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La denuncia internacional que acecha al INDH

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Ganhri
POR Juan Manuel |

La destitución del ex director llevó a que 11 organizaciones presentaran una solicitud para investigar el actuar de la entidad.

En febrero de este año varios representantes de institutos nacionales de derechos humanos de todo el mundo se reunieron en el Palacio de las Naciones en Ginebra. Estaban ahí para participar de la reunión anual de la Global Alliance of National Human Rights Institutions (Ganhri), red que trabaja de forma conjunta con el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU y en la cual participa el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) chileno.

Hasta allá llegó Myriam del Canto. Esta trabajadora social chilena reside en Francia y, según explica a PAUTA.cl, colabora ad honorem promoviendo “en las plataformas de las redes sociales los derechos humanos de la infancia, incluyendo lobby parlamentario, mediático e internacional desde el 2014”.

Myriam del Canto en la reunión anual de la Ganhri.
Crédito: Myriam del Canto

Del Canto tenía en sus manos una solicitud firmada por 11 organizaciones de derechos humanos —entre ellas Movilh y Emprender con Alas—  y dos profesionales independientes para solicitarle una investigación internacional al Subcomité de Acreditación (SCA) de la Ganhri debido a la destitución, ocurrida casi un mes antes, de Branislav Marelic como director del INDH.

En la solicitud se argumentó que la remoción de Marelic “no estaba sujeta a derecho al carecer de un debido proceso y no estar refrendada por un órgano jurisdiccional independiente como lo estipulan las observaciones generales de SCA”. Además, según afirma Del Canto, criticaron que la actual directora, Consuelo Contreras, haya sido “presidenta de Corporación Opción, agencia líder en la entrega de programas ambulatorios bajo la Red Sename, lo cual evidencia un conflicto de interés real”. Agrega: “En la remoción participaron consejeros designados por el Parlamento y Presidencia de la República, lo cual transgrede la normativa internacional de INDH sobre el rol consultivo no vinculante de los consejeros designados por el Gobierno”. En específico, apelaban a las observaciones 1.9 y 2,1 del SCA y a los artículos 16.1 a 18.4 del estatuto de la Ganhri.

Marelic fue elegido director del INDH en agosto de 2016.
Crédito: Agencia Uno

La profesional pudo hablar personalmente con los miembros del SCA sobre la situación de Chile y, a pesar de que no puede entregar detalles debido a que se trata de un asunto “confidencial”, sí afirma que los integrantes de este organismo “están muy preocupados”.

“Fue incómodo”

Días después, el 27 de febrero, la denuncia en la Ganhri fue tratada por los consejeros del INDH en su sesión ordinaria N°410. La directora, Consuelo Contreras, especificó ante sus pares que las distintas organizaciones, además de pedir que se estudie “la acreditación del INDH ante la ONU”, solicitaron “la remoción de la directora, la restitución del ex director y la intervención del INDH”, tal como quedó registrado en el acta de dicha reunión.

De inmediato Contreras especificó al resto del consejo que junto a la consejera Debbie Guerra —ambas representaron al instituto en la Ganhri— se enteraron de la situación en Ginebra y  dejaron en claro ante la red internacional que “la máxima autoridad de derechos humanos en Chile es el consejo del INDH y que la decisión en torno al ex director fue tomada por una amplia mayoría del consejo”.

Ese mismo día, la directora expresó al consejo su satisfacción de que “personas naturales, ex consejeros, agrupaciones y personalidades internacionales de derechos humanos, como Abuelas de Plaza de Mayo o el premio Nobel de la Paz 2014 (Kailash Satyarthi), enviaran notas a los órganos de la ONU respaldando la labor de la directora como una defensora de derechos humanos”.

Contreras cerró el asunto comentando el impacto que ha tenido para la entidad las denuncias de la sociedad civil: “Fue incómodo, no deja de ser un tema complejo, más aún cuando el INDH chileno tiene un alto prestigio internacional y que dar explicaciones por un buen tiempo no es bueno”.

La actual directora del INDH, Consuelo Contreras.
Crédito: INDH

A pesar de las acciones internacionales que tomaron algunas organizaciones civiles ligadas a la defensa de derechos humanos, en Chile la remoción del ex director sí ha tenido algunos apoyos. Un ejemplo es una carta que recibieron los consejeros el 19 de enero de este año firmada por 13 jefes regionales y jefes de unidad del INDH, en la cual manifestaron que respetan “la decisión de remoción del consejero Marelic de su cargo de director, adoptada por el consejo, pues la entendemos como una expresión legítima y ajustada a derecho, en el marco de nuestra institucionalidad”.

Y la semana pasada 19 organizaciones y cuatro ex consejeros difundieron una declaración apoyando a la actual directora. En uno de los puntos del texto los adherentes reconocen que “nos preocupa que frente a la pérdida de confianza en el ex director y actual consejero Branislav Marelic por parte del consejo, éste haya respondido con acciones judiciales que ponen en riesgo la fundamental autonomía del INDH”.

Bajo la mira de la ONU

Fue en 2013 cuando el INDH chileno recibió de parte del entonces Comité de Coordinación de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (actual Ganhri) la acreditación A, la máxima calificación que se puede recibir. Esto significa que un órgano internacional, como el SCA, garantiza que el organismo cuenta con una adecuada autonomía territorial y en sus decisiones; independencia financiera y participación pluralista.

Sin embargo, esto podría perderse. La actual directora, Consuelo Contreras, afirma a PAUTA.cl que esta acreditación A “se pone en riesgo” con la solicitud ingresada ante el SCA. “Esto me parece preocupante porque en realidad la remoción del director del instituto tuvo que ver con un acto interno, con una potestad que tiene el consejo del instituto”, dice Contreras. “La autonomía y la acreditación A que hoy día tiene el instituto ante la ONU es muy importante —agrega—, porque le asegura a la comunidad internacional, y por lo tanto a la comunidad nacional, que esta institución tiene la autonomía suficiente para velar por el respeto de los derechos humanos de quienes habitan en el territorio nacional”.

Este mismo escenario fue advertido por el ex director Marelic en la sesión en que fue removido. En el acta se lee que le dijo al resto del consejo que “la situación del INDH con un procedimiento de remoción a su director es la destrucción institucional, es la pérdida de la acreditación ante Naciones Unidas y la total pérdida de relevancia de esta institución en los próximos cinco o seis años”.

De Ginebra a la Corte Suprema

La denuncia internacional no es el único flanco que actualmente preocupa al INDH. Tras ser removido del cargo de director, Branislav Marelic advirtió al resto del consejo que se reservaba “todo el derecho a recurrir a la autoridad administrativa o judicial correspondiente”. Y así fue. El 18 de febrero ingresó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago en que alegó que su destitución, “además de ser ilegal, es arbitraria, pues carece de una debida motivación y justificación”.

Su destitución se gestó el 15 de enero de este año, cuando ocho de los 11 consejeros votaron para removerlo en su cargo de director. Los argumentos esgrimidos, que constan en el acta de dicha sesión, son el “incumplimiento de compromisos”, “la falta de consolidación institucional del INDH” y el “desconocimiento de la autoridad del consejo”. Para ejemplificar, la consejera Guerra reprochó la existencia de una “ejecución presupuestaria desconocida para el consejo”, “retraso en la publicación de las actas”, “pérdida de confianza” y no haber informado “actuaciones realizadas en representación del INDH o en su calidad de director”.

Ante la exposición de dichas razones, el ex director dijo que no se podía defender “de una acusación que no conoce” algo “principal de un debido proceso”. Luego agregó que “si se me va a destituir, no se puede hacer por confianza, se debe hacer porque he cometido algo incorrecto, porque he llevado a la institución al camino regresivo, pero ha sido todo lo contrario”. Remató asegurando que la situación le pareció “altamente irregular e injusta” y que “echa por tierra una gestión del instituto que iba por el camino correcto, por un camino diferente y con reconocimiento amplio”.

Todos sus argumentos quedaron documentados en el recurso de protección que ingresó patrocinado por el abogado Ciro Colombara. Ante la arremetida judicial de Marelic, el consejo mandató a Contreras para que “buscara un asesor jurídico para enfrentar el recurso y que lleve a cabo la defensa del INDH y del consejo”. Así fue como el instituto contrató al estudio de abogados Momag, encabezado por el ex contralor Ramiro Mendoza, para que se hiciera cargo de todo.

Ramiro Mendoza apelará por el INDH en la Corte Suprema.
Crédito: Agencia Uno

Meses más tarde, el 3 de abril, la Corte de Apelaciones falló a favor de Marelic en forma unánime. El veredicto fue un duro golpe a la defensa que lidera Mendoza, ya que se acogió “con costas” el recurso de protección, determinó que el actuar de los ocho consejeros fue “ilegal y arbitrario” y ordenó la restitución de Marelic en el cargo.

Consultada sobre la decisión de la justicia, Contreras comentó que la postura de la mayoría del consejo sigue siendo la misma. “Mantenemos la posición de que durante su periodo de director él no reconoció que el consejo era el órgano de dirección superior, muchas veces actuando en el sentido contrario a las decisiones que el consejo había tomado y que le había instruido ejecutar y también en materia de gestión administrativa”, afirma Contreras. Dice, además, que “Branislav Marelic es un muy buen defensor de derechos humanos, pero le faltan conocimientos base de gestión administrativa, que es lo que se requiere en un jefe de servicio”.

Posterior a la destitución, varios parlamentarios aseguraron que las motivaciones del consejo se relacionaban con el informe del Sename que preparaba el INDH y que había sido promovido con fuerza por el consejero Marelic. Sin embargo, Contreras retruca “que esto no tuvo nada que ver”.

Las actas del consejo revelan que la actual directora y varias de las consejeras manifestaron sistemáticamente al consejo sus reparos con la metodología de dicho informe. “Mis reparos tenían que ver con una cosa metodológica, no de fondo. Yo siempre estuve de acuerdo con realizar esa misión de observación, realizar estudios en profundidad. Mi tema era un punto muy específico que tenía que ver con la metodología de encuesta a los niños, ya que yo creía que había otras metodologías más amigables, más contenedoras, más cuidadosas”, comenta Contreras.

Esto mismo fue sostenido por una declaración que escribió la Asociación de Funcionarios del INDH, en la cual opinan que la destitución del Marelic “no tuvo relación alguna con el Informe de Visita en Terreno a los Centros del Servicio Nacional de Menores, cuyo informe fue aprobado y difundido públicamente” el 24 de enero.

Dado el fallo de la Corte de Apelaciones, el INDH informó el 4 de abril que apelará ante la Corte Suprema. “Esperamos ganar, porque en realidad lo que señala el fallo es que el consejo tiene las atribuciones para la remoción del director, existían las razones. Lo que pide la corte es la realización de un sumario. No corresponde, ya que los integrantes del consejo no son funcionarios públicos y tampoco hay superior jerárquico”, concluye la directora.

La posición de Marelic

El ex director sigue participando como consejero del INDH. Ha asistido a las sesiones ordinarias que ha celebrado la entidad desde su destitución. Según cuenta, el fallo de la Corte de Apelaciones lo dejó en buen pie para lo que se viene y tiene muy claro que a pesar de lo que ya decidió la justicia la última palabra la tendrá la Corte Suprema.

¿Queda desprestigiado el INDH después de su destitución y de la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago?

—“Al momento de realizarse la remoción, el 15 de enero, yo señalé que lo que se pretendía realizar dañaría fuertemente la institución y en lo personal lo consideraba vergonzoso. En ese momento, a mi juicio, el INDH se desprestigió. La sentencia de la Corte de Apelaciones, con lo categórica que fue, lejos de ser un daño, es el comienzo del fortalecimiento de la institución”.

¿Hace alguna autocrítica respecto de su rol como director?

— “Creo que si hay que realizar autocrítica, es una autocrítica de todo el Consejo. Sin embargo, creo que una vez resuelto este caso por la Corte Suprema, será el momento para realizarla”.

¿En qué pie queda el INDH después de esto?

— “Los ocho consejeros y consejeras que actuaron ilegal y arbitrariamente deben responder y dar cuenta de sus actos. Si no existe una reflexión y una justificación satisfactoria sobre su actuación ilegal y arbitraria, el INDH perdería legitimidad moral para opinar si la mayoría de su consejo carga con esta mancha”.

¿Cómo recibe el hecho de que organizaciones hayan puesto una denuncia ante un organismo internacional? ¿Se pone en juego el prestigio y la acreditación del INDH?

— “Las organizaciones están en su derecho de acudir a las instancias internacionales que estimen convenientes para formular sus denuncias. En ese sentido, si las organizaciones acogen las alegaciones, el prestigio sí se verá afectado”.

Por el momento, la decisión queda en manos del máximo tribunal del país y en los próximos meses se sabrá el futuro de quien encabece la institución. Mientras tanto el SCA sigue investigando la solicitud que le hicieron las 11 organizaciones para ver las acciones que tomará al respecto.