“Si hay debacle demócrata, Trump casi seguro es reelegido”
El analista John Müller comentó las elecciones intermedias en EE. UU., donde destaca la falta de un líder de la oposición que haga frente al presidente.
Pese a que no está en la papeleta, Donald Trump vive este martes uno de los momentos claves de su mandato en las elecciones intermedias en Estados Unidos, en la que los ciudadanos de ese país elegirán unos 6 mil cargos, con la renovación completa de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, 36 gobernadores y 87 asambleas legislativas.
“Hay un cambio importante de la configuración política. Lo más probable, lo que dicen las encuestas, es que en la Cámara de Representantes -actualmente hay 235 republicanos y 193 demócratas- va a cambiar el control, se va a dar la vuelta y podrían pasar a dominar la cámara los demócratas, como ocurre tradicionalmente en las midterms. No olvidemos que el propio Barack Obama vio cómo se le escapaba el control de la cámara en 2010″, dijo en Primera Pauta el analista internacional John Müller. “Los demócratas no lo van a tener tan fácil en el Senado, donde se dice que hay un 80% de posibilidades de que los republicanos mantengan el control”.
Una derrota en cualquiera de las dos cámaras complicaría lo que ha sido el gobierno de Trump, que ha tenido el control de la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado. “Normalmente uno de estos tres poderes estaba desalineado, por lo que había que llegar a consenso. Da la circunstancia que, con Trump, desde que fue elegido, ha tenido el control de las tres. Ahora podría restituirse la idea del gobierno dividido o confirmarse si Trump logra arrasar”, añadió.
Müller también habló de la debilidad de los demócratas, que tuvieron que recurrir a Barack Obama como principal figura de la oposición en estas elecciones: “Trump no tiene jefe de la oposición, no tiene alguien con quien enfrentarse porque los demócratas han estado flojeando estos dos años, no se han renovado, no han apostado por una alternativa”.
El columnista de PAUTA explicó que una derrota en algunas de las cámaras podría pegar a la figura del presidente, sin embargo, esto no sería una real amenaza para su gobierno. En cambio, una victoria total de los republicanos tendría consecuencias casi definitivas para las próximas elecciones presidenciales de 2020.
“Tendrían apenas dos años para encontrar una figura que les permitiera competir con posibilidades en la próxima elección presidencial. Si hay debacle demócrata, Trump casi seguro que es reelegido. ¿Cómo podría haber problemas para Trump? Si perdiera por ejemplo el control de la Cámara de Representantes eso permitiría que los demócratas escenificaran ahí la investigación de un impeachment o el inicio de acusaciones. Pero no significaría una amenaza real para la presidencia porque necesitan dos tercios del Senado para aprobar la acusación final y eso es muy difícil que lo tengan”, sostuvo.
Escuche la columna de John Müller en Primera Pauta: