo es reforzar la idea de un acercamiento entre Chile y Bolivia. Es decir, el “diálogo“.

Sin embargo, en otros tuiteos Morales aludió a que supuestamente la CIJ, en su excepción preliminar, habría dicho que el acceso al mar es “algo no resuelto por el Tratado de 1904“. Esa aseveración no es cierta, por la sencilla razón de que Bolivia no solicitó revisar ese acuerdo de límites.

De hecho, en el punto 33 de la sentencia sobre esta parte, la CIJ es bastante clara: “La Corte recuerda que Bolivia no pide a la Corte que declare que tiene derecho a un acceso soberano al mar, ni que se pronuncie sobre el estatus jurídico del Tratado de Paz de 1904”.

Extracto de la sentencia de excepción preliminar del 24 de septiembre de 2015. Traducción presentada en la Revista Tribuna Internacional, del Departamento de Derecho Internacional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

La respuesta casi inmediata a Morales provino del Presidente Sebastián Piñera. En un comentario también vía Twitter tomó de inmediato el hilo del “diálogo” abierto por Morales, pero lo arrinconó hacia la cuestión de la “soberanía“:

Parte de estos ejercicios retóricos se afincan en las expectativas de un fallo cuyo contenido nadie conoce. Sin embargo, en los pasillos de la Cancillería y también en el “cuartel” del equipo jurídico dedicado a La Haya, establecido en calle Miraflores 222, se prevé un escenario probable: que la sentencia incluya alusiones a un diálogo entre las partes. Eso no sería sorpresivo. Incluso en el escenario probable de que la pretensión boliviana de obligar a Chile a negociar de buena fe sea desechada por la Corte, resulta plausible que los mismos jueces recomienden que las diferencias entre las partes puedan ser tratadas en forma de un diálogo amistoso. Bastaría cualquier mención a un acercamiento, aunque sea a modo de sugerencia básica, para que Evo Morales lo tome como un punto victorioso.

Por el otro lado, la soberanía nunca ha estado en juego en este juicio. Dado que es, en último término, lo único que importa, el Gobierno de Chile está subrayando ese mensaje -la invariabilidad de sus fronteras- para también celebrar que la Corte le habrá dado la razón. Eso se sostendrá incluso en un improbable escenario en que los jueces obliguen a Chile a negociar: la tranquilidad estriba en el hecho de que La Haya ya aseguró que no puede “predeterminar” el resultado de una eventual negociación.

“Todos más o menos manejamos los mismos parámetros. Todos sabemos perfectamente que la corte no va a decir que Chile tiene que entregar su soberanía y también va a decir que dialoguemos […]. La pregunta bien simple y obvia es decir ‘para qué fue el juicio, entonces’ si estábamos dispuestos a dialogar con Bolivia en todo momento. Eso es lo que Evo Morales está preparando. Está poniendo el escenario para una victoria, como que él obtuvo que Chile se sentara a dialogar con ellos”, resumió el senador José Miguel Insulza, exagente ante La Haya por este caso, en Pauta Final, de PAUTA100.5.

Revise aquí la entrevista con José Miguel Insulza:

La textura comunicacional

Del fallo de La Haya, lo jurídico pasará de casi de inmediato a segundo plano. Es la batalla comunicacional y diplomática la que se está librando, afirma Gabriel Gaspar, exembajador en misión especial para la demanda de Bolivia. “Los bolivianos combinan una maniobra diplomática (presencia en ONU, por ejemplo), con movilizaciones de su población (embanderamiento y vigilias), así como la cohesión política interna. En fin. No se limitan a decir que es un problema jurídico”, comenta.

Por lo mismo, La Paz está redoblando su apuesta por rescatar cualquier señal que indique conceptos de los que afirmarse ante una eventual derrota jurídica. 

De acuerdo con la abogada Paz Zárate, especialista en derecho internacional, las probabilidades indican un ligero optimismo para el lado chileno. Como buena conocedora de los procedimientos de La Haya dado que ha participado en varios litigios, plantea que “le tomó a la Corte la mitad del tiempo para deliberar y acordar las líneas básicas del fallo Perú-Chile. Las audiencias ocurrieron en marzo, y probablemente entre Semana Santa y mayo resolvieron. Solo eso basta para pensar que no fue técnicamente demasiado complicado. Demuestra que no hubo grandes divisiones entre los jueces. Eso es un buen indicio”.

Zárate, quien reside en el Reino Unido, apunta que durante el verano europeo el trabajo se dedicó a la traducción de la sentencia. Esta parte requiere, de hecho, de una gran prolijidad. La Corte, agrega la experta, “se esmera para que la redacción en los dos idiomas originales, inglés y francés, sea de meridiana claridad, a objeto de minimizar posibles controversias posteriores sobre interpretación”. Además, porque los jueces entienden el uso político que las sentencias de la corte pueden provocar en los países.

La nueva fase

A su regreso a Chile tras una gira por Asia, este 20 de septiembre fue el canciller Roberto Ampuero quien prosiguió con el libreto de desnudar las contradicciones de Morales. De hecho, las calificó como tales: “Contradictorias”.

En los últimos días el Gobierno de Bolivia ha dado un gran viraje en su posición”, planteó el ministro. “Conviene recordar muy bien cuál es la real demanda de Bolivia ante la Corte: que Chile se obligue a ceder territorio soberano. Esa es la exigencia de Bolivia. Sin embargo, en estos últimos días el Gobierno de Bolivia ya no habla de territorio soberano. Ahora dice que lo único que quiere es buscar fórmulas de entendimiento y una nueva era de paz”, leyó Ampuero en su declaración. Agregó que Morales “sabe que La Haya no le dará lo que prometieron a su pueblo: territorio soberano chileno”.

El canciller boliviano, Diego Pary, retrucó horas más tarde que “nuestra demanda está por buen camino y confiamos en los resultados que se vayan a recibir en la lectura del fallo en La Haya”.

El Presidente Sebastián Piñera recibió en La Moneda, durante la tarde del 20 de septiembre, al canciller Roberto Ampuero (a la derecha) y al agente chileno ante la Corte Internacional de Justicia, Claudio Grossman (a la izquierda). Crédito: Prensa Presidencia

Durante la tarde del mismo 20, el Presidente Sebastián Piñera se reunió con el canciller Ampuero y también con el agente chileno ante la corte, Claudio Grossman. El objetivo consistió en reforzar el mensaje una y otra vez: los tratados firmados por Chile y Bolivia se respetarán y, por lo tanto, no hay soberanía en juego. Además, las autoridades monitorearán el discurso que Morales dará ante la Asamblea General de Naciones Unidas el 26 de septiembre, apenas cinco días antes de que se conozca la sentencia. Piñera hará su discurso el día siguiente, pero sobre otras materias.

Por ahora, el Gobierno no ha puesto en tabla lo que varios críticos de la CIJ han planteado: que Chile abandone el Pacto de Bogotá, que es el que le da jurisdicción a la corte en estas materias.

“Algunos quieren hacer tonteras. Algunos quieren tirar el mantel desde acá y decir ‘no vamos a aceptar a la corte y nos vamos a ir del Pacto de Bogotá’. Esas son formas de decirle a Evo ‘sí, Evo, nos ganaste’, y yo creo que eso es una estupidez”, comentó Insulza en PAUTA100.5. “Con todo respeto con los amigos que lo han planteado, es la cosa más insensata que podríamos hacer. Lo que quiere Chile es que no exista de manera alguna en que nos veamos obligados a ceder territorio, no vamos a aceptar jamás eso. Al autoadjudicarse derrotas cuando vamos a ganar, es francamente una estupidez. Hay gente que lo dice y lo pone en las columnas de los diarios, incluso hay algunos amigos que dicen que hay que salirse del Pacto de Bogotá antes del lunes. Eso es una insensatez”, agregó.