Actualidad

”Hay una crisis ética profunda […] Toda la élite ha estado contaminada”

Imagen principal
POR Fernanda Valiente |

La historiadora Lucía Santa Cruz analiza el escenario actual: explica por qué presentía un estallido social y llama a encauzar las marchas hacia el camino de la moderación.

La historiadora Lucía Santa Cruz recuerda a los primeros grupos armados que decidieron solucionar ciertos problemas por la fuerza, hasta llegar a formar parte del lema del escudo nacional. “La violencia es la barbarie, hay que eliminarla en su primera expresión”, apunta.

A eso está asistiendo Chile, en parte. A expresiones de violencia en las calles, en las palabras, en las actitudes. 

Lucía Santa Cruz comenta que presentía un estallido, pero no por un descontento social, sino por dos razones. Una es “la legitimización del uso de la violencia”, lo que se vio expresado en los ataques del Instituto Nacional. Y la segunda, es el surgimiento del asambleismo y la búsqueda de una democracia directa, que choca con el pluralismo, la tolerancia y la representación, y que derivan en totalitarismos, sostiene en Desde El Jardín

Durante las actuales protestas que han recorrido el país no solo ha habido saqueos, sino que también ha surgido una mirada pacífica. Sin embargo, lo que alarma a algunos intelectuales, entre ellos a Carlos Peña, son aquellos “tintes carnavalescos” de las protestas, como lo describe Santa Cruz.

Asimismo, dice que “la introducción de la noticia falsa es incompatible con los procesos democráticos y el periodismo tiene que hacer un ejercicio muy potente”.

Crisis ética

Tanto Cristián Warnken como Santa Cruz consideran que una rama que gatilló el estallido fue la falta de empatía por parte del empresariado, que cumple un rol fundamental en el desarrollo del país y en la creación de empleos. “Yo creo que la gran mayoría de los empresarios son responsables del crecimiento de este país, de crear empleo. Y a todo nivel, desde las pymes, los emprendedores y los grandes empresarios. Pero ha habido malas prácticas y conductas que son absolutamente incompatibles con la economía de mercado. Y a mi lo que más me da rabia es que por dos pesos han contribuido a deslegitimar profundamente la economía de mercado, que depende de la transparencia y de la información”, sostiene la historiadora. 

“Aquí hay un fracaso de la elite gigantesco. Agudizado por una propaganda en contra, además. Contra el Congreso, que no ha estado a la altura. [Contra] los representantes no están a la altura. La percepción es que no están cumpliendo con responabilidad su deber”, agrega.

Una imagen que se expandió rápidamente también a otros sectores, como la Iglesia, la política y las Fuerzas Armadas, entre otros. Una ola que, como señala la exdecana de Artes Liberales de la UNiversidad Adolfo IBáñez, nace en una era de postmodernismo donde la falta de cohesión social radica en un profundo relativismo ético. 

“Hay una crisis ética bastante profunda”, dice Santa Cruz . “Toda la élite ha estado contaminada”, complementa.

Una identidad subjetiva 

Cuando llega el relativismo moral, “entramos en la tierra de nadie”, anota Warnken. El escenario que reina es una sociedad asimétrica, donde irradian las percepciones personales. En ella entra el individualismo exacerbado, el cual irrumpe ante la comunidad y propone una identidad líquida. Como señala Santa Cruz, el interés propio no debe dejar de lado el bienestar del otro, porque de lo contrario surge el egoísmo. 

Dentro de este marco, la nueva clase media “no tiene sentido de vida”, como lo instala la decadencia de la religión y el fervor del consumo. “¿Qué ocurrirá con el hedonismo y el narcisismo imperantes?”, se pregunta Santa Cruz.

A pesar de dicha corriente individualista, la historiadora agrega que la cultura chilena continúa poniendo a la familia como pilar fundamental, en el sentido de pertenencia. Sin embargo, le llama la atención que Chile lidera en la lista de los embarazos fuera del matrimonio, con más de 70% de casos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Un aspecto que tendría que ver con la desigualdad, como lo revela un estudio elaborado por profesores del Instituto de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dado que dicho porcentaje presenta “una correlación robusta” entre el nivel de desarrollo y las posibilidades de formalizar la relación de pareja de un matrimonio.

Ruta hacia la moderación

Para entender la raíz de la crisis surge la idea de que la precariedad de la mayoría se enciende frente al temor de la pobreza.

En ese contexto, la historiadora concuerda con la visión de Carlos Peña de que la nuevas generaciones han reemplazado la realidad y la racionalidad por la percepción y la emoción. De esta forma, Santa Cruz cree que se debe reestablecer el orden público de la mano de las voces de intelectuales públicos que recorran el proceso.

“Para ello la mayoría silenciosa de las protestas pacíficas debe ser encauzada hacia la moderación”, considera.

Revise el programa completo con Lucía Santa Cruz a continuación