Actualidad

El comercio mundial vive un colapso aun peor que el de la Segunda Guerra Mundial

Imagen principal
POR Cristián Rodríguez |

Ni la Gran Recesión ni las Torres Gemelas redujeron los flujos de forma tan rápida y brusca como la crisis del Covid-19.

El impacto más abrupto y dañino de la economía global en al menos una generación se está desarrollando en puertos y otros centros de comercio internacional mientras Estados Unidos y Europa enfrentan dificultades para contener la pandemia de coronavirus.

La Gran Recesión, los ataques del 11 de septiembre, el embargo petrolero de 1973: ninguna de estas crisis modernas redujo los flujos comerciales de forma tan rápida y brusca como lo ha hecho la pandemia de Covid-19.

Ni siquiera la Segunda Guerra Mundial produjo el tipo de impacto económico repentino que está paralizando las cadenas de suministro mundiales y está dejando casi en silencio a las ciudades más bulliciosas del mundo desarrollado a medida que las empresas cierran y los consumidores obedecen las órdenes de aislamiento.

“Esto podría ser considerado un escenario de guerra sin la destrucción de activos físicos”, dijo a Bloomberg el economista jefe de la Organización Mundial del Comercio, Robert Koopman, en una entrevista telefónica.

Datos actualizados de algunos de los puertos más activos del mundo, que ya han experimentado una disminución de su tráfico de carga debido a la paralización de la economía china durante los últimos dos meses, muestran un sombrío panorama de otro colapso que muchos economistas esperan que persista durante el primer semestre del año.

Los volúmenes de importación y exportación de EE.UU. disminuyeron en las semanas previas a la cuarentena en algunas ciudades estadounidenses, según datos de IHS Markit compilados por Bloomberg. Las exportaciones estadounidenses se han visto particularmente afectadas, y será clave estar atentos a esas cifras en los próximos días para evaluar la gravedad de la recesión.

El puerto de Shanghai, el más grande del mundo, experimentó una caída interanual de 20% en la productividad de contenedores en febrero, según la Oficina Municipal de Estadísticas de Shanghai. El mes pasado, el volumen de carga en el puerto de Long Beach disminuyó 9,8% frente a un año antes y la productividad total de contenedores en el puerto de Hong Kong se contrajo 11% sobre una base acumulativa.

“Estamos observando una contracción del comercio muy fuerte y sin precedentes, especialmente debido a la velocidad a la que está ocurriendo”, dijo por teléfono el execonomista de la Casa Blanca Phil Levy.

“Si ya estamos comenzando a igualar las estadísticas de la Gran Recesión, eso significa que vamos en camino hacia un récord moderno”, señaló Levy, que actualmente es el economista jefe de la empresa de logística de carga Flexport Inc.

Mientras los casos reportados acaban de superar el medio millón de personas en todo el mundo, la enfermedad ha obligado a los gobiernos a implementar cuarentenas nacionales que han paralizado fábricas, han cerrado muchos restaurantes y tiendas minoristas, y han hecho que los consumidores se peleen por conseguir sus necesidades básicas. El resultado ha sido una crisis doble de oferta y demanda que ha trastornado la industria naviera, que transporta alrededor de 80% de los recursos de alimentos, energía, materias primas y productos manufacturados del mundo.

Pocas economías se han librado de la ira del virus, especialmente en Europa, que actualmente es el epicentro de la pandemia mundial.

El puerto marítimo más grande de Europa, en Rotterdam, experimentó una “importante” caída en los volúmenes de producción para todos los flujos de carga en los últimos tres meses, dijo Leon Willems, portavoz del puerto de Rotterdam.

“La pandemia está interrumpiendo las cadenas de producción y logística a nivel mundial”, señaló Willems por correo electrónico. “Existe una probabilidad real de que el volumen de producción para todo 2020 sea significativamente menor que en los últimos dos años”.

Incluso China, que está comenzando a recuperarse gradualmente después de que se conocieran sus primeros casos en diciembre, todavía tiene problemas para reanudar sus cadenas de suministro estancadas.

“La producción está comenzando a reanudarse lentamente en el país, pero tienen dificultades para encontrar conductores de camiones y superar los altos estándares de las barreras sanitarias necesarias para llevar estos productos al extranjero”, sostuvo Gaurang Shastri, director gerente de North American Logistics & Transportation, de Lincoln International.

Durante las primeras dos semanas de marzo, EE.UU. experimentó un desplome sin precedentes de 45% interanual en las importaciones procedentes de China, según S&P Global Market Intelligence. La industria de la electrónica de consumo está sufriendo un duro golpe, con una caída de 66% en los envíos chinos de maquinaria y electrónica y una disminución de 64% en las importaciones de computadoras en comparación con un año antes.