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Model 3 desmantelado muestra mejores y peores decisiones de Musk

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Bloomberg
POR Francisco Ibañez |

Desarmar un Model 3 para ver las oportunidades de mejora. Eso es lo que hizo Sandy Munro, que envió a Tesla un listado con 227 sugerencias.

Los analistas de manufactura que pasaron 6.600 horas dentro de una bodega al norte de Detroit desmontando un Model 3 tienen buenas y malas noticias para Tesla Inc. La compañía ahora cuenta con la mejor tecnología de cualquier automóvil eléctrico, con márgenes de ganancias potenciales que serían la envidia la mayoría de los fabricantes de automóviles. Pero Tesla está desperdiciando esa ventaja con un derroche de gastos relacionados con un diseño deficiente y una fabricación exagerada.

Sandy Munro, el fundador de Munro & Associates, una pequeña empresa que desarma autos nuevos pieza por pieza, concluyó que el Model 3 cuesta alrededor de US$ 2.000 más que un BMW i3 de precio similar y puede tener más problemas de costos en su planta de ensamblaje. Algunos autos compactos y sedanes familiares producidos por fabricantes de automóviles convencionales no obtienen US$ 2.000 en ganancias totales por vehículo.

Muchos de los problemas derivan de elecciones no convencionales hechas por el máximo ejecutivo de Tesla, Elon Musk. “Si ese automóvil se fabricara en otro lugar, y Elon no formara parte del proceso de fabricación, ganarían mucho dinero”, dijo Munro en una entrevista. “Están recién conociendo todos los viejos errores que todos cometieron hace años”. Munro afirmó que admira la tecnología de Tesla, por lo que le envió a la compañía una lista en forma voluntaria de 227 mejoras sugeridas.

Tesla declinó hacer comentarios, aunque la compañía citó una declaración de abril que dice que la línea Model 3 ha mejorado desde que se construyeron los autos que analizó Munro. “Hemos mejorado significativamente nuestros procesos de producción desde entonces, y si bien siempre hay espacio para mejorar, nuestros datos ya muestran que la calidad del Model 3 está mejorando rápidamente”.

El equipo de Munro estima que la versión completamente equipada del Model 3 es un automóvil con el potencial de lograr márgenes brutos del 30%, y márgenes del 10% en las versiones más baratas. No alcanzar ese potencial es un riesgo que limita los esfuerzos de Musk de generar ganancias y efectivo, a los que apunta para el segundo semestre de este año luego de una pérdida operativa de US$ 1.200 millones en el primer semestre.

El Model 3 que recibió el tratamiento de desmontaje fue una versión de US$ 50.000 con una pintura negra. Munro estimó que el costo total de construcción era de US$ 34.700. Sumando los costos de logística y mano de obra, supuestamente generosa, Munro estima que los márgenes de ganancia bruta excederían el 30%.

El potencial de ganancias del Model 3 según la evaluación de un externo como Munro es impresionante, pero viene con una gran advertencia. Tesla no ha permitido a Munro visitar la fábrica de automóviles de la compañía en Fremont, California, así que creó sus estimaciones como si el Model 3 se hubiera ensamblado en una planta promedio de Toyota o GM. Tesla tiene muchos más empleados que los que tenían Toyota y GM cuando dirigían conjuntamente la misma fábrica de Fremont, y esa ineficiencia podría obstaculizar las ganancias.

Tesla tiene aproximadamente 10.000 empleados en la planta de Fremont. En su mejor momento, Toyota y GM tenían 4.400 trabajadores que fabricaban 450.000 autos al año en las mismas instalaciones, dijo Ron Harbor, socio principal de la firma de consultoría Oliver Wyman. Tesla, dijo, tiene demasiados trabajadores.

Si Tesla puede producir consistentemente 5.000 Model 3 por semana, el próximo año la planta construiría un máximo de 350.000 vehículos en total, incluidos los Model S y X. Parte de esa fuerza laboral puede explicarse por la decisión de Tesla de hacer mucho trabajo por ellos mismos, que otros fabricantes no hacen, como producir sus propios asientos. Pero Munro dijo que incluso con trabajo extra, el personal parece exagerado.

“No hay forma de que necesites a 10.000 personas, incluso con tres turnos y mucho trabajo interno”, dijo Munro.

El desmontaje por parte del equipo de Munro reveló un diseño avanzado que usa potentes imanes para girar más rápido y generar más energía. “Este motor eléctrico es una gran innovación”, dijo. “Todo el mundo debería estar evaluando esto”.

El software y la electrónica también son mejores. Munro descubrió que Tesla redujo la cantidad de cableado en todo el automóvil al concentrar gran parte de la electrónica en pequeñas placas de circuito. Eso es conocimiento de Silicon Valley que los fabricantes de automóviles no tienen. El truco ahora es convertir esta ventaja tecnológica establecida en ganancias consistentes, y para lograr eso Musk necesita contratar ejecutivos con experiencia en los aspectos básicos de la fabricación de automóviles. Si lo hace, dijo Munro, “no está lejos de ganar dinero”.