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Cómo funciona el modelo de gestión de las instituciones culturales

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POR Francisco Ibañez |

Sobre la importancia del aporte estatal y de la empresa privada en la gestión cultural conversan en PAUTA Bloomberg la directora ejecutiva de Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, y Alejandra Garcés, directora de Asuntos Comunitarios e Indígenas de BHP/Minera Escondida.

Hace pocas semanas hubo una polémica ante el anuncio de que en el presupuesto 2019 se reducirían en 30% los fondos para algunas iniciativas culturales, entre las que se encontraban el Museo de Arte Precolombino, Balmaceda 1215, el Teatro Regional del Biobío, el Museo Violeta Parra, Matucana 100 y la Fundación Teatro a Mil.

Esta señal, contradictoria con la creación en los últimos días del gobierno de Michelle Bachelet del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, generó una amplia discusión con las instituciones afectadas y en el Congreso, y en última instancia fue revertida. Los fondos para las instituciones se mantuvieron.

¿Qué tan importante es esta fuente de financiamiento para las instituciones de gestión cultural, que muchas veces tienen aportes de privados y generan recursos propios? ¿Qué incentivos tiene la empresa privada para invertir en desarrollo y gestión cultural?

En PAUTA Bloomberg, la directora ejecutiva de Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, y Alejandra Garcés, directora de Asuntos Comunitarios e Indígenas de BHP/Minera Escondida y directora del Programa Nacional Chile de la Fundación BHP, conversan sobre el modelo de financiamiento y gestión cultural, y específicamente del historial de colaboración entre la fundación y la minera.

“Las empresas somos un actor social como todos los demás, y desde esa mirada nosotros nos paramos para este aporte en particular a la cultura en el país”, dice Alejandra Garcés. “El capital económico de la empresa también puede convertirse en capital social para los países y las regiones donde operamos”, complementa.

Garcés destaca la alianza entre BHP Billiton y la Fundación Teatro a Mil, que ya lleva 20 años. “Es la alianza de una empresa privada con una institución civil para la cultura más larga de Chile, es una alianza ininterrumpida”, cuenta, y destaca el crecimiento que ha tenido, desde pocas obras en la Estación Mapocho a tener presencia en otras ciudades de Chile, incluyendo la llegada a Antofagasta hace 18 años.

“Lo que buscamos nosotros es lograr un 50% de apoyo desde lo privado, donde incluimos la taquilla, y un 50% desde el Estado”, cuenta Carmen Romero. Señala que la recaudación por venta de entradas no llega al 10% del total, y que los fondos estatales vienen tanto del gobierno central como de gobiernos regionales, municipalidades y otros actores públicos.

Carmen Romero recalca el crecimiento que ha tenido el festival Teatro a Mil en sus 25 años de historia, gracias a la gestión y aportes tanto públicos como privados, y enfatiza la importancia del financiamiento estatal, a raíz de la discusión por la rebaja del presupuesto 2019 que fue finalmente revertida. “La discusión con este tema de las seis instituciones afectadas por el 30% es que nosotros no podemos soportar como instituciones y como sector una rebaja en el presupuesto del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Se necesita ir avanzando”, dice.

Romero destaca también el rol apalancador del apoyo estatal. “No hay ninguna empresa que vaya a invertir en una institución que no tenga un respaldo del Estado”, dice.

“El modelo de proyectos que nosotros trabajamos y que cualquier institución quisiera trabajar es un modelo de colaboración. A nosotros nos interesa apoyar las políticas públicas, nos interesa apoyar las brechas que hay en el país en distintos temas”, complementa Alejandra Garcés, de BHP, sobre las motivaciones de la minera para financiar estas actividades. “A nosotros nos interesa ser un ciudadano corporativo responsable, estar y agregar valor social en las regiones donde trabajamos”, agrega.

“Los primeros años hicimos conversaciones juntos [con BHP Billiton] con otras empresas”, cuenta Carmen Romero sobre la posibilidad de incorporar nuevos patrocinadores. “A mí me llama la atención que BHP, que es una empresa transnacional, que tiene una mirada más mundial, sea presentador de dos proyectos culturales importantes en Chile, que no lo sea una empresa nacional”, dice Romero.

“Nosotros buscamos y hemos tenido varios espónsores, pero el gran tema es que a veces en esto se busca el márketing, y ahí nosotros no podemos competir con otros eventos que tienen que ver con la música”, ejemplifica Romero.

“Necesitamos a los actores locales. Y si en cada región una empresa mirara lo que está pasando, lo que pasa con el público, la necesidad que tenemos todos los chilenos y chilenas de encontrarnos, de discutir temas importantes sobre el desarrollo económico, nacional […] Estoy segura de que podríamos armar en cada una de las regiones algo importante para el público y para sus propios artistas”, dice la directora ejecutiva de Fundación Teatro a Mil.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: