En dos minutos: el mal ejemplo catalán para las elecciones en Chile
"Si para algo merece la pena cuidarse es para decidir el futuro del país. Pero la votación no tiene por qué convertirse en una fiesta del contagio", plantea John Müller.
"Si para algo merece la pena cuidarse es para decidir el futuro del país. Pero la votación no tiene por qué convertirse en una fiesta del contagio", plantea John Müller.
Xinhua
Es curioso, pero en Chile se puede repetir en abril lo que ha sucedido en Cataluña en sus últimas elecciones.
El gobierno catalán convocó elecciones para el 14 de febrero, pero después cambió de opinión, por las malas cifras de contagiados, y decidió aplazarlas.
En medio se produjo una ardua polémica a favor y en contra de mantener la convocatoria, con argumentos políticos y sanitarios. Finalmente, el tribunal superior de Cataluña anuló la orden del gobierno y le instruyó que realizara las elecciones en la fecha original.
Si para algo merece la pena cuidarse es para decidir el futuro del país. Pero la votación no tiene por qué convertirse en una fiesta del contagio. Los chilenos ya lo hicieron bien para el Plebiscito de octubre.
Revise a continuación la opinión completa en esta nueva videocolumna en dos minutos
Su decisión de adherirse a la OTAN no sólo cuestiona las excusas rusas en Ucrania sino que contribuyen a ampliar el prestigio de la alianza militar.
Cuando los gobiernos abusan de estas tácticas, la calidad democrática se resiente y la credibilidad del Ejecutivo se erosiona.
La oposición al borrador constitucional también crece porque ha desaparecido el principal combustible que sostenía el 'Apruebo': el gobierno de Sebastián Piñera.
Lo bueno de esta discusión es que comienzan a visualizarse los impuestos al trabajo que surgirán con la creación de una Seguridad Social, puesto que esas cotizaciones son lisa y llanamente un ingreso del Estado, dice John Müller.