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Impulsor de la “carretera hídrica”: es una oportunidad más que un problema

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Agencia Uno
POR Gerardo Gómez |

El presidente de la Corporación Reguemos Chile, Juan Sutil, espera que el proyecto, que busca llevar aguas desde el Biobío hasta Atacama. sea declarado de interés público.

La sequía más severa que afecta la zona central del país en los últimos 60 años pasó de ser un problema con el que Chile deberá aprender a convivir, ya que los verdes valles actuales, en algunos años serán simplemente un recuerdo.

Ante la falta de agua, que se explica como una consecuencia del calentamiento global, se buscan medidas de largo plazo como la eficiencia del consumo y construcción de embalses, a los que se sumó algo nuevo: la carretera hídrica.

El proyecto que impulsa la Corporación Reguemos Chile busca, en términos simples, crear un canal de más de 1.300 kilómetros de largo para llevar aguas desde la cuenca del Biobío a la región de Atacama y así poder cultivar cerca de un millón de hectáreas que actualmente están amenazadas por la sequía.

El principal impulsor del proyecto es el empresario agrícola Juan Sutil, quien en Primera Pauta explicó que el proyecto “es fácil de construir en un período de 10 años y la parte más compleja es que se declare de interés público […] y que contenga los incentivos correctos para que haya inversión y se desarrolle, porque de lo contrario el proyecto no es viable”.

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La idea base del proyecto, cuyo costo oscilaría entre los 19 mil y 30 mil millones de pesos, es aprovechar aguas de invierno que actualmente desembocan en el mar, para trasladarlas por gravedad y con equipos de reimpulso hacia el norte. Pero no todos comparten esa idea, y algunos ven en la iniciativa una amenaza a la disposición del recurso que se tiene en la propia región del Biobío.

Ante estos temores, como los que expresa José Miguel Stegmeier, de la Sociedad Agrícola del Biobío, Juan Sutil pide abandonar “el slogan” del estrés hídrico presente, que no se relaciona con la disponibilidad de agua que posee el río en pleno invierno.

En el programa Pauta Bloomberg, Stegmeier reafirmó sus cuestionamientos y agregó que la Universidad de Chile a través de un estudio demostró que no hay agua sobrante en esa zona. “La cuenca del Biobío está agotada y no tiene nada de recursos ni en invierno, ni en verano”, aseguró.

El proyecto está en manos ahora de la Unidad de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, que luego de un análisis de cerca de seis meses deberá determinar si es de interés público, para pasar a efectuar estudios de factibilidad de esta iniciativa.

Escuche a continuación la conversación de Juan Sutil con Primera Pauta: