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SNA y efectos de sequía en el agro: palpamos la angustia y la desesperación

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Agencia Uno
POR Gerardo Gómez |

El presidente del gremio, Ricardo Ariztía, se distanció además de los proyectos para reducir la jornada laboral.

Pese a valorar la disposición al diálogo del ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, hay una postura distante del mundo del agro, representado en la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), con el proyecto de flexibilidad laboral que plantea el Gobierno y que considera bajar a 41 horas la jornada semanal promedio.

El presidente del gremio, Ricardo Ariztía, dijo en Primera Pauta que a su juicio la iniciativa de La Moneda fue elaborada “sin mayor análisis ni profundidades”. “La cantidad de inconvenientes que aparecen y de falta de flexibilidad en el sector agrícola, hace que nuestra postura sea diferente al resto de la economía […] ahora aparece esta panacea de reducir 4 a 5 horas los horarios de trabajo, con todos los inconvenientes que va a significar para el trabajador como para la empresa”, destacó.

Aclaró que en un par de semanas entregarán una serie de propuestas concretas al ministro Monckeberg, para intentar que sean contempladas en el proyecto que impulsa La Moneda.

Sequía y falta de embalses

Otro de los problemas que preocupa al sector es la megasequía que ya cumple una década en la zona central y que llevó a declarar emergencia agrícola para algunas regiones y comunas en la Región Metropolitana, una solución que a juicio de Ariztía ayuda solo a pequeños productores.

Ariztía dijo que con la cercanía de la primavera van “palpando la angustia y la desesperación” debido a que no hay agua en los canales de regadío. Agregó que “las medidas de emergencia apuntan a la pequeña agricultura, a la bebida de las comunidades y los animales, por lo que son relativamente menores con los efectos en la producción en la zona frutícola”.

En cuanto a las medidas de largo plazo, menciona el riego tecnificado para el uso eficiente del recurso, así como la construcción de embalses, dos vías de combate a la sequía. En ese punto, reconoce, hay demoras incomprensibles en el inicio de obras en la alta cordillera. “Lo traemos en carpeta hace decenas de años y nunca llegamos a un acuerdo. Hace dos años atrás le planteamos al Presidente nuestra disponibilidad a contribuir a financiar los embalses, sin embargo, no se efectúan diferentes tipos de inversiones para acumular las aguas de invierno”, sentenció.

Escuche a continuación la conversación de Ricardo Ariztía con Primera Pauta: