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Lo que el Gobierno no dice: ¿A quién le van a mejorar las pensiones?

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POR Andres Sepúlveda |

La construcción de un sistema de seguridad social choca con la convicción de los chilenos de que sus fondos previsionales sean heredables.

El Gobierno de Gabriel Boric sigue soltando con cuentagotas las novedades de su reforma de las pensiones. La promesa de instaurar un sistema de seguridad social de reparto está chocando de frente con realidades culturales bien arraigadas: por ejemplo, un 95% de los chilenos piensa que el nuevo sistema debe permitir que su ahorro previsional sea heredable, según una encuesta de Criteria encargada por la Asociación de AFP, un sector que se verá afectado por la reforma.

Los estados de bienestar que tienen sistemas de pensiones de reparto no permiten legar los fondos previsionales (se los queda el Estado) y argumentan que para eso existen pensiones de orfandad o de viudedad. Tampoco nadie puede dejar su ahorro previsional a una fundación o universidad.

La principal razón para que los fondos no sean heredables en los sistemas de reparto es que dichos fondos no existen en la realidad. Los estados gastan las cotizaciones previsionales en pagar otras pensiones casi al mismo tiempo que el dinero ingresa en la caja pública. Por lo tanto, las cotizaciones en un régimen de reparto se convierten en un mero apunte contable, una promesa de pago a futuro.

Este fin de semana, El Mercurio informó de que el 6% de cotización adicional de los trabajadores se destinará a un sistema de capitalización colectiva, donde un 3% será ahorro gestionado por el Estado y el 3% restante será gastado de forma inmediata para mejorar las pensiones. De esto se desprende que la mitad de la cotización adicional ya no será del trabajador, sino que se convertirá directamente en una promesa de pago del Estado que tomará ese dinero para mejorar las pensiones actuales. La otra mitad sí será ahorro, es decir, existirá como capital, pero el trabajador no podrá disponer libremente sobre su gestión, la decidirá el Estado.

Ya que los asalariados chilenos harán una aportación obligatoria para mejorar las pensiones de otras personas, sería conveniente que el ministro Mario Marcel o sus colaboradores aclarasen quiénes y bajo qué criterios van a ver mejoradas sus pensiones. ¿La mejora va a ser proporcional a los sacrificios para ahorrar realizados por los trabajadores con pensiones bajas? ¿Qué tipo de factores van a incidir para repartir los recursos y a quiénes se va a premiar o a penalizar? ¿Cuánto van a recibir aquellos que no han hecho ningún esfuerzo por ahorrar para su previsión?

José Antonio Herce, uno de los mayores expertos en pensiones de España, sostiene que la pensión más rentable del sistema de reparto es la pensión mínima no contributiva. Se trata de una ayuda asistencial que se da a todos los españoles que han superado la edad de jubilación, pero no han cumplido con un número mínimo de años cotizados (15 años actualmente), y no tienen más rentas o patrimonio. Esta pensión asciende a 5.899,60 euros anuales. Y, como asegura Herce, es la más rentable de todas puesto que se recibe sin haber hecho una sola aportación al sistema de seguridad social.

Sería interesante que el gobierno, así como se preocupa de asegurar los ingresos para su nuevo sistema de pensiones, también aclarase qué criterios va a tener presente en el diseño de su sistema de reparto.

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